exploración y poblamiento
1538 - información de Francisco Ruiz Galán
 
 
En el puerto de Ntra. Señora Santa María del Buen Aires que es en la provincia del Río de la Plata tres días del mes de junio año del nacimiento de Ntro. Salvador Jesucristo de mil y quinientos y treinta ocho años en presencia de nos Melchor Ramírez y Pedro Hernández escribanos de su Majestad y de los testigos de suso escrito el magnifico señor capitán Francisco Ruiz Galán, teniente de gobernador capitán general en esta provincia por el ilustre y magnifico señor don Pedro de Mendoza adelantado gobernador y capitán general en esta dicha provincia con doscientas leguas de costa de mar del sur por su Majestad dijo que por cuanto al tiempo aquel dicho señor adelantado partió de esta provincia para los Reinos de España lo dejo en la gobernación con tan poco bastimento que no se pensó que la gente de este puerto se pudiera sostener por que no había bastimento mas de para cinco o seis meses ni bergantines en que lo pedí ir a buscar y es así que al cabo de dos meses poco mas o menos aquel señor adelantado partió de esta provincia vino el alférez Juan de Morales en un batel el cual venia por socorro de Rescates para la gente que estaba en el puerto de Corpus Christi que decía que así mismo moría de hambre y dijo que el bergantín en que había ido Diego de Padilla lo habían tomado los indios biguaes y habían muerto todos los soldados que en yl iban y que allí en el dicho puerto no podían sustentarse sin un bergantín y rescates y el dicho señor teniente de gobernador le hizo y mandó hacer un navío pequeño y le proveyó de rescates y hierro para con la gente del dicho puerto se sostuviese y así lo despachó y envió bien aviado y luego por la necesidad que en este Real cada día se recrecía hizo hacer dichos bergantines para ir a rescatar pescado y manteca al dicho puerto de Corpus Christi a los indios que allí residen por que la gente no muriese de hambre y así mismo hizo hacer ciertas rogasen las cuales se sembró maíz para que la gente comiese y estando ya granado algunos de ello tanto que se podría bien coger vino el capitán Juan de Salazar de Espinoza con los dos bergantines en que el señor adelantado lo había enviado a saber del capitán Juan de Ayolas que había ido al Paraguay y dijo al señor teniente de gobernador como sabia por nueva cierta que había entrado la tierra adentro y aquel dejaba fecha una casa en el dicho rió Paraguay fuerte con indios muy amigos de los cristianos y dejo en ella cierta gente que la guardasen y que había hallado mucha harina de mandioca y de maíz y que seria bien que la gente subiese y se llevase a la dicha casa porque en el campo ni allá no le faltaría de comer y mas que estarían mas cerca de la entrada de la sierra de la plata y para saber del dicho capitán Juan de Ayolas y así mismo trajo muestras de plata y de otros ciertos metal y el dicho señor teniente de gobernador visto lo suyo dicho con parecer de los oficiales de su Majestad por se certificar de todo ello y no dejar la gente en parte donde no se pudiese mantener quiso en persona ir allá y dejando en este puerto buen recaudo en cuatro bergantines y una zabra tomó toda la gente que estaba en el puerto de Corpus Christi y la llevó a la dicha casa donde hallo mucha hambre a causa de que la langosta se había comido lo sembrado por lo cual se quiso volver con la gente luego como llegó mas por que le dijeron que en la frontera y comarca de la dicha casa había de comer y los indios que lo tenían eran enemigos con parte de la gente fue allá y tomó contra su voluntad todo el bastimento que pudo en lo cual anduvo un mes en cabo del cual se vino a la dicha casa donde hizo una iglesia ay dejo en ella para que sirviesen a Dios al padre Francisco de Andrada y al racionero Graviel Delezcaño y a los padres fray Juan de Salazar y fray Luis y así mismo dejó en la dicha casa al dicho capitán Juan de Salazar con cincuenta hombres con el bastimento que pudo para se sostuviesen el y los dichos clérigos y religiosos dejoles así mismo fragua rescates y hierro para que pudiesen así mismo rescatar de los indios bastimentos y con la otra gente se vino al puerto de Corpus Christi donde torno a asentar el real con los indios timbues nuestros amigos y allí hizo otra iglesia donde dejo y están por capellanes el padre Juan de Santander y Luis de Miranda clérigos y Antonio de Mendoza por teniente de Gobernador con la mayor parte de la gente y le dejo maíz y manteca y rescates para sustentar la gente y los clérigos y con la otra se volvió a este puerto de buenos Aires donde hallo una nao y una carabela que había venido con gente las cuales no, traían bastimentos para se poder sustentar y hallo así mismo cogido el maíz que no fue en tanta cantidad como su merced pensó de donde le bienes a su Majestad catorce fanegas y medía de maíz de diezmo y porque el a fecho en este puerto cuatro iglesias a costa de la hacienda del señor adelantado las cuales por ser cubiertas de paja sean quemado algunas de ellas y otras llevado el río el dicho señor teniente de gobernador deshizo una nao grande y hizo una iglesia de las tablas y maderas de la donde esta por cura Julián carrasco clérigo y el bachiller Martín de Armençía y los padres fray Isidro y fray Cristóbal religiosos que sirven a Dios y cada día dicen misa a los cuales así mismo han dado y dan de comer siempre de los bastimentos del señor adelantado como a los oficiales de su majestad y gente de esta dicha provincia sin interés alguno y porque la necesidad del bastimento es tanta que no comen los soldados mas de a ocho onzas de maíz su merced envía un galeón bien aderezado y con buena gente a la costa del Brasil para que traiga bastimento y los oficiales de su majestad el tesorero Garçí Venegas y el contador Felipe de Cáceres se ponen en le pedir el diezmo de las dichas catorce fanegas y medía de maíz no mirando en la gran necesidad que la gente padece mas de lo haber para provecho de sus salarios como el dicho contador lo a dicho y para pagar cierto maíz que debe a Juan Pedro de Bibaldo Ginobes y si se les diese seria causa que hubiese otra tal mortandad como la pasada pues ellos no la quieren aprovechar en servicio de su Majestad y de ello seria Dios y su Majestad deservidos por ende que su merced toma las dichas catorce fanegas y medía de maíz para reparo de la dicha gente para lo dar a los dichos oficiales tanto que el dicho galeón venga sino se hubiera comido y porque su Majestad sea cierto por verdadera información que no lo toma sino para dar de comer a esta su gente que tiene aquí porque no lo hay bastimento en todo este río ni donde al presente se pueda haber mando a nos los dichos escribanos que los testigos de información que ante nos se tomasen cerca de lo susodicho se lo demás en publica forma para que su Majestad sepa como es servido y así mismo dijo que los dichos oficiales de su Majestad no han querido ni quieren pagar al dicho Juan Carrasco clérigo cura de este puerto los salarios que se le deben del tiempo que a servido después acá que fue recibido al dicho cargo no embargante que el se la ha pedido y su Majestad por sus instrucciones que les tiene dadas se lo manda a lo cual fueron presentes por testigos Juan Pabon de Badajos y Hernando de Ribera estantes en este puerto que lo firmo de su nombre –

Francisco Ruiz




Archivo General de Indias – Sevilla – España.