Miguel Juárez Celman
1888 - mensaje sobre el estado de la instrucción pública
 
 

Mensaje del Presidente de la República Miguel Juárez Celman


al abrir las sesiones del Congreso




El progreso de la instrucción pública, en todos sus grados guarda armonía con el desenvolvimiento general de la República. El Gobierno dedica constante atención a esta rama trascendental de la administración comprendiendo que un país que marcha adelante con extraordinaria celeridad y que asimila anualmente a su población millares de hombres de todas las razas y de todas las latitudes, necesita extender sus elementos de cultura levantando donde quiera que se forma un grupo humano, institutos de enseñanza destinados a dar a la juventud la clara conciencia de su deber en el camino de la vida.

Penetrado de estas ideas, ha emprendido mi Gobierno la tarea de dar a la instrucción pública una organización completa, correlacionando sus diversos grados e imprimiendo sanos impulsos desde la escuela primaria, base de toda educación, hasta la cumbre de los estudios superiores.

La mayor parte de la tarea está realizada. Las escuelas comunes de la Capital de la República y de los territorios federales tienen ya su plan de estudios y programas uniformes, lo mismo que las de aplicación, las normales y los colegios nacionales. Y puedo deciros con legítima complacencia que esta nueva organización ha sido acogida con aplauso entre los hombres capaces de apreciarla, por la prudente limitación que se ha fijado en el número de las materias exigidas por los planes de estudios, por su coordinación y por el criterio científico con que se ha procedido, teniendo en cuenta la experiencia propia y la de los países más adelantados.

Se ha cuidado también de formar escuelas verdaderamente argentinas amoldadas a las necesidades y a la naturaleza de nuestro país, "imprimiendo carácter nacional a la instrucción que se da en los establecimientos que el tesoro público costea y dedicando especial atención al estudio de aquellos ramos destinados a influir en la índole de la juventud, y a propagar el conocimiento más amplio posible de la lengua, de la historia y de la geografía patrias y de los derechos y deberes que reconoce e impone la ley fundamental de la Nación".

Los estudios universitarios obedecen a los reglamentos dictados por las facultades, habiendo las universidades arreglado sus estatutos de acuerdo con la ley vigente.

Pero, a juicio del Poder Ejecutivo, esa ley requiere algunas reformas que urge adoptar en beneficio de la instrucción superior y de las que se ocupa el Ministerio del ramo. Una vez terminado este trabajo, al que se agregarán las modificaciones que exige la Ley de Educación Común, previa vuestra aprobación en la parte que corresponda, habrán quedado organizados los grados de instrucción pública.

La instrucción secundaria y normal se han desenvuelto de un modo satisfactorio. La inmejorable dotación de material científico, la cuidadosa elección del personal docente y la vigilancia atenta e incesante de los establecimientos han procurado una mejora notable en los colegios nacionales y en las escudas normales.

Estas últimas ganan cada día mayor terreno en la confianza, a tal punto que los edificios que ellas ocupan son ya estrechos para contener el número de alumnos que acuden a sus clases. Esto se hace más palpable en las esencias de aplicación.

Creo que, por ahora, tenemos un número suficiente de escuelas normales. Cada provincia posee una de varones y otra de mujeres, hallándose mejor dotadas a este respecto Buenos Aires y Córdoba, pues la primera de estas provincias tiene cinco escuelas y tres la segunda, respondiendo este número a la importancia de su población.

Durante el año presente se han creado siete nuevas escuelas en los puntos siguientes: La Plata, Dolores, San Nicolás, Río Cuarto, Tucumán, Santiago del Estero y Salta, las que, agregadas a las ya existentes, hacen un total de treinta y cuatro, de las cuales catorce son de mujeres, trece de varones y siete de ambos sexos. Corresponde a mi gobierno la creación de una tercera parle de esta cifra, hecho que señalo con satisfacción a V.H. El año 1887 se graduaron en ellas 71 maestros y 188 en el primer trimestre de este año. No está, pues, lejano el día en que las escuelas normales nos suministren tantos maestros cuantos requiera la instrucción primaria. El número de los colegios nacionales, como lo sabéis, es fijo y basta, a mi juicio, para llenar el objeto que determinó su creación.

Quiero cerrar este capítulo mencionando algunas cifras.

Han funcionado el año anterior en la capital 116 escuelas, de las que 24 son graduadas, 56 elementales, 20 infantiles y 16 para adultos. Del total expresado, son de varones 41, de niñas 48 y de ambos sexos 27. Fueron servidas las 116 escuelas por 746 maestros, de los que son varones 224 y mujeres 522; diplomados 426 y sin diploma 320; argentinos 590 y extranjeros 156. Fueron concurridas las 116 escuelas por 27.715 niños, de los que son varones 14.445 y mujeres 13.270.

En los territorios nacionales hubo durante el año de que me ocupa, 42 escuelas, servidas por 64 maestros y con una concurrencia de 2.998 niños, de los que son varones 1.698 y mujeres 1.300.

Las escuelas de aplicación anexas a las normales tuvieron una concurrencia media de 12.200 alumnos y fueron servidas por 272 profesores. Las escuelas primarias provinciales fueron 2.080, servidas por 3.579 maestros, de los que son varones 1.611 y mujeres 1.968; concurridas por 142.471 niños, de los que 75.068 son varones y 67.403 mujeres.

Cada provincia tuvo en 1887 las siguientes escuelas y educandos:



























































Provincia Escuelas Educandos


Buenos Aires 616 44.888


Santa Fe 233 11.861


Entre Ríos 111 7.673


Corrientes 190 8.498


Córdoba 147 10.200


Santiago 133 5.113


Tucumán. 109 11.206


Salta. 90 5.741


Jujuy 45 2.674


Catamarca 66 6.370


Rioja 77 4.783


San Juan 65 7.589


Mendoza 83 8.709


San Luis 115 7.166


Totales 2.080 142.471



Las escuelas primarias particulares fueron 132 en la Capital: de varones 58, de mujeres 27 y de ambos sexos 47, concurridas por 11.106 niños, de los que son varones 6.295 y mujeres 4.811. En el resto de la República funcionaron 625 escuelas primarias particulares, de las que 193 son de varones, l67 de mujeres y 165 de ambos sexos, siendo concurridas por 30.960 alumnos: varones 16.960 y mujeres 14.000.

Funcionaron pues, durante el ano 1887 en la República, tomando todos los establecimientos en que se da instrucción primaria, así los públicos como los particulares, 3.028 escuelas, servidas por 6.241 maestros y concurridas por 227.450 niños.

El costo de cada alumno inscripto en las escuelas públicas de la Capital fue en 1887 de un peso ochenta centavos por mes.