desde 1800 hasta 1851
pronunciamiento de Urquiza
 
 
A comienzos de 1851, la Confederación y el Imperio del Brasil están nuevamente al borde de la guerra. Tres motivos –dos de ellos específicos y uno genérico– han llevado a esta situación.

Los motivos específicos fueron los siguientes: 1º) En pos de un cargamento de armas, enviado desde el Brasil, una expedición paraguaya cruzó territorio argentino; más tarde, dos columnas despachadas desde Asunción, ocupan la actual Posadas y la isla de Apipé; aunque luego se retiran, Rosas supone que las incursiones contaban con la aprobación del Brasil, el cual reconoce la independencia del Paraguay, desconocida por la Confederación. 2º) Oribe, aliado de Rosas, ha prohibido la salida de ganado del Uruguay hacia Brasil, pues los saladeros de Río Grande abastecen a Montevideo, sitiada; los grandes estancieros riograndenses fomentan, no obstante, arreos que burlan la prohibición; luego de una escaramuza, aquéllos preparan una ofensiva punitoria, sin que las autoridades imperiales tomen medidas para evitarla; Rosas formula una enérgica protesta por ello.

El motivo genérico, que ha afectado de manera crónica las relaciones entre Buenos Aires y Río de Janeiro, se refiere al futuro de la Banda Oriental, próximo a definirse. La paz con Inglaterra y Francia abre a Oribe, en efecto, las puertas de Montevideo, permitiendo el retorno del Uruguay a las Provincias Unidas o, al menos, el establecimientos de una íntima vinculación entre éstas y aquél. Cosa que, naturalmente, preocupa profundamente al Imperio.

El 5 de septiembre de 1850, se han roto las relaciones diplomáticas.

Un balance de fuerzas resultaría claramente favorable a la Argentina. Que cuenta con el Ejército de Vanguardia a las órdenes de Oribe y con el poderoso Ejército de Operaciones, que manda Urquiza.

Un suceso inesperado altera sin embargo la situación, beneficiando al Brasil: el jefe del Ejército de Operaciones, Justo José de Urquiza, se pronuncia contra Rosas. Ello ocurre en mayo de 1851.

Las causas del pronunciamiento pudieron ser varias: el natural desgaste sufrido por Rosas, luego de un gobierno tan largo como el que ejerció; recelos que han de haber subsistido entre el entrerriano y don Juan Manuel, con motivo del Tratado de Alcaraz, firmado por aquél y desaprobado por éste; la acción de agentes imperiales cerca del gobernador de Entre Ríos; la interrupción de cierto tráfico irregular de ganado en pie, entre dicha provincia y Montevideo, que se realizaba pese a las prohibiciones vigentes y que involucraba haciendas de Urquiza.

Sin mayores demoras, Urquiza se propone batir a Oribe, antes de marchar sobre Buenos Aires. Ambos ejércitos quedan frente a frente en Arroyo de la Virgen y sus jefes parlamentan, conviniéndose un armisticio precario.

El 18 de agosto del 51, Rosas declara la guerra al Brasil. El 4 de septiembre, tropas brasileras cruzan la frontera uruguaya. Ante la aproximación de esas tropas, Oribe concluye una capitulación en regla con Urquiza, quedando Rosas librado a su suerte.

Mansilla vuelve a actuar en Tonelero, sobre las márgenes del Paraná, dañando con los cañones de su batería la escuadra del Brasil, que transporta hombres y pertrechos desde Montevideo, para apoyar a Urquiza (17 de diciembre de 1851).