El 17 de julio del 6 muere Carlos Pellegrini, luego de que el país entero siguiera consternado el curso de su agonía. Y, el 27 de diciembre, fallece Bernardo de Irigoyen. Demasiadas muertes de personajes ilustres en un sólo año (Mitre, Quintana, Pellegrini, Irigoyen): algún espíritu malévolo atribuye a Figueroa Alcorta despedir un fluido letal. Y se intuye que la desaparición de esos grandes protagonistas alterará la vida de la República. Algo de eso se desprendía de una letrilla popular, todavía recordada por entonces, que decía:

Cuando mueran don Bartolo,

don Bernardo y don Vicente,

este páis se queda solo

aunque tenga mucha gente

No se le hizo fácil gobernar a Figueroa, pues carecía de una fuerza parlamentaria propia. En virtud de ello, sus proyectos de ley no eran tratados, no se votó el presupuesto e, incluso, se intentó iniciarle un juicio político. El presidente respondió cerrando el Congreso y poniendo en vigencia el presupuesto por decreto.

Se plantearon algunos problemas con Brasil y el Uruguay, que pudieron superarse. Cobraron volumen las exportaciones de carne vacuna enfriada. El 13 de diciembre de aquel año l906, mientras se perfora en busca de agua para el poblado de Comodoro Rivadavia, allí se descubre petróleo: el gobierno, con buen tino, dispone de inmediato una reserva fiscal en torno al pozo de donde surge el combustible y, después, comienza su explotación.