desde 1900 hasta 1992
el segundo gobierno
 
 
Perón inicia su segunda presidencia el 4 de junio de 1952. Quijano no lo acompaña en la ceremonia de asunción, pues ha muerto poco antes. De modo que habrá que convocar a nuevas elecciones para llenar su cargo.

Eva hace su última aparición pública aquel 4 de junio.

Enferma de cáncer, morirá el 26 de julio a las 8 y 25 de la noche, recién cumplidos los 33 años de edad.

Las honras fúnebres, dispuestas por el gobierno, son imponentes. Se rinden a la difunta honores de presidente del país en ejercicio y un desfile interminable pasa antes sus restos, depositados en el Congreso de la Nación. Los empleados de la administración llevan luto obligatorio. Y serán los jerarcas de la CGT quienes arrastren la cureña que transporta el ataúd hasta su sede, donde ha de permanecer mientras se construya el monumento colosal que se prevé alzar para albergarlo. El dolor popular es profundo y sincero, pero los homenajes oficiales abruman. Durante largo tiempo, las emisoras de radio interrumpirán sus transmisiones desde las 20,25 –“hora en que Eva Perón pasó a la inmortalidadâ€â€“ para rendir tributo a su memoria. Las autoridades realizan inútiles gestiones, tendientes a que la Santa Sede inicie su proceso de beatificación. Y, mientras esperan su ingreso al santoral, disponen la erección de “altares cívicos†en los vestíbulos de las reparticiones estatales y en las estaciones ferroviarias, que lucen retratos de la extinta adornados con velas y flores. El cuerpo de ésta es embalsamado por el profesor Pedro Ara, especialista español en tales menesteres.

En Córdoba se fabrican aviones de combate a reacción –el “Pulqui I†y el “Pulqui IIâ€â€“, que se suman al “Calquin†y a los “DL 22â€, con motor a pistón, construídos durante la gestión de Farrell. Durante la impresionante parada militar llevada a cabo en agosto de 1950, con motivo del “Año del Libertador General San Martín†y en presencia del presidente del Paraguay, doctor Chávez, han pasado también ante el palco los tanques “Nahuelâ€, hechos en el país. Y ruedan algunas unidades de rudimentarios automóviles nacionales, tales como el “Institecâ€, el “Autoarâ€, el “Justicialista†y el “Gracielaâ€, amén de las motocicletas “Puma†y los tractores “Pampaâ€.

En la isla Huemul, próxima a San Carlos de Bariloche, un científico pintoresco, el alemán Ronald Richter, trabaja con abundantes medios a su disposición para poner al servicio de Perón la energía atómica (bomba incluida), cuyo empleo a corto plazo, impulsando los ferrocarriles, anuncia éste en un discurso, con segura convicción. Y, aunque los proyectos de Richter alientan sonrisas y no conducen finalmente a nada concreto, pasados los años se comprobaría la viabilidad del principio en que se fundaban, a partir de la fusión nuclear en vez de la fisión empleada hasta entonces. Sólo que, según parece, los elementos con que contaba el investigador germano jamás le hubieran permitido lograr las altísimas temperaturas requeridas para aplicarlo con éxito.

Aunque la situación económica declina, la industria liviana progresa, al amparo de planes oficiales. Pero la calidad de sus productos deja mucho que desear.

Las noticias sobre negociados proliferan. El 7 de abril de 1953 renuncia Juan Duarte, hermano de Eva y secretario privado de Perón desde 1946. Dos días después aparece muerto con un balazo en la cabeza. Muchos ponen en duda la versión oficial de un suicidio, pero así lo confirma una correcta investigación judicial, llevada a cabo por el juez Pizarro Migens, y, reabierto el caso luego de caer Perón, no se probará lo contrario.

El 15 de ese mes, días después de morir Juan Duarte, la CGT organiza un acto de apoyo al presidente, en Plaza de Mayo. Y estallan allí dos bombas, causando 5 muertos y 92 heridos entre el público que, enardecido, incendia varios comités políticos opositores y marcha sobre el Jockey Club, lo destroza parcialmente y también le prende fuego, ante la pasividad policial. Los autores del atentado que desata esta sucesión de graves desmanes son descubiertos y presos, resultando tratarse de los jóvenes Germán López, Roque Carranza, Francisco Elizalde, Firmat, Centurión y algún otro, vinculados al radicalismo.

Un año después (abril del 54), el peronismo volvería a demostrar su vigencia electoral, en los comicios que se efectúan para proveer el puesto vacante de vicepresidente. Su candidato, el almirante Alberto Teisaire, duplica con 5.000.000 de votos los obtenidos por el partido radical.

Perón, a quien se presenta como “el primer trabajadorâ€, aparece asimismo como “primer deportistaâ€. Título sin duda exagerado, aunque su paso por las tropas de montaña hiciera de él un buen esquiador, contando en su haber con varios torneos de esgrima, amén de haberse calzado esporádicamente los guantes de box siendo joven. Pero, eso sí, durante su gobierno apoyó decididamente al deporte, acaso en procura de mayor popularidad. Y nuestros deportistas lograron lauros importantes por entonces: en las olimpíadas de Londres (1948), el bombero argentino Delfo Cabrera ganó la maratón; dos boxeadores, Pascual Pérez y Rafael Iglesias, trajeron las medallas doradas de sus categorías, mosca y pesado respectivamente; también fueron campeones olímpicos esa vez los tiradores Pablo Cagnasso (fusil) y Enrique Díaz Sáenz Valiente (pistola). El Gran Premio de automovilismo Buenos Aires-Caracas, mantuvo en vilo a Sudamérica durante su extenso desarrollo, imponiéndose Domingo Marimón, luego de romper Oscar Gálvez el motor de su coche en la última etapa, cuando era holgado puntero de la prueba. El mismo Gálvez triunfaría en la carrera Lima-Buenos Aires, organizada al regreso de aquélla. Y más tarde, en el circuito de Palermo, superaría a los ases europeos, conduciendo un pesado Alfa Romeo 3.800 bajo la lluvia. Su hermano Juan, se consagraría reiteradamente campeón argentino de turismo de carretera. Juan Manuel Fangio –el formidable “Chueco†de Balcarce–, obtiene en 1950 el primero de los 5 campeonatos mundiales que hilvanaría a lo largo de su trayectoria incomparable. El Luna Park es escenario de un torneo mundial de básquetbol, en cuya culminación la Argentina –donde juegan Furlong, González, Pérez Varela, Uder, Viau– derrota a una dudosa representación de los Estados Unidos, que inviste el equipo de la fábrica Chevrolet. Eduardo Lausse cumple excelente campaña en los rings norteamericanos, sin conseguir pelear por el cetro de los medianos. San Lorenzo de Almagro, campeón de 1946, realiza una gira memorable por España y Portugal. Chicos de todo el país compiten en los certámenes infantiles de fútbol que organiza el gobierno y uno de los cuadros consagrados en ellos lleva un nombre muy propio de la época: “Evita Morning Starâ€.

Los hermanos Sojit (Luis Elías, Manuel –“Cornerâ€â€“ y Boris), monopolizan las transmisiones por radio de los grandes acontecimientos deportivos, intercalando en sus relatos abundante propaganda oficial. La noche en que Ike Williams, titular de la corona de los livianos, noqueó a José María Gatica apenas comenzado el primer round, “Corner†alcanzó a decir tan sólo: “Empieza el combate, inteligente Gatica, Perón cumple Evita dignifica... cae Gaticaâ€. Según trascendió luego, “El Mono†Gatica –cuyos topetazos con Alfredo Prada conmovían al país– habría subido esa noche al cuadrilátero con varias copas de más.