desde 1900 hasta 1992
Illia
 
 

El 12 de octubre de 1963, Illia asume su cargo. Tiene la misma edad que el siglo y ha nacido en Pergamino, provincia de Buenos Aires. Pero como, recién graduado, Yrigoyen lo designara médico del ferrocarril en Cruz del Eje, fue en Córdoba donde tendría lugar su larga militancia partidaria, llegando a ser vicegobernador de la provincia, gestión ésta interrumpida por la revolución del 43. Es astuto, calmoso y lento, encarando los trepidantes problemas que aquejan al país con la misma pachorra con que atendiera a su modesta clientela pueblerina. Conforma un gabinete íntegramente radical y los comités del partido abastecen la administración pública. Pero los tiempos no están para eso.


Entre las primeras medidas que adopta Illia, figura la anulación de los contratos petroleros suscriptos en tiempos de Frondizi. Por cuanto los mismos han resultado objetables desde un primer momento y su tramitación incluyó aparentemente gruesas irregularidades, la decisión del presidente pareció correcta. Sin embargo, en la práctica, disminuyó la producción de petróleo, el alejamiento de las compañias foráneas no fue compensado por un aumento en la actividad de YPF y, a la larga, determinaría el pago de cuantiosas indemnizaciones a las empresas afectadas.


En noviembre de aquel año, Kennedy es asesinado en Dallas. Nunca se pudo o se quiso establecer quiénes impulsaron el crimen, suscitando toda clase de dudas las conclusiones ofrecidas por la Comisión Warren, formada para investigarlo.


Pronto la CGT presentará a las autoridades un extenso petitorio que, en realidad, configura todo un programa de gobierno, bien distinto del que podrían proponerse llevar a cabo los radicales. Demoraron éstos una respuesta, que no darán nunca.


El mundo gremial asiste a la aparición de una figura, que adquirirá un perfil propio y original: la de Augusto Timoteo Vandor. Metalúrgico peronista, se manejará, no obstante, con creciente independencia respecto a las directivas de Perón, dando origen a una corriente sindical con proyección política que se conocerá como “vandorismoâ€. Lo apodan “El Loboâ€.


En cuanto a Perón, luego de asilarse en el Paraguay pasó a Panamá, donde conoció a una muchacha argentina, que allí llegara como bailarina y que se llama María Estela Martínez. Pero le dicen Isabel Martínez, “Isabelita†o “Chabelaâ€. Perón se casó con ella y se encuentra radicado en España, pues Franco le brinda hospitalidad, en reconocimiento, entre otras cosas, a aquellos cargamentos de trigo suministrados después de la guerra. Ha comprado una propiedad en el barrio residencial de Puerta de Hierro –quinta “17 de Octubreâ€â€“ y recibe a los más variados personajes, principalmente gente del peronismo que acude en pos de su aval, siempre necesario para escalar posiciones dentro del movimiento en que militan. Aunque Perón, consciente de que la distancia afecta su efectivo liderazgo, es deliberadamente ambiguo y frecuentemente contradictorio al momento de definirse. Ello permite la coexistencia de líneas internas discordantes en los cuadros peronistas, a veces relativamente autónomas de la lejana conducción madrileña, tal como ocurre con el “vandorismoâ€. Opuesto al “verticalismo†que encarna José Alonso, dirigente de la industria del vestido que es secretario general de la central obrera.


Sin respuesta a sus reclamos, la CGT inicia un “Plan de Lucha†para sostenerlos. Las etapas escalonadas del mismo prevén la ocupación de fábricas, extremo éste cuya naturaleza anárquica alarma al gobierno y preocupa a los militares.


Los caricaturistas de la época representan a Illia como una tortuga. De allí que los sindicalistas procedan, cierto día, a soltar gran cantidad de esos animalitos en las calles porteñas.


Y un incidente fronterizo agregará su cuota de sobresalto a la situación, si bien ha de resolverse drásticamente, sin intervención de la cancillería. Carabineros chilenos entran a nuestro territorio en la zona de “Laguna del Desierto†y la Gendarmería argentina los rechaza a balazo limpio, muriendo en la escaramuza un oficial chileno, el teniente Merino.


El ministro de Relaciones Exteriores, Miguel ángel Zavala Ortiz, prosigue con acierto la tramitación de otros dos casos, que avanzarán durante su gestión: el acuerdo que, a modo de Concordato, regulará definitivamente las relaciones de la Santa Sede con el Estado nacional y las tratativas entre el país y Gran Bretaña por las Islas Malvinas. Aquél –cuyas bases comenzara a echar Santiago de Estrada durante el gobierno de Frondizi–, estará listo para su firma al caer Illia; éstas, permitirán abrigar falsas esperanzas respecto a recuperar el ejercicio de la soberanía argentina en el archipiélago.


Sin embargo, la política internacional del gobierno resultará menos afortunada en otros aspectos y será objeto de críticas cuando los Estados Unidos invadan militarmente Santo Domingo, a fin de derrocar al presidente Juan Bosch, procomunista. La Argentina, con motivo del hecho, adhiere a la iniciativa norteamericana de constituir una fuerza armada dependiente de la OEA (Organización de Estados Americanos), para intervenir en conflictos de este tipo, con menoscabo del país que, eventualmente, pudiera ser teatro de tales intervenciones. La actitud adoptada levantó fuertes resistencias y la oposición a ella, suscitada en el parlamento, determinó que tampoco se enviaran tropas argentinas al Caribe, según se proponía hacerlo el gobierno .*


En octubre de 1964 llega aquí el general De Gaulle. Y el peronismo utiliza su arribo para movilizarse. Debido a la asonancia que permite confundir ambos apellidos, el público que recibe al militar francés corea indistintamente el suyo o el del líder ausente, gritando a ratos “Degól†y a ratos “Perónâ€. Sin perjuicio de ligar ambos al repetir: “Degól y Perón, un sólo corazónâ€.


Un par de meses después, Perón intenta volver en el marco del denominado “Operativo Retornoâ€. El gobierno logra frenarlo, al conseguir que el avión que lo trae sea detenido en Río de Janeiro. Pero, antes de transcurrir un año (1965), arriba su mujer, “Isabel†Martínez. Quien, luego de conceder una conferencia de prensa en Buenos Aires, realiza una extensa gira por el interior, cuyas etapas sucesivas son otros tantos dolores de cabeza para las autoridades.


La violencia ha comenzado a manifestarse bajo distintos aspectos. Al “Plan de Lucha†de la CGT se suman atentados con bombas, que explotan con frecuencia, teniendo objetivos variados. Se implica al general Iñíguez en conspiraciones peronistas. El estallido de un arsenal clandestino marxista, el 21 de julio de 1964, provoca destrozos, muertos y heridos en un edificio de la calle Posadas, en Buenos Aires. Es detenido uno de los autores del sangriento asalto al Policlínico Bancario, perpetrado en agosto de 1963. Dicho asalto fue llevado a cabo por una fracción disidente de “Tacuaraâ€. Este grupo, encuadrado en la ortodoxia nacionalista que preconiza su figura más destacada, Alberto Ezcurra Uriburu, se ha escindido, en efecto, desprendiéndose de él una rama que adhiere a postulados revolucionarios de izquierda y que comanda José Baxter, siendo autor de aquel asalto y de otras acciones intimidatorias. Para establecer la mayor distancia posible con la rama desgajada y evitar confusiones, algunos miembros de la primigenia “Tacuara†y otros jóvenes, fundan la “Guardia Restauradora Nacionalistaâ€. En esta línea de pensamiento –nacionalismo tradicional–, pero con matices renovados, aparece el periódico De Este Tiempo, entre 1965 y 1966.


El gobierno permanece sumido en una apacible siesta provinciana, participando el Congreso de esa inoperancia: la actividad oficial está casi paralizada. Y el comandante en jefe del Ejército, general Juan Carlos Onganía, observa los acontecimientos con atención mientras, a su vez, la población lo observa a él atentamente. Porque va quedando definitivamente en claro que no es posible manejar una nación moderna tal como se maneja un comité de Cruz del Eje.


Por otra parte, los militares han depuesto, en 1964, al presidente izquierdista del Brasil, Joâo Goulart, sucesor de Janio Quadros. Y, ese mismo año, una revolución derriba en Bolivia Víctor Paz Estenssoro, instalando en el poder al general René Barrientos.


Pero Onganía, luego de haber puesto al Ejército en caja, sostiene la legalidad institucional y sofoca cualquier impaciencia que pueda afectar la estabilidad del gobierno. Así, saca de circulación al general Enrique Rauch, que es uno de los impacientes.








*El caso presentó analogías con el que se registraría en 1994, entre los Estados Unidos y Haití. Con dos diferencias, no obstante: que la actitud argentina –igualmente dócil a la Unión–, no suscitaría mayores resistencias; y que, en esta segunda oportunidad, los norteamericanos actuaron para reponer en el mando a un presidente marxista.



Del 3 al 15 de enero de 1966 se reúne en La Habana la Conferencia Tricontinental de la OSPAAAL (Organización de Solidaridad de los Pueblos de Asia, Africa y América Latina), para coordinar e impulsar la penetración marxista en el Tercer Mundo. “Nahuel Moreno” (Hugo Bressano) y John William Cooke, expulsado del peronismo y ya “comandante” castrista, reclutan a la mayoría de los participantes argentinos. Como subsidiaria de la OSPAAAL se crea la OLAS (Organización Latino Americana de Solidaridad), cuya Primera Conferencia, organizada también en La Habana entre el 31 de julio y el 10 de agosto de 1967, congrega en buena armonía a cabecillas marxistas de diversas tendencias (castristas prosoviéticos, trotskistas y maoístas). En esa oportunidad se fundan: la “Casa de las Américas”, apuntada a operar en el plano cultural, mediante ediciones de libros, revistas y discos, como así también a través de certámenes que otorguen importantes distinciones; y el ELN (Ejército de Liberación Nacional), al mando del “Che” Guevara.


Las incipientes organizaciones guerrilleras argentinas aportan al ELN los siguientes “Sectores”: Sector 1 (FRIP, luego PRTERP, aún trotskista y luego castrista prosoviético); Sector 2 (FAL y luego FAR, de origen maoísta); y Sector 8 (castristas “entristas” en el peronismo, que se dividirán en FAP, “Descamisados”, “Peronismo de Base” y “Montoneros”, para ser absorbidos luego por FAR, con el nombre de “FARMontoneros” y reunirse finalmente bajo la única denominación de “Montoneros”).



En marzo de 1966, Horacio Acavallo logra el campeonato mundial de los pesos mosca.