desde 1900 hasta 1992
devaluación y violencia
 
 

A fin de mayo (1975), Celestino Rodrigo reemplaza a Alfredo Gómez Morales en la cartera de Economía. Y, antes de transcurrir una semana, produce el “Rodrigazoâ€. Se trató éste de una devaluación como no se había conocido otra, en virtud de la cual el dólar pasó de valer 10 pesos a 26. La nafta aumentó un 172,7%.


El sacudón producido por “el Rodrigazo†fue terrible. Aunque en rigor se tratara de un sinceramiento quizá inevitable, lo cierto es que los argentinos no habían tomado conciencia del grado de envilecimiento padecido por su moneda y advertirlo súbitamente significó un impacto durísimo para la población. Aunque todavía se mantendría ajena al fenómeno de la inflación –con la cual pronto se vería forzada a convivir–, ya que el plan de ajuste puesto en vigencia por Rodrigo la mantendría comprimida, si bien a costa de una fuerte pérdida del poder adquisitivo de los salarios.


La CGT asume una posición ambigua a partir de “el Rodrigazoâ€: sostiene a Isabel, dentro de cuyo gobierno va ocupando cada vez más espacio, pero simultáneamente ataca su política económica. El 26 de junio de 1975 realiza una huelga general, en apoyo de la presidenta y como repudio a Rodrigo, que es hombre de López Rega.


En julio, renuncia López Rega y se va del país poco después. También dejan el gabinete Rodrigo, Savino y Rocamora. El vacío de poder determina que los sindicalistas vean aumentado el suyo, en una medida que excede totalmente su ámbito natural de acción y su capacidad, impidiéndoles conducirse con un mínimo de acierto en el plano donde ahora se mueven.


Y la guerrilla prosigue su ofensiva, aunque ha recibido ya varios golpes de consideración. El 2 de agosto, ERP ofrece la libertad del mayor Larrabure –secuestrado en el ataque a la fábrica militar de Villa María– a cambio de la liberación de todos los terroristas presos. Como el gobierno no cede, el cadáver del oficial aparecerá antes de finalizar el mes, con evidencias de haber sido cruelmente torturado: pesaba 34 kilos y murió por estrangulamiento, después de 13 meses de cautiverio.


Al cumplirse el tercer aniversario de los hechos de Trelew, “Montoneros†concluye con fortuna una acción espectacular. Un comando formado por buzos penetra en la base naval de Río Santiago y, mediante explosivos que fija en su casco, hunde la fragata “Santísima Trinidadâ€, que allí se está terminando de construir. Si bien la escasa profundidad del canal permitirá reflotar el buque y concluir su construcción, la acción evidencia los alcances de auténtica guerra que reviste la lucha entablada.


Lucha ésta sin cuartel, por cierto. En la víspera del ataque a Río Santiago, han matado durante su traslado al “oficial†de “Montoneros†Marcos Osatinsky, fugado de Rawson y capturado más tarde. Y, el 2 de septiembre, la propia organización subversiva ejecuta a uno de sus hombres, Fernando Aymal, acusado de haber delatado a Osatinsky, permitiendo así su captura. El mismo día, una bomba colocada en el negocio del peluquero que peina a Isabel Perón, mata a la mujer del portero del edificio y a su hija de 13 años. Al día siguiente, ERP asesina al jefe de Inteligencia de la policía bonaerense, Alfonso Vergel.


Desbordada por los hechos, la presidenta toma una temporada de descanso y asume provisoriamente el gobierno ítalo Argentino Luder, presidente provisional del Senado. Poco antes, el general Jorge Rafael Videla se había hecho cargo de la jefatura del Ejército.


En España son ejecutados 5 terroristas, luego de un juicio en el que se han cumplido todas las formalidades legales. No obstante ello, una oleada de expresiones internacionales adversas se levanta contra Franco. Algo similar ocurre respecto al general Pinochet, al que se hace objeto de encendidas condenas con motivo de los fusilamientos realizados en Chile, también con juicios previos. Estas circunstancias influirán, más adelante, en los militares argentinos, decidiéndolos a proseguir la represión por vías irregulares.


El 5 de octubre, “Montoneros†ataca por tierra y por agua el regimiento de Infantería de Monte 29, en Formosa. La acción es cruenta y los guerrilleros son finalmente rechazados, resultando varios muertos por uno y otro lado. Diez conscriptos fueron ultimados, mientras dormían la siesta o se bañaban en las duchas del cuartel ese domingo por la tarde.


A mediados del mes, reasume Isabel. Y, el 20 de noviembre, muere en España el generalísimo Franco.


El primer día de diciembre, se hacen estallar siete cadáveres de subversivos en el lugar donde fuera asesinado el capitán Viola y su hija, empleándose dinamita. Tres días después, en Paraná, “Montoneros†asesina al general Jorge Esteban Cáceres Monié y a su mujer, secuestrada en un primer momento para proteger la fuga de los agresores.