ciudades y provincias
Rosario. La Imagen
Miguel A. Chiarpenello
 
 

Su emblema fundacional



A mis amigos.



Prologo


Cuando en febrero del año 2010 apareció el libro “La Imagen Olvidada. Rosario antigua: Algo para recordar”, era mi intención resaltar episodios relevantes del pasado rosarino y sus personajes más destacados, pero donde más intentaba interesar era la historia de la primera Imagen de la Virgen del Rosario dado que la gran mayoría de mis conciudadanos ignoraban los orígenes de la ciudad, desconociendo también porqué lleva el hermoso nombre de Rosario. La rápida difusión del libro me impresionó gratamente, compartiendo esa sensación con los impresores y distribuidores. En algo menos que en un año tuvimos que hacer tres ediciones y un suplemento también en vías de agotarse. Por supuesto que todo el mérito es de esa hermosa y artística talla que es la imagen de bulto de la Virgen del Rosario, la primera que en 1731 alrededor de la cual se formó la aldea, el pueblo y la ciudad que la adoptó como su fundadora y de la cual tomó su bello nombre. Perdida, abandonada, sin destino y lamentablemente olvidada luego de su reemplazo en 1773 por la actual imagen ubicada en la Catedral, ella, la primera, la fundadora es encontrada después de más de dos siglos en el Instituto Cristo Rey de la localidad de Roldán a quien le fuera entregada por los descendientes directos de la familia Leiva quienes la habían venerado durante más de 200 años. ¿Podemos pensar que la Virgen dijese lo mismo que en San Nicolás cuando manifestó: “me tenían olvidada pero he resurgido”? Lo expuesto amerita que presentemos un compendio del libro mencionado referido solamente a los hechos principales de la historia de la primera imagen de la Virgen con sus principales actores y su ubicación actual, complementándolo con notas consideradas de suma importancia. Lo titulamos, Rosario. La imagen: Su Emblema Fundacional.


Deseo, surge de lo más profundo de mi espíritu, dedicar el presente extracto a mis amigos. He recibido, con motivo de mi libro, varios cientos de generosas adhesiones no sólo de mis conocidos sino también en un número increíble de entidades culturales, sociales, educativas, similares y de personas de toda condición social, conservo todos sus nombres, que por distintos medios me hicieran llegar su adhesión con palabras tan cálidas, alentadoras y de profunda convicción que pueden provenir solamente de quienes poseen un espíritu abierto y de corazón noble.


Para todos ellos que son y serán siempre mis amigos les dedico con todo cariño este compendio.


Cada uno encontrará en su corazón la verdad sobre este relato histórico que tanto apasiona, interesa y conmueve a los habitantes de la ciudad de Rosario y de su región. Las tinieblas siempre se quiebran y el silencio se rompe cuando agregamos a nuestra inteligencia esa visión de fe que da jerarquía a nuestras ideas, a nuestros afectos y a nuestras obras. Siempre llegará la luz y la verdad resplandecerá.


Miguel Alfredo Chiarpenello