Rosario. La Imagen
Patriotas ilustres
 
 

Miguel Escudero


Miguel Antonio Escudero, sacerdote, doctor en derecho civil y teología en la Universidad de Charcas, dio muestra de muy joven de una profunda espiritualidad acompañada por una inteligencia fuera de lo común. Sus superiores siempre reconocieron su labor. El obispo Manuel Antonio de la Torre lo califica de “discreto y estudioso”. Por su parte el obispo Sebastián Malvar y Pinto “reconoció los notorios avances que se hicieron en la iglesia por los efectos del celo, aplicación y caritativa piedad del cura Dr. Miguel Escudero”. Escudero, tercer párroco de Rosario, fue quien recibió y colocó en el altar el 3 de mayo de 1773, la nueva imagen de la Virgen del Rosario (la segunda) que hoy se encuentra en el camarín de la Catedral y que fuera encargada en la ciudad de Cáliz, España, por su tío el segundo párroco de la parroquia Francisco Cossio y Terán. La imagen costó ochenta pesos fuertes y su tamaño era de media vara de alto. Continuó su tarea pastoral en San Nicolás donde fue sorprendido por una muerte heroica debido a su decidida adhesión a la revolución de mayo de 1810. Las fuerzas marítimas del ejército español recorrían las costas de nuestro suelo buscando víveres para sus soldados en Montevideo, utilizando siempre métodos sumamente violentos sin respetar en absoluto la vida, bienes y pertenencias de los habitantes de la zona costera. En la madrugada del 9 de octubre de 1812 una poderosa escuadrilla española llegó al puerto de San Nicolás y desembarcó una división de 150 hombres poderosamente armados. El comandante de milicias de la plaza Juan Correa, muy inferior en hombres y armas evacuó a la mayor cantidad de familias posibles del pueblo hostilizando dentro de sus posibilidades al enemigo. El asalto invasor se redujo a una acción de saqueo y destrucción de la villa que se mantuvo hasta entrada la noche. En esas circunstancias Escudero fue muerto a bayonetazos por los marinos españoles. Al día siguiente continuó el ataque terminando de destruir totalmente el poblado. En el libro de Defunciones del archivo parroquial se dejó registrado que “El nueve de octubre de mil ochocientos doce murió de una estocada el presbítero don Miguel Escudero, que le dieron los enemigos de la patria en el asalto que hicieron a este pueblo de San Nicolás de los Arroyos. Fue sepultado en el presbiterio de esta iglesia”. Escudero fue un religioso más que dio su vida por nuestra independencia.



Julián Navarro


El padre Julián Navarro nació en la ciudad de Buenos Aires el 16 de febrero de 1777 y murió en Santiago de Chile el 4 de septiembre de 1854. Estudió en el Real Colegio de San Carlos y en el colegio Monserrat de Córdoba, doctorándose en Sagrada Teología en la universidad cordobesa. Producida la revolución de mayo de 1810, Navarro entonces cura de la parroquia de Rosario manifiesta su total adhesión a la Primera Junta. Fue uno de los primeros patriotas que aportaron sus auxilios pecuniarios a la obra emancipadora ya que puso al servicio de ese movimiento todos sus bienes. Fue cabildante el 22 de mayo de 1810. En febrero de 1812 llega el General Manuel Belgrano a Rosario y el padre Navarro convoca a los vecinos y ofrece materiales, herramientas y la ayuda de todos para la construcción de la batería a orillas del Paraná. El mismo Navarro a pocos metros de la iglesia parroquial bendice el 27 de febrero de 1812, la bandera celeste y blanca que crea y enarbola por primera vez Belgrano en la batería Libertad.


En el combate de San Lorenzo se presentó como voluntario al General San Martín y se desempeñó como capellán en el regimiento de granaderos. Reconociendo su dedicación el Gran Capitán afirmó: “el benemérito párroco Julián Navarro se presentó con valor animado suministrando auxilios espirituales en el mismo campo de batalla”. Cura de San Isidro en 1814 es designado en 1817 capellán del ejército de Los Andes yendo a Chile donde acompaña al Libertador en toda su campaña en ese país cumpliendo una loable labor en las batallas de Chacabuco y Maipú. Rector del seminario de Santiago de Chile en 1819 es posteriormente nombrado párroco de la catedral de la ciudad capital de ese país. Una calle al oeste de la ciudad, lleva su nombre. El padre Julián Navarro está unido fuertemente a la lista de los ilustres patriotas argentinos. Placa de Bronce que recuerda al Padre Julián Navarro en el Atrio Iglesia Catedral