Tomas Falkner en el Pago de los Arroyos
Los hermanos Montenegro
 
 

La historia del surgimiento de los núcleos urbanos del Pago de los Arroyos se entreteje con la historia cultural de la Compañía de Jesús. Ejemplo de ello es el destino de los hermanos Montenegro: Santiago, fundador de Rosario, y Juan, misionero jesuíta. El primero, estudiado por Alberto Montes, y el segundo, por el P. Guillermo Furlong. Eran hijos de Clemente de Montenegro, de Santiago del Estero, y de Juana Cervantes Villavicencio, de Santa Fe. Juan nació en Santa Fe en 1696. Santiago probablemente era mellizo.


Santiago llegó al Pago de los Arroyos en 1724, a los 28 años de edad, radicándose en la legua de Domingo Gómez Recio, en lo que es hoy la Bajada Sargento Cabral, trabajando como fletero, con seis carretas y sesenta bueyes, dedicándose también a la ganadería y al cultivo de trigo, y explotando además una pulpería. Casóse con Bernarda Farías, nieta de Antonio Ludueña, y en 1741 adquirió la fracción de campo donde había edificado su vivienda. Con la muerte de Domingo Gómez Recio, seguida del párroco Ambrosio Alzugaray y de otras personas vinculadas a la capilla, una época, la del poblamiento rural, llegaba a su fin, y una nueva, la de los nucleamientos urbanos, alboreaba. Los vecinos de los Arroyos propusieron de inmediato a las autoridades eclesiásticas la designación de Santiago Montenegro para atender la Capilla Parroquial de Ntra. Sra. del Rosario. Al año siguiente, 1745, llega el nuevo cura presbítero Cossio y Therán, y Montenegro se dedica a recoger limosna para la fábrica de su capilla, la que construye con paredes de adobe y techo de paja y levanta en el mismo lugar de la capilla particular de Domingo Gómez Recio. En 1752 quedaba terminada y habilitada la nueva Capilla.


Cinco años después. Montenegro era designado Alcalde de la Santa Hermandad, cargo que mantuvo hasta poco antes de su muerte. El 12 de noviembre de 1757 produjo un acto de gran trascendencia. Escrituró, en carácter de donación a la Curia, el edificio de la iglesia parroquial que había construido, el terreno y el huerto adyacente. Poco después vendió fracciones de su propiedad a Francisco Lucena y a Nicolás Romero. Por su parte, las hijas, en ocasión de sus casamientos, habían recibido en dote los bienes que les hubieran correspondido por herencia. Posteriormente, otras fracciones fueron transferidas a Martín Cardozo, preceptor de primeras letras, y a Isidro Gómez Recio. Santiago Montenegro otorgó testamento el 23 de octubre de 1771. Se presume que fallece poco tiempo después.


Por su parte su hermano Juan (1696 - 1761) ingresó en la Compañía de Jesús en 1711. Dos años después hacía sus votos simples. De 1713 a 1716 cursó Filosofía y de 1716 a 1720 Teología. El año 1721 es el de la Tercera Probación, y de 1723 a 1738 misionó entre los indios Chiquitos del Alto Perú. Las Reducciones de estas Misiones se habían establecido en 1692 en San Javier, a sesenta leguas de Santa Cruz de la Sierra; en 1696 la de San Rafael; San José en 1697, San Juan Bautista en 1699, La Concepción en 1709, San Miguel en 1718 y San Javier, entre los indios ugaroños, cucutades y zatienos, en 1720. Se sabe que el P. Juan Montenegro, en 1738, leía "el Butrón", la "Harmónica Vida de Santa Teresa", del P. José Antonio Butrón y Mujica. De 1739 a 1741 fue Rector del Colegio de San Miguel de Tucumán, y de 1742 al 44 Rector del Colegio Grande de San Ignacio, en Buenos Aires. Se conocen algunas piezas de su correspondencia, como la extensa carta al Procurador General P. Ladislao Orosz, "Breve Noticia de las Misiones...", fechada en Buenos Aires el 15 de agosto de 1745. Una carta de 1751, desde Córdoba, al P. Manuel García, y otra del 10 de agosto del mismo año, desde Buenos Aires, al P. Sebastián Garau, que estaba en San Miguel del Carcarañá. En ella le dice: "Si viese ahí a mi hermano Santiago, salúdemelo V.R. con todo afecto y dígale que me compre unos pejerreyes, que he oído decir que hay allí muchos". Otra carta en 1752 al P. Matías Strobel, y una última, de junio de 1761, año de su muerte, ocurrida en Córdoba el 11 de agosto, al Capitán de Mar y Tierra don José de Villanueva Pico. Después de su deceso, los papeles de Juan Montenegro pasaron al P. José Guevara, cronista de la Provincia Jesuítica del Paraguay.


Tuvieron un tercer hermano, llamado Pedro, del que hay muy pocas noticias. Una de ellas, que consigna Juan Alvarez, dice que era dueño de carretas y que estaba ausente "con tráfico en su comercio del Paraguay". Evidentemente, nada tiene que ver con el jesuita español Pedro Montenegro (Galicia, 1663 -Doctrina de Mártires, 1728), médico y botánico, autor de la famosa "Materia Médica Misionera".