Así fué Mayo (1810-1814)
Advertencia
 
 

Muchos hablan, ahora de Mayo con suficiencia dogmática, en discursos académicos y de otra índole, quedando sus oyentes en ayunas respecto de lo que, verdaderamente, fue aquella magna revolución rioplatense. Los ingredientes sociológicos que la determinaron y le dieron predicamento continental, así como sus contemporáneos efectos políticos: nacionales e internacionales, brillan por su ausencia en aquellas tenidas de propaganda facciosa. En tanto el país real duda y se encoge de hombros —escéptico, socarrón—, intuyendo el burdo fraude a la verdad pretérita que esconde la leyenda racionalista que se propala.

Con el propósito de contribuir al esclarecimiento de tan sofisticado mito, me atrevo a publicar la presente reseña historiográfica de hechos perfectamente conocidos por los especialistas. Conocidos; pero además, probados ("res non verba"). A cargo de los lectores queda la interpretación sobreentendida del drama epónimo. El trabajo —debo advertirlo— no revela nada propiamente inédito sobre el tema. No es trabajo de investigación, por cierto. Solo pretende ordenar en síntesis, a través de irrefutable bibliografía, el contradictorio e imprevisto eco revolucionario que tuvo Mayo en los pueblos que formaban el antiguo virreinato del Río de la Plata —además de su Capital—, de 1810 hasta 1814. Versión abreviada —ésta que hoy se edita — de las clases que, como profesor adjunto de la materia, dicté en las aulas de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de La Plata hace algo más de un lustro. No pocos de los capítulos que componen el presente ensayo vieron la luz, separadamente, en publicaciones de corta tirada o en revistas universitarias de la especialidad, donde, bajo mi firma, fueron apareciendo desde el año 1950, diversas partes de este trabajo que recién ahora se edita entero.

Aclarados así, en pocas palabras, los alcances pedagógicos tenidos en vista, me atrevo a abordar de inmediato —y sin más preámbulos— el asunto histórico de fondo, del que me ocuparé enseguida.

Federico Ibarguren