Sáenz Peña La revolución por los comicios
Miguel Angel Cárcano
 
 

La vocación de escritor es en Cárcano más fuerte que la de político o diplomático. Así lo revela este “Sáenz Peña - La Revolución por los Comicios”, que le sirve para instalarse en la escena de la Argentina del Centenario —que vivió de muy joven— y evocarla con un vigor, un relieve y una vibración tan intensos que el lector vive esa época, siente su atmósfera y late al impulso de la euforia radiante y un tanto pueril que embarga a su pueblo. Como en un gran friso Cárcano despliega el cuadro multiforme de la Nación en marcha, imbuida de grandeza e inflamada de patriotismo. Buenos Aires de pronto ha dejado de ser la Gran Aldea y se viste de fiesta para celebrar los cien años de vida independiente que cumple la República. Su capital, iluminada y opulenta, regocijada y a la vez sorprendida de su transfiguración, marca el ritmo del país y el tono de sus sentimientos y de su espíritu.


Este es el país de Sáenz Peña. En él se encuadra su figura y se mueven y actúan los personajes que lo rodean, amigos y adversarios; el mundo social, político, intelectual y artístico de un período completo de la vida nacional. Cárcano lo aprehende con arte, simplicidad de medios y encantador estilo. Lector de Ranke y de Carlyle, recrea la acción reguladora y orientadora de los hombres más representativos del momento. Su galería de próceres y políticos, retratos sin retoques ni desfiguraciones, son de una autenticidad y fuerza extraordinarias, Pero la importancia que el autor da en su libro a los hombres como actores y motores de las instituciones lo lleva al seguro camino de las ideas que ellos sostienen y de los intereses que representan. Aparece entonces el ensayista que traza el esquema y estudia la evolución de los partidos desde Caseros hasta el Centenario. Ni su conocida formación, ni su tradición familiar lesionan la independencia de juicio para señalar la penosa ascensión del país hacia estructuras políticas más evolucionadas.


El papel que en esta evolución cumple el pueblo es analizado con realismo. El pueblo, ausente del gobierno, es soldado abnegado que nunca pide ni pregunta nada en las luchas casi siempre sangrientas por el poder. Sus aspiraciones y sentimientos no cuentan para los gobernantes de turno. Los vicios y las desviaciones de los conductores, como las imperdonables omisiones de los nuevos profetas, merecen en las páginas del libro la exposición serena y sin acrimonias como una lección a aprender. El sufragio universal, secreto y obligatorio es la puerta grande que abre al actor olvidado su entrada en escena. Cuando el pueblo irrumpe, el cuerpo de la República cambia de postura y siente desazones y dolores que durarán hasta que llegue el equilibrio inevitable.


La figura del presidente de la ley epónima es, claro, el protagonista de este libro. El hombre, el político, el diplomático, el gobernante; su naturaleza, su inteligencia, su carácter están dibujados con trazos frescos y nítidos como si se aproximaran a su verdadera vida, “Sáenz Peña - La Revolución por los Comicios” no es una biografía novelada aunque tiene gran parte de sus rasgos. No es un ensayo aunque penetra hondo en el análisis de acontecimientos históricos y movimientos sociales. No es un libro de investigación histórica pura aunque revela la erudición propia del investigador naciente. ¿Qué es entonces? “Los hechos que se refieren al pasado —dice Strachey— si se reúnen sin arte, son sólo complicaciones, y las complicaciones, sin ninguna duda, pueden ser muy útiles, pero no son historia, del mismo modo que el aceite, los huevos y el perejil no son una tortilla.” Creemos que con el “Sáenz Peña” de Cárcano ofrecemos al lector la obra de un artista que ha tomado un período de nuestra vida y lo ha volcado con amor de argentino en las páginas de este libro singular.


El Editor




Librería y editorial Nuevo Cabildo


Buenos Aires


1963