La política internacional en el pensamiento de Juan Perón /1947-1948
La “Nueva Argentina” y su "tercera posición"
 
 
1. El tiempo de Perón


Desde los comienzos hasta el final de sus períodos gubernativos, siempre aludió a la nueva época que prometía imponer basada en la justicia social, la independencia económica y la soberanía política. Según sus conceptos la República alcanzaría una etapa de felicidad que lograría instaurar otro país distinto al de entonces. En el discurso pronunciado al cumplirse su noveno año de gobierno, dijo: “Cuando hablamos de la nueva Argentina, hablamos de un pueblo nuevo, de una patria nueva” (4 de junio de 1955). Era la “Nueva Argentina”. Por tal motivo colocamos ese título a nuestra obra que publicó la Colección “Memorial de la Patria” (1).

Desde el punto de vista económico-social, los trabajadores experimentaron una mejoría en su nivel de vida, pero fueron perjudicados los terratenientes porque el IAPI (que ejercía el monopolio del comercio gubernamental) les compraba sus productos a bajos precios. El PBI creció al 12,6% en 1947, pero se produjo un incremento de la inflación en 1948 que alcanzó el 15,5%. Hacia 1948, la Argentina nacionalizó los ferrocarriles de propiedad británica pagándolos con exceso y lo mismo hizo con el muelle del puerto de Buenos Aires, que pertenecía a los franceses. En julio de 1947, Perón saldó toda la deuda exterior argentina y lo celebró con un gran ceremonia en la que dio a conocer la Declaración de la Independencia Económica (2). En el orden internacional, recalcaba que entre el individualismo occidental y el camino colectivista pretendía establecer “una tercera posición ideológica tendiente a liberamos del capitalismo sin caer en las garras opresoras del colectivismo “. Esta era su pregonada “Tercera Posición”, que se expresaba en los órdenes económico, político y social (3).


2. Vigencia en la Historia nacional contemporánea

Se presentaban las aspiraciones con una exagerada exaltación que a veces se sentía la impresión de estar fuera de la realidad del país. Sin embargo, desde hace 55 años la actualidad nacional argentina está impregnada de Perón. Cuando se analizan los grandes problemas que nos afectan siempre está presente el peronismo, ya sea para reconocer su aportación o para lamentar el camino por donde orientó al país. Nosotros afirmamos en nuestra obra que “la realidad peronista estimula e irrita. Es un ente político cuya vigencia en la historia nacional de nuestro tiempo está cargada de genialidades y mezquindades. Es grandiosa y mísera a la vez. Es lugar de referencia, de contraposiciones y de litigio. En fin, el gobierno de Perón integra ontológicamente la Argentina contemporánea. De ahí que nadie puede permanecer indiferente cuando se lo trae a colación” (4).

Pero los opositores no fueron más felices, pues adoptaron una actitud de cruda detracción. Esperaban que Perón cayera desde los comienzos porque consideraban que todo cuanto hacía era provisional y demagógico. Después, con el correr de los años no supieron ver ni aprovechar después los logros alcanzados y cuando Perón fue derrocado en 1955, muchos de ellos creían que el país aun estaba como era en 1943. Estratégicamente, Perón se esforzó por lograr y mantener un protagonismo personal que le permitiera ejercer el liderazgo político. Comenzó por conquistar y obtener el apoyo del movimiento obrero, cuya fuerza había logrado apreciar desde que asumió la Secretaría de Trabajo y Previsión durante la Presidencia del Gral. Parrell.

El 27 de setiembre de 1947 Perón fue invitado a almorzar a la Embajada de España en compañía de su esposa Mana Eva Duarte, y también asistieron otros funcionarios. El titular de esa representación diplomática era José Mana de Areilza, quien en un informe “Confidencial y Reservado” a su Cancillería proporciona detalles de este encuentro que, a su criterio “transcurrió en un ambiente de franca cordialidad”. Al terminar el almuerzo, dice el diplomático que encontró la “ocasión de hacer un aparte con el general Perón, que tuvo una hora y media de duración y en el cual pasamos revista a diversos asuntos” (5).