La política internacional en el pensamiento de Juan Perón /1947-1948
Posibilidad de una tercera guerra mundial
 
 
Perón siempre pensaba en la posibilidad de una tercera contienda mundial. Quizá tenía la esperanza de que una equidistancia en las disputas -o 'Tercera Posición”- beneficiaría económicamente al país, como ocurrió con la neutralidad que se observó durante la Segunda Guerra. En enero de 1948 le manifestó al embajador español que un preludio de esa guerra era la actitud de la Unión Soviética por su ayuda a los guerrilleros griegos y su participación en los conflictos de Checoeslovaquia, Norte de Italia y Persia, “con objeto de realizar verdaderas diversiones estratégicas y cansar la iniciativa del enemigo”. Estimaba que la guerra prácticamente había empezado, “aunque de una manera neta y sinuosa bajo la máscara y tapadera de una guerra civil”. Era tan profunda la preocupación del Presidente ante esa eventualidad que afirmó textualmente: “había que dejar incluso la realización del Plan Quinquenal (...) para consagrarse por entero a una preparación moral y psicológica del país ante la guerra”, que consideraba inevitable y próxima (36).

En otra entrevista en abril del mismo año, Perón volvió a referirse a la eventualidad de una próxima guerra. Repitió que el Estado Mayor yanqui estaba preparándose activamente, pues ha realizado “numerosos acopios e inclusive puesto un gran ejército aerotransportable para dicho fin”. Pero la inminencia de la elección presidencial en los EE.UU. no le permite a los ciudadanos preocuparse por ese tema, pues “es difícil arrastrar a un pueblo así a una guerra preventiva”. A juicio de Perón, a la propaganda yanqui le hace falta “el montaje psicológico”, pues sólo está basado en el “anticomunismo” y “solamente se puede marchar a la guerra cuando se ha producido un acontecimiento provocado”, como Pearl Harbor o una voladura en el Maine para “para lograr un efecto, choque y conmoción profundos en la opinión pública “ (37).