período hispánico
intendencias
 
 
El Virreinato del Río de la Plata comprendía los actuales territorios de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, y partes de los territorios del Brasil (sur) y Chile (sur y norte). Con su creación se había conseguido reducir las dimensiones del Virreinato del Perú, pero la inmensidad de estos dominios seguía siendo un problema que dificultaba el efectivo control que deseaba la corona española. Por eso, el rey borbón Carlos III, en 1782 dictó una Real Ordenanza dividiendo al flamante virreinato en ocho Intendencias.

En el actual territorio argentino se establecían tres intendencias y una provincia subordinada: Misiones. Las intendencias fueron la de Buenos Aires, que comprendía la provincia de Buenos Aires, el litoral y toda la Patagonia; la de Córdoba del Tucumán, con jurisdicción sobre las actuales provincias de Córdoba, San Luis, Mendoza, San Juan y La Rioja; y la Intendencia de Salta del Tucumán que abarcaba a Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca, Salta y Jujuy. Al frente de cada Intendencia estaría un Gobernador Intendente. En el caso de Buenos Aires, se hizo cargo el propio virrey.

Las otras intendencias creadas dentro del Virreinato del Río de la Plata fueron las de Paraguay, La Paz, Cochabamba, Charcas y Potosí. Además se crearon las provincias subordinadas de Moxos y Chiquitos (en la actual Bolivia) y Montevideo (en el Uruguay, por entonces conocido como la Banda Oriental).

Los Gobernadores Intendentes eran nombrados directamente por el rey y duraban cinco años en su cargo. El Cabildo, que hasta entonces funcionaba como la autoridad más importante de las ciudades, perdió poder a raíz de esta nueva normativa real porque los Gobernadores Intendentes, invadían algunas competencias de aquellos, pues que debían hacer un poco de todo: podían actuar como jueces en causas civiles y criminales, percibían los impuestos y contabilizaban los ingresos públicos, se encargaban de la seguridad pública y de la limpieza de las ciudades, y además albergaban y mantenían a las tropas militares. El mando y la decisión de la guerra, no obstante, seguían siendo facultades privativas de los virreyes.

El régimen de las intendencias siguió funcionando aun luego de producida la Revolución de Mayo en 1810, hasta que, por un Reglamento dictado por la Junta Grande, del 10 de febrero de 1811, los intendentes fueron reemplazados por Juntas Provinciales y los gobernadores por Juntas Subalternas, aunque manteniéndose su sujeción a un poder central, en este caso de la propia Junta de Buenos Aires.