Citas

1. Bs. As., 1962, p.7


2. Estudia despaciosamente este punto PEDRO BORGES, O.F.M., Métodos en la cristianización de América. Siglos XVI, Madrid, 1906, p. 219 y sig. A su vez Lino Gómez Cañedo alude a la obra reduccional de los franciscanos, dominicos y agustinos de mediados del siglo XVI para adelante en Guatemala, Méjico y Venezuela Evangelización y conquista • Experiencia franciscana en Hispanoamérica, México, 1577, págs. 111-112).


3. AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 26.


4. EMILIO LISSÓN CHAVES, La Iglesia de España en el Perú, vol. III, Sevilla. 1944. p. 550.


5. Carta a Su Majestad, Córdoba, 17-111-1609 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 26).


6. El P. Francisco de Ángulo al P. Juan de Atlenza, Santiago del Estero, 27-XI-1585 (ANTONIO DE EGAÑA, Monumenta Peruana, t. III, [1581-1585], Roma, 1961, p. 719).


7. Véase en la Información hecha por orden de Ramírez de Velasco en Santiago del Estero, a 11-X1-1586, la deposición de Francisco de Carvajal acerca de los padres Ángulo y Barzana: “...de pocos días a esta parte fundaron en esta ciudad la casa de la Compañía del nombre de Jesús” (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 26).


8. Hernando de Montaldo a Su Majestad, Bs. As., 23-XII-1587. (AGI, Ib., 38).


9. Crónica anónima de 1600, publicada por FRANCISCO MATEOS, S.J., Historia de la compañía de Jesús en la provincia del Perú, t. II, Madrid, 1944, p. 433. De esta crónica dice su editor el P. Mateos, que es “la primera” historia de la Compañía de Jesús en el Perú, “y de quien las otras dependen” (t. I, p. 78).


10.T. II, p. 437,


11.ARSI, Peruana Litterae Annuae, Perú, 12, f. 57 v.


12. Synopsis chronologica Historiae Paraquariae, con Introducción del P. Nicolás del Techo, vol. ms. del ABN, Madrid (Vª 26-10).


13. Así NORMAN MEIKLEJOHN, “Una experiencia de evangelización en los Andes. Los jesuitas de Juli (Perú) - Siglos XVII-XVIII”, Cuadernos para la historia de la evangelización en América Latina, Cuzco, 1986, p. 121. También PABLO HERNÁNDEZ, Organización social de las doctrinas guaraníes de la Compañía de Jesús, t. I, Barcelona, 1913, p. 437; “Sin temeridad se puede... considerar, la doctrina de Juli como un ejemplar que debe contarse entre los orígenes de las doctrinas del Paraguay.”


14. N, MEIKLEJOHN, Ib., págs. 123-124.


15. GUILLERMO FURLONG, Misiones y sus pueblos de Guaraníes, Bs. As., 1962, págs. 185-186.


16. E. P. Claudio Aquaviva al provincial del Perú P. Rodrigo de Cabredo, Roma, 9-11-1604 (ARSI, Peruana 1: Epist. Gen. [1584-1618] f. 194).


17. El P. Diego de Torres a Su Majestad, Bs. As., 17-V1-1610 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 146).


18. El P. Diego de Torres a Su Majestad, 30-VI-1610 (AGI, Ib.). El texto del exhorto de Hernandarias y la respuesta del P. Torres, en PEDRO LOZANO, Historia de la Compañía de Jesús en la provincia del Paraguay, t. II, Madrid, 1755, págs. 813-817.


19. Hay una Relación del martirio de los padres Roque González de Santa Cruz, Alonso Rodríguez y Juan del Castillo, de la Compañía de Jesús, padecido en el Paraguay a 16 de noviembre de 1628, por el P. Juan B. Ferrufino, sin fecha (ARSI, Fondo Gesuitico, 851).


20. AAS, 26 (1934) 82-92. Publicó el texto da los procesos compilados entre los años de 1629 a 1631, el P. JOSÉ MARÍA BLANCO, Historia documentada de la vida y gloriosa muerte de los padres Roque González de Santa Cruz, Alonso Rodríguez y Juan del Castillo, de la Compañía de Jesús, mártires del Caaró e Yjuhi, Bs. As., 1928, págs. 363-457.


21. AICA, Bs. As., 19-V-1988, a. XXXII, n° 1639, p. 19.


22. AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 2.


23. Carta anua del P. Salvador de Rojas, Lorato, agosto de 1691 (ABN, Río de Janeiro, 1-29, 7, 63).


24. Memorial y estadísticas que presentó el P. Francisco Burgos, a. 1708 (AGI, Sevilla,


25. Audiencia de Charcas, 381, en manuscrito: Audiencia de Charcas, impreso).


26. José Cardiel y su carta-relación (1747) (GUILLERMO FURLONG, Escritores coloniales rioplatenses, II, Bs. As., 1953, p. 131).


27. ARSI, Paraq. 14, Varia histórica, a. 1754.


28. ARSI, Ib.


29. José Cardiel cit., págs. 153-156.


30. “The Guaraní Missions and the segregation policy of the Spanish Crown”, AHSl, 30 (1961) 367-417.


31. G. FURLONG, Misiones y sus pueblos de Guaraníes cit., p. 293.


32. José Cardiel cit., p. 131.


33. ARS1, Fondo Gesuitico, vol. 1486, busta 3, doc. 3.


34. Descripción e historia del Paraguay y del (tío de la Plata, t. I, Madrid, 1847, págs. 282 y 286.


35. ARSI, Paraq. 14, f. 28v-29.


36. Carta-relación cit., págs. 179-181.


37. Carta-relación cit, págs. 134-136; cf. también la Breve relación de las Misiones del Paraguay, escrita después de 1768, y que se conserva en el ARSI, Paraq. 14, f.20 y sig.


38. ANTONIO RUIZ DE MONTOYA, Conquista espiritual hecha por los religiosos de la Compañía de Jesús en las provincias del Paraguay, Paraná, Uruguay y Tape, Madrid, 1639, p. 64. Fue mérito de los jesuitas la frecuencia de la comunión entre los indios. Cf. CONSTANTINO BAYLE, “La comunión entre los indios de América”, Missionalia Hispánica, Madrid, 1 (1944) 13-72.


39. Carta-relación cit., Págs. 135-136.


40. JOSÉ CARDIEL, Declaración de la verdad, Bs. As., 1900, n» 105.


41. Cf. RAÚL A. MOLINA, “La obra franciscana en el Paraguay y Río de la Plata”,


42. Missionalia Hispánica, Madrid, 11 (1954) 361-365. NICOLÁS DEL TECHO, Historia de la provincia del Paraguay, t. IV, Madrid, Asunción, 1897, págs. 209-212, trae la carta del Card. Lugo a Urbano VIII con las razones que fundamentan su dictamen. Cf. también a C. MORELLl, Fasti novi Orbis, Venetiis, 1776, p. 409; P. CHARLEVOIX, Historia del Paraguay, t. II, Madrid, 1912, págs. 328-331.


43. P. LOZANO, Historia de la Compañía de Jesús, t. II, Madrid, 1755. Págs. 136-141.


44. Santos Mártires del Caaró, 21-1V-1635 (ABN, Río de Janeiro, I-29, 7, 48).


45. Relación de 1640 (ABN, Río de Janeiro, 1-29, 7, 29).


46. ABN, Río de Janeiro, 1-29, 7, 66. También el P. Antonio Sepp en 1693, desde Santa María de Fe: “No tengo lugar para referir por menor todos los favores que hace esta soberana Señora a nuestros indios. No en vano claman a esta Madre de misericordia aun los menos crédulos... Tenemos muy recientes pruebas de su benignidad” (Rev. Estudios, Bs. As., 28 [1925] 55).


47. De los indios de las primeras reducciones contaba el P. Ruiz de Montoya en 1639: “Al rayar del día en todo el año oyen misa, y desde la iglesia acuden al trabajo, que logra muy bien preparación tan religiosa” (Conquista espiritual cit., P. 64).


48. ABN, Río de Janeiro, I-29, 7, 47.


49. Lo que costaba el aprendizaje a los más lo pone de manifiesto esta nota da la época de la expulsión: “Los indios en su lengua cuentan solamente hasta cuatro. Para decir cinco dicen Petay po: esto es, una mano, y muestran los cinco dedos; para 6, una mano y un dedo, etc.; para diez, dos manos; para 20, manos y pies, y de aquí arriba dicen Heta, muchos” (Breve relación: ARSI, Paraq., 14, f. 24v).


50. J. CARDIEL, Carta-relación cit., págs. 173-174; Breve relación, Ib., f. 21v-24v.


51. Carta-relación cit., p. 125.


52. No se admitieron corregidores españoles, pese a todas las tentativas por imponerlos (cf. P. HERNÁNDEZ, Organización social cit., t. I, págs. 117-120). Se conserva un dilatado Memorial jesuita, de Asunción, 10-V-1653, en que se prueba “que lo mismo fuera ponerles corregidores españoles, que darles ocasiones de Inquietudes y alborotos” (ABN, Río de Janeiro, I-29, 2, 3). También prohibió la Audienica que se nombrasen, sin su consentimiento, tenientes de gobernadores (La Plata, 10-XII-1629: AN, Asunción, Historia, 2, f. 13-15).


53. Carta relación cit, págs. 137-138.


54. Conquista espiritual cit., p. 64v.


55. Bs. As., 9-1-1644 (AMP, 5, 2 [193] 156)


56. Carta-relación cit., p. 157.


57. Ib., págs. 160-161.


58. ARSI, Paraq. 2, Epist. Gen., f. 87v. Escribió sobre este argumento ORESTE PO-PESCU, El sistema económico en las misiones jesuíticas, Bahía Blanca, 1952. Cf. también a G. FURLONG, Misiones cit., p. 397 y sig.; 449 y sig.


59. Conquista espiritual cit., p. 64v.


60. Carta-relación cit., págs. 138-139.


61. Carta-relación cit., págs. 139-146.


62. Conquista espiritual cit., p. 64v


63. Véase también la Breve relación (ARSI, Paraq. 14, f. 21).


64. N. AZARA, Descripción e historia cit., I, p. 282. Cardiel trata este argumento con más espacio (Carta-relación cit., págs. 165-168); también la Breve relación (ARSI, Paraq. 14, f. 20v-21).


65. G. FURLONG, Misiones cit., p. 484. Véase también a C. LEONHARDT, “La música y el teatro en el tiempo de los antiguos jesuitas de la provincia de la Compañía de Jesús del Paraguay”, rev. Estudios, Bs. As., 20 (1924) 128-133; 203-214.


66. Santos Mártires del Caaró, 21-IV-1635 (ABN, Rió de Janeiro, I-29, 7, 48).


67. Conquista espiritual cit., p. 64v.


68. ABN, Río de Janeiro, 1-29, 7, 51.


69. Carta-relación cit., págs. 117-118.


70.  G. FURLONG, Misiones cit., págs. 284-285.


71.  Carta-relación cit., p. 178.


72. Relación de 18-X-1631 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 28).


73. Relación del P. Pedro Romero, reducción de Acaray y de la Natividad de Nuestra Señora,             18-X-1631 (AGI, Ib.).                 


74. AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 131.


75. La documentación de esta visita puede verse en el vol. III de la Historia de la Iglesia en la Argentina, p. 67 y sig.


76. Revista del Archivo General de Buenos Aires (Manuel Ricardo Trelles), 1 (1869) 260-262.


77. AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 131.


78. AGI, Ib.


79. P. PASTELLS, Historia de la Compañía, I, p. 286.


80. Véanse los Annaes do Museu Paulista, t. I, parte 2ª: Documentaçao, Sao Paulo, 1922, Introducción de Alfonso de E. Taunay: “Al paso que los papeles portugueses son sobre modo escasos, lagunosos y sobrios acerca de las luchas de las banderas con los españoles, abundan los de origen castellano... Para el estudio del pasado paulista tiene Importancia capital la documentación española en la parte relativa a la expansión bandeirante” (p. 137).


81. Así la describe el obispo electo de Buenos Aires, fray Cristóbal de Aresti, en carta al Papa, Bs. As., 30-IX-1637: “En el Brasil hay una ciudad (sujeta a un prelado que no es obispo) que se llama San Pablo; en esta se han juntado un gran número de hombres de diferentes naciones, ingleses, holandeses, judíos, que haciendo liga con los de la tierra, como lobos rabiosos, hacen gran estrago en nuevo rebaño de Vuestra Santidad, cual es los Indios nuevamente convertidos e este obispado del Río de la Plata, y en el del Paraguay, entrando en ellos con espíritu diabólico a caza de indios...” (AGN, Río de Janeiro, I-29, 1, 72).


82. VICENTE D. SIERRA, Historia de la Argentina, t. II, Bs. As., 1957, p.122.


83. Véase en la obra de EFRAÍM CARDOZO, El Paraguay colonial - Las raíces de la nacionalidad, Bs. As., 1959, el párrafo La rivalidad entre las dos provincias (Págs. 129-133).


84. G. FURLONG, Misiones cit., Págs. 110-111; 117-118.


85. Mameluco es el hijo de portugués e india, según referencia del P. Antonio Fon-seca (PABLO PASTELLS, Historia de la Compañía de Jesús, t. I, Madrid, 1912, p. 453, nota 1). Véase también a FRANCISCO MATEOS, “Avances portugueses y misiones españolas en la América del Sur”, Missionalia Hispánica, Madrid, 5 (1948) 473: “En el Brasil [los mamelucos] se llamaron, sobre todo más adelante, bandeiras, y a los que las ejecutaban, bandeirantes, y también pombeiros, sertonistas, nombre derivado de sertao o sertón, con que designaban los portugueses la selva o monte habitado por salvajes, o simplemente esclavistas, análogos a los negreros de Angola”.


86. AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 112


87. A. RUIZ DE MONTOYA, Conquista espiritual cit., Págs. 45v-46; también FRANCISCO JARQUE, Ruiz de Montoya en Indias, Vol. III, Madrid, 1900, p. 25 y sig.


88. AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 7.


89. Annaes do Museu Paulista, Sao Paulo, 2, 2 (1925) 313.


90. Cf. Historia de la Iglesia en la Argentina, Vol. II, págs. 280-287.


91. Annaes do Museu Paulista, Sao Paulo, 2, 2 [1925] 287.


92. Conquista espiritual cit. p. 94 y sig.


93. Carta anua. Córdoba, 13-V1I1-1637 (Cartas anuas - Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de Investigaciones Históricas, Documentos para la Historia Argentina, t. XX [1615-1637]: IGLESIA, Bs. As., 1929, págs. 623-624).


94. ABN, Río de Janeiro, I-29, 1, 18.


95. ARSI, Paraq. 2, Epistolae Generallum (1622-1639), f. 80-80v.


96. Ib., f. 104v; 112v.


97. Ib., f. 129.


98. Cartas anuas cit., t. XX, p. 549.


99. Ib., págs. 550-551.


100. P. HERNÁNDEZ, Organización social de las doctrinas cit., t. II, p. 23.


101. Trae una minuciosa relación de la batalla el P. Claudio Ruyer, San Nicolás, 6-IV-1641 (ABN, Río de Janeiro, I-29, 1, 93). Cuatro relaciones publica por su parte el P. Pablo Pastells (Historia de la Compañía de Jesús cit., t. II, págs. 59-65, nota I): la primera del hermano Simón Méndez, Río Uruguay, 23-XI-1641; la segunda y la tercera del P. Francisco Díaz Taño, Reducciones, 9-XI-1641 y 20-II-1642; la cuarta, del P. Lupercio de Zurbano, anua de 1643 [ARSI, Paraq. Annuae, 8, f. 309-311; 342-343; 368v-375v].


102. Las noticias allegadas por el alicantino Miguel Vidal, que habló con los portugueses después de la batalla, mencionan 400 portugueses, 5.000 indios flecheros y 900 canoas (Bs. As., 9-1-1644: Annaes do Museu Paulista, Sao Poulo, 5, 2 [1931 156]. 


103. Las certificaciones de los doctrinantes sobre estas victorias obran en Annaes do Museu Paulista, Sao Paulo, 5, 2 (1931) 106-118.


104. ARSI, Fondo Gesuitico, 845.


105. AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 4, L. 12, f. 279v-280.  


106. AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 131.


107. AGN, Bs, As., IX-4, 3, 5. Véase mi artículo “Las reducciones jesuíticas y la Integridad del territorio argentino”, Academia Nacional de la Historia - Investigaciones y Ensayos, Buenos Aires, 23 (1977)        243-274.


108. La bibliografía, en Historia de la Iglesia en la Argentina, Vol. III, Bs. As., 1968, p. 217, nota 1.


109. AGN, Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires, XV, págs. 226-227.


110. Es decir, “Colonia nueva del Sacramento en San Gabriel”, como se la llama en el mismo oficio. San Gabriel es la isla que está como a una legua de la antigua población.


111. Relación del P. Diego F. Altamirano, 5-11-1688 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 283).


112. La Instrucción consta de 36 artículos. En AGN, Campañas del Brasil - Antecedentes coloniales, t. I, Bs. As., 1931 (1535-1749), págs. 64-74.


113. El gobernador Garro a Su Majestad, Bs. As., 10-IV-1680 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 260).


114. Antonio de Vera Mujica a Su Majestad, Córdoba, 25-IV-1681 (AGI, Ib., 131).


115. Informe del P. Diego Altamirano, año de 1684 (AGI, Ib., 265).


116. Bs. As., 3-111-1680 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 260).


117. AGI, Ib.


118. Córdoba, 25-IV-1681 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 131).


119. El P. Cristóbal Altamirano al Gobernador, Santo Tomé, 31-III-1680 (AGI, Ib., 260).


120. Auto del gobernador Garro, Bs. As., 24-V-1680 (AGI, Ib.). Suárez Macedo se entró después jesuita, “y durante muchos años fue procurador en el colegio de Santa Fe” (G. FURLONG, Misiones y sus pueblos de Guaraníes cit, p. 751).


124. Carta del gobernador Garro al virrey arzobispo don Melchor de Liñán Cisneros, Bs. As., 16-VIII-1680 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 260).


125. Córdoba, 25-IV-1681 (AGI, Ib., 131).


126. Santa Fe, 24-XII-1681 (AGI, Ib.).


127. AGN, Campanas del Brasil - Antecedentes coloniales, t. l, Bs. As., 1931 (1535-1749). Introducción de Carlos Correa Luna, p. LIX.


128. Informe del P. Diego Altamirano, a. 1684 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 265).


129. AGN, Campanas del Brasil cit. p. 404.


130. AGN, Ib., p. 409.


131. ABN, Río de Janeiro, I-29, 3, 51,                                   


132. El gobernador de Buenos Aires a Su Majestad. Bs. As., 15-X-1705 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 165 y 282).  


133. Bs. As., 8.VI-1705 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 282).


134. Esteban de Drizar y Arespacochaga, a Su Majestad, Bs. As., 8-VI-1705 (AGI, Ib.).   


135. D. Alonso Juan de Valdés e Inclán al virrey conde de la Moncova, Colonia del Sacramento, 20-111-1705 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 212).


136. Hállanse todas estas cartas en el AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 212 y 282.


137. Bs. As., 20-IV-1705 (AGN Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires, s. II. t. I, p. 334).


138. AGN, Campañas del Brasil - Antecedentes coloniales, t. I (1535-1749), Bs. As, 1931, págs. 441-451.


139. ANTONIO BERMEJO DE LA RICA, La Colonia del Sacramento: su origen, desenvolvimiento y vicisitudes de su historia, Toledo, 1920, p. 30.


140. AGN, Campañas del Brasil cit., págs. 453-458.


141. AGN, Ib., págs. 460-462.                                


142. AGN, Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires, s. II, t. III, p. 351. Sobre la acertada actuación de García Ros en este momento crítico de la historia del país, cf. VICENTE D. SIERRA, Historia de la Argentina, t. III, Bs. As., 1959, págs. 54-59.


143. Ambas reales cédulas, en AGN, Campanas del Brasil cit., págs. 465-468.


144. San Lorenzo del Escorial, 10-VI-1720 (AGS, Secretaría de Estado, 7435).


145. Memorial impreso con firma autógrafa del P. Hernán, s/f., pero con el agregado: “Para remitir al Consejo de indias con decreto de 14 de octubre de 1726” (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 166 y 383).


146. Diario del gobernador don Bruno Mauricio de Zavala, año 1723 (Revista del Archivo General Administrativo, Montevideo, 1 [1885] 45-52); FRANCISCO BAUZA, Historia de la dominación española en el. Uruguay, t. 1, Montevideo, 1895, p. 471; A. BERMEJO DE LA RICA, La Colonia del Sacramento cit., pags. 37-38; LUIS ENRIQUE AZARÓLA GIL, los orígenes de Montevideo (1607-1749), Bs. As., 1933.


147. Memorial cit. (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 166 y 583).


148. AGN, Bs. As., Documentos de la Biblioteca Nacional, leg. 183, ms. 1041.


149. Bs. As., 28-V1-1724 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 382).


150. El decreto de Zavala fue publicado por la Revista del Archivo General Administrativo, Montevideo, 1 (1885) 112-125. Se admite hoy oficialmente el 24 de diciembre de 1726 como fecha de la fundación, dado que en ella D. Pedro Millán, en nombre de Zavala, hizo la repartición de solares, como estableciendo y fundando de hecho la población de San Felipe de Montevideo. Pero no todos están de acuerdo. Pueden versa las muchas opiniones en FRANCISCO J. ROS, “La fundación de Montevideo”, Revista Histórica, Montevideo, 3 (1910) 479-525. Las datas fluctúan entre el 9-11-1724, en que ya mencionan algunos documentos como existente de hecho la ciudad (JOSÉ JUAN BIEDMA, “Sobre la fundación de Montevideo”, Revista Histórica, Montevideo, 9 [1918] 896-904), y el 1-1-1730, límite máximo, día en que empieza a funcionar el Cabildo secular, erigido oficialmente el 20-XII anterior (VIGENTE D. SIERRA, Historia de la Argentina, Vol. II, Bs. As., 1959, p. 80).


151. EFRAÍM CARDOSO, El Paraguay colonial - Las raíces de la nacionalidad, Bs. As., Asunción, 1959, p. 174. Cf. sobre los comuneros a PEDRO LOZANO, Historia de las revoluciones de la provincia del Paraguay, 1721-1735, dos Vol., Bs. As., 1905. El P. Lozano es contemporáneo de los hechos que narra. Modernamente JUSTO PASTOR BENÍTEZ, Los comuneros del Paraguay, 1640-1735, Asunción, 1938; RAÚL DE LA-BOUGLE, Historia de los comuneros, Bs. As., 1959.


152. AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 181.


153. Carta a S.M., Asunción, 25-V-1725 (AGI, Ib.).


154. El virrey marqués de Castelfuerte al gobernador de Buenos Aires, Lima, 14-VII-1724 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 217).


155. AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 324.


156. Extracto de la carta de D. Bruno Mauricio de Zavala a S.M., Bs. As., 29-X-1725 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 323).


157. Acerca de las turbulencias que acompañaron la ejecución de Antequera y la actitud brutal del virrey marqués de Castelfuerte, rayana en la ferocidad, contra los Inermes frailes seráficos, hay pruebas convincentes en la relación original del Cabildo eclesiástico de Lima a S.M., 30-X1-1731 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 324), y en la carta del ministro general de la Orden de San Francisco Fr. Juan de Soto y de Fr. Domingo de Losada a S.M., s/f. (AGI, Ib., 160), actitud que no se justifica con las declaraciones petulantes de Su Excelencia, ni con la aprobación inconsiderada que dio Felipe V a la conducta del Virrey por cédula de 5-IX-1733 Cf. Cámara de las Indias, Madrid, 4-11-1733 (AGI, Ib., 160).


158. AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 373.


159. Relación anónima (ABN, Río de Janeiro, 1-29, 4, 45).


160. Carta al Virrey, Bs. As. 22-XII-1733 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 373).


161. AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 373.


162. Carta al Virrey, Bs. As., 30-X-1733 (AGI, Ib., 373).


163. ABN, Río de Janeiro, 1-29, 4, 49.


164. PEDRO LOZANO, Historia de las revoluciones. cit., Vol. II, págs. 328-332.


165. Asunción del Paraguay, 8-11-1738 (AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 384).


166. AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 42 y 301.


167. ABN, Río de Janeiro, 1-29, 7, 103.


168. Asunción, 25-VIII-1735 (AGN, Bs. As., IX-6, 9, 7).


169. El catálogo de 1736 da 102.271 almas (AGN, Bs. As., IX-6, 9, 6).


170. Archivo de la Provincia Argentina de la Compañía de Jesús.


171. A. ASTRAIN, Historia de la Compañía de Jesús en la asistencia de España, Vol. VII, p. 610.


172. ABN, Río de Janeiro, 1-29, 4, 59; más otro papel manuscrito del mismo P. Nusdorffer, facilitado por el P. Guillermo Furlong.


173. GUILLERMO FURLONG, Misiones y ir pueblos do Guaraníes, Bs. As., 1962, p. 464.


174. ABN, Santiago de Chile, Jesuitas - Argentina, vol. 202, pza. 83.


175. Cf. MAGNUS MORNER, Actividades políticas y económicas de los jesuitas en el Río de la Plata, Bs. As., 1968, págs. 134-138.


176. Ed. Consejo de la Hispanidad, Madrid, 1943, t. I, p. 523.


177. BP. Madrid, Secc. manuscritos, no 3495, f. 224-229. El jesuita P. Lope Luis Altamirano, ministro del general de la Compañía para la ejecución del tratado, y que se hizo odioso por su actitud inhumana, alardeó de no haberse conmovido por un escrito que le presentaron “para aterrarme con la descomunión pontificia que citan como prueba convincente” (Bs. As., 22-VII-1753: ABN, Sgo. de Chile, Jesuitas Argentina, vol. 202, pza. 70).


178. Carta al P. José Rosa, Pueblo de los Apóstoles, 21-IV-1754 (BP, Madrid, Secc. manuscritos, na 3495, f. 133).


179. El P. Rábago al Card. Portocarrero, embajador de España en Roma, Madrid, 20-1-1756 (Anais, LII, págs. 326-328).


180. Instituto Geográfico Militar, Documentos relativos a la ejecución del tratado de límites de 1750, Montevideo, 1938, docum. 2, págs. 5-29.


181. Trae estas y otras reflexiones una representación de 13 folios fechada en Córdoba del Tucumán, a 13-V-1751, y dirigida al Virrey y a la Audiencia de Charcas, con las firmas de los PP. Lozano, Juan Domingo Massala, Ladislao Orosz, Rafael Caballero y Eugenio López (AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 535). Según el P. Francisco Mateos, esta representación “es probablemente el alegato más Importante y mejor documentado contra el tratado” (“El tratado de limites”, Miscelánea Americanista, 3 [1952] 553).


182. CARLOS TESCHAUER, Historia do Rió Grande do Sul dos sous primeiros séculos, vol. III, Porto Alegre, 1922, docum. 16, p. 71.


183. AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 18.


184. Real cédula de Buen Retiro, 24-VII-1751 (IGM, Montevideo, docum. 18; p, 53).


185. Madrid, 7-X-1755 (Anais, L II, págs. 318-3191.


186. Carta a Juan Miguel Martínez, Tucumán, 18-XI-1759 (AGN, Bs. As., IX-6, 10, 4). La documentación, en Historia de la Iglesia en la Argentina, vol. V, Bs. As., 1969 p. 177, nota 20 y sig.


187. Este era el razonamiento del P. Juan de Escandón: “Porque, aunque conveníamos todos en que no sería tan imposible el persuadirles el asunto a tal cual y aun a muchos indios, de suerte que se les sacase el sí de que se mudarían a su tiempo; pero si esto no se les persuadía a todos o a los más por lo menos (lo cual se juzgaba por imposible), nada se hacía con persuadírselo a algunos ni aun a muchos” (Relación del P. Juan Escanden al procurador general P. José Pagés sobre la ejecución del tratado de límites, f. 5: AGN, Madrid, ms. 4185). Asimismo el P. Manuel Arnal aseguró respecto del comisario P. Lope Altamirano: “Clarísimamente se lo han dicho mil veces ab initio, y se lo dije yo, y se ponía furioso, y salía de sí al orlo; y lo interpretaba tan sencillamente como que eso era no querer obedecer”. Acusó también Arnal al P. Altamirano de haber hecho “que el P. Provincial quitase de la respuesta al marqués [de Valdelirios] aquellas frases más eficaces, que prácticamente persuadían dicha imposibilidad” (Carta al P. Jerónimo Núñez, Santa Fe, 10-IX-1753; ABN, Sgo. de Chile, Jesuitas - Argentina, vol. 202, pza. 77).


188. Iba dirigida al P. Manuel Querini, predecesor de Barreda. Su texto, en ABN, Sgo. de Chile, Jesuitas - Argentina, vol. 202, pza. 77.


189. BP. Sec. Manuscritos, n° 2859, f. 91-94; IGM, Montevideo, docum. 10, págs. 42-44.


190. Es de notar según aclara el P. Francisco Mateos, que el P. General envió la susodicha carta con los comisarios reales, “y, por tanto, la había de ver antes Carvajal y, tal vez, el mismo Fernando VI, y quería dar satisfacción a la bondad y buena intención del Rey, demostrando la sumisión de la Compañía a su real voluntad” (“El tratado de límites” cit., Ib., p. 571).


191. AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 21 y 195.


192. Diario de 1754-1756 (Anais, LII, p. 493).


193. Carta s/f. (BP, Madrid, Secc. manuscritos, no 3495, f. 120-128). En un expediente procesal posterior al extrañamiento de la Compañía de Jesús, el marqués de Ve delirios citó un escrito del P. Arnal titulado: “Causae Paraguariae injustitia brev rationum synopsi demostratur” (AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 194}.


194. El P. José Cardiel al P. Altamirano, 26-VIII-1752 (AP, Madrid, Secc. manuscrito: n° 3495, f. 175V-184).


195. El P. Altamirano al P. Pedro de Céspedes, asistente de España en Roma, Santo Te me, 20-XI-1752 (Anais, LII, págs. 211-212).


196. El  P, Altamirano al P. Ignacio Visconti, general de la Compañía de Jesús, Santo Tomé, 20-XI-1752 (Anais, LI, p. 226). Altamirano detuvo esta carta antes que llegase a manos de Valdelirios, pese a su lógica indiscutible. “Razón tenia el misionero P. Cardiel cuando escribía estas palabras al marqués de Valdelirios... Lo que sí nos debe sorprender es que no reparasen en ella nuestros dos padres generales Francisco Retz e Ignacio Visconti. Uno y otro obedecieron pecho por tierra a las órdenes del Rey” (A. ASTRÁIN, Historia de la Compañía de Jesús, vol. Vil, p. 644).


197. GUILLERMO FURLONG, Juan de Escanden, S.J., y su Carta a Burriel 11760), Bs. As., 1965, p. 40.


198. Anais, LII, p. 210.


199. Cf. A. BERMEJO DE LA RIÓA, La Colonia del Sacramento, págs. 60-61.


200. AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 21 y 195.


201. Estos instrumentos probatorios pasaron a poder del P. Altamirano, el cual escribió el 8-IV-1754: “Podré presentar siempre, porque paran en mi poder, certificaciones Juradas de los curas y compañeros de los seis pueblos rebeldes, en que afirma; absolutamente que han procurado eficazmente dicha mudanza, y trabajado cuanto les ha sido posible, por hacerla efectiva” (F. MATEOS, MH, Madrid, 6 [1949] 286. 287). El P. Mateos cita una buena porción de ellos, impresos o manuscritos, según pudo hallarlos esparcidos en los diversos archivos de Madrid (MH, Madrid, 8 [1951] 278 y nota 62).


202. BP, Madrid, Secc. manuscritos, no 3495, f. 197-205; Anais, LII, págs. 205-206.


203. No se enteró de ellas Su Majestad; al menos según lo afirma F. MATEOS, MH, 6 (1949) 572, nota 65: “Fernando VI bajó al sepulcro sin conocer las tropelías que el tratado de límites contenía contra los indios de las misiones. Los ministros Carvajal y Wall cuidaron muy bien de ocultárselas; los Informes de los misioneros Jesuitas en favor de los Indios nunca llegaron a su conocimiento”.


204. Anais, LII, págs. 152-168; 186-200.


205. AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 18.


206. ABN, Sgo. de Chile, Jesuitas - Argentina, vol. 197, pza. 53.


207. AGN, Bs. As., Campañas del Brasil, vol. II, págs. 45-51. Comenta Escanden: “No es ponderable lo mal que llevó el Comisario aquella representación tan autorizada..., tanto que no quiso o no supo disimular su disgusto”, y aun amenazó a los cabildantes hacerlos llamar “a la Corte de Madrid a dar razón del desacato”. A lo que “le respondieron que si los llamaba la Corte, irían con gusto, y pondría aquel Cabildo entre sus blasones aquel nuevo acto y nueva prueba de su fidelidad en el servicio de su Rey” (Relación cit.: ABN, Madrid, ms. 4185).


208. AGN, Bs. As., Documentos de la Biblioteca Nacional, leg. 289, ms. 4412.


209. BP, Madrid, Secc. manuscritos, N° 3495, f. 184-193.


210. Carta a D. Francisco Auzmendi, Bs. As., 20.VIII-1753 (Anais, LII, p. 310).


211. Buen Retiro. 28-II-1753 (Anais, LII, págs. 306-307).


212. ABN, Sgo. de Chile, Jesuitas - Argentina, vol. 202, pza. 86.


213. AGN, Bs. As., Documentos de la Biblioteca Nacional, leg. 289, ms. 4425. Expresa Furlong: “Hemos de reconocer que si fueron grandes los errores cometidos por el señor Marqués, fueron mayores los cometidos por el Comisario jesuita. Quiera Dios perdonarles tantos disparates como cometieron, ya que la historia no puede menos de condenarlos y sin reserva alguna” (G. FURLONG, Juan de Escanden, S.J., cit., p. 15).


214. ARAH, Madrid, Jesuitas, leg. 11, 11, 2/54 223.


215. ABN, Sgo. de Chile, Jesuitas - Argentina, vol. 202, pza. 59.


216. Carta a Valdelirios, Buen Retiro, 28-II-1753 [Anais, LII, p. 307).


217. El P. Escandón alude a 300 miguelistas conjurados contra el P. Comisario. Agrega que, de ser éste sacerdote, aun portugués, no le habrían dado muerte, pero embarcado para Buenos Aires (Relación: ABN, Madrid, ms. 4185). El P. Stróbel asegura que los miguelistas “habían juntado 600 indios armados para ir a matar al Comisario” (Carta al P. Juan de Montenegro, Candelaria, 2-III-1753: TECHAHUE III, docum. 19, p. 75). También el P. Miranda confirma: “...salieron muchos indio armados a quitar la vida al P. Altamirano” (Carta al P. José García, Córdoba c Tucumán, 21-VI-1757: Archivo de la Provincia Argentina de la Compañía de Jesús.


218. Relación del P. Bernardo Nusdorffer, Itapuá, 12-IV-1753 (ABN, Sgo. de Chile, Jesuitas - Argentina, vol. 197, pza. 56; ABN, Río de Janeiro, 1-8, 2, 25).


219. Archivo de la Provincia Argentina de la Compañía de Jesús (fotocopia).


220. Relación del P. Nusdorffer cit. (ABN, Sgo, de Chile, Ib.).


221. Relación del P. Escanden cit. (ABN, Madrid, ms. 4185).


222. Es de justicia reconocer que Altamirano, mientras daba prisa a los misioneros procuró ahincadamente obtener la prórroga, conforme oficiaba a Valdelirios desde Buenos Aires, a 15-VI-1752: “No hay sobre qué fundar el más leve temor, si no es de los indios, negándoles el tiempo que necesitan para su mudanza; si se les concede, somos de victoria, y dándonos Dios vida, volveremos triunfantes a nuestra España; si se niega, no sé lo que sucederá” (Anais, LII, p. 170).


223. TESCHAHUER, III, docum. 20, p. 80.


224. AHN, Madrid, Jesuitas, 120, j.


225. ABN, Sgo. de Chile, Jesuitas - Argentina, vol. 197, pza. 56. Por su parte Escanden tachó de “cruel, despiadado y aun impío” no permitir a los indios sembrar antes de marchar; como que tal arbitrio era “muy propio y seguro para matar de hambre a todos los miserables... Porque ¿de dónde se habían de sustentar por los caminos una o muchas tropas de 30.000 almas, ni qué habían de comer caso que llegasen en unos paraderos totalmente desiertos, si antes de la mudanza no sembraban algo en ellos?” (Relación cit.: ABN, Madrid, ms. 4185).


226. ABN, Sgo. de Chile, Jesuitas - Argentina, vol. 197, pza. 52.


227. La relación de un jesuita de los siete pueblos es muy ilustrativa: A los padres “los tienen hasta ahora presos con mucha reverencia y amor, como yo lo he visto, con tal que no les hablen palabra en lo político...; en las porterías hay sus soldados con sus cabos, sin que puedan salir aun a los enfermos sin tal compañía, y mucho menos a otros pueblos” (IGM, Montevideo, docum. 48, págs. 146-147).


228. Por aquellos años la cifra da los reducidos fluctuaba, según los catálogos jesuitas, en los cien mil indios. Figuran 99.545, en 1753; y 101.752, en 1754 (AGN, Bs. As., 1X-6, 10, 1).


229. IGM, Montevideo, docum. 48, p. 147. El P. Escanden ilustra esta actitud refractaria de los indios con algunos episodios (Relación cit.: ABN, Madrid, ms. 4185).


230. Relación del P. Alonso Fernández (IGM, Ib., p. 146).


231. F. MATEOS, MH, Madrid, 8 (1951) 264-279, trae los pormenores de este episodio.


232. D. Nicolás Patrón, teniente de gobernador de Corrientes, escribía el 22-VIII-1753 a Andonaegui: “Por el conocimiento que de los guaraníes tengo, que llegando allá [las tropas regulares] se acabó la guerra...; no desconfíe Vuestra Señoría ni Imagine qua son los tapes gente para sufrir una atropellada nuestra” (Anais, LII. p. 398).


233. Bs. As., 28-III-1753 (AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 535).


234. IGM, Montevideo, docum. 51, págs. 177-178.


235. ABN, Sgo. de Chile, Jesuitas - Argentina, vol. 203, pza. 87.


236. ARAH, colecc. Mata Linares, t. 56, f. 378v.


237. San Borxa, 20-II-1759 (AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 536).


238. Proceso de 1759 (AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 538).


239. ABN, Sgo. de Chile, Jesuitas - Argentina, vol. 203, pza. 87.


240. También Enis recuerda en su diario, que los soldados fueron “detenidos con dificultad por el General” (Anais, LII, p. 531).


241. ABN, Sgo. de Chile, Jesuitas - Argentina, vol. 197, pza. 56.


242. En el informe n° 1 de Andonaegui, s/f., hay estas otras cifras: unos 1.700 indios muertos, 3 españoles y 5 portugueses (AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 42).


243. JOSÉ CARDIEL, Declaración de la verdad, Bs. As., 1900, págs. 386-395.


244. Cf. F. MATEOS, MH, Madrid, 9 (1952) 84-87.


245. El juicio es de MORNER, Actividades políticas y económicas cit., p. 137.


246. El marqués de Valdelirios al gobernador D. Pedro de Cevallos, San Nicolás, 2-IX-1759 (ABN, Sgo. de Chile, Jesuitas - Argentina, vol. 203, pza. 95).


247. Carta a Valdelirios, Buen Retiro, 4-II-1755 (Anais, LII, p. 349).


248. Anais LII, págs. 320-321.


249. Anais, LII, págs. 444-445.


250. AGI, Sevilla, Audiencia de Charcas, 30. Pedro de Cevallos había nacido en Cádiz el 29-VI-1715 (ENRIQUE M. BARBA, Don Pedro de Cevallos, 2ª edición, Bs. As.. 1978, p. 29).


251. AGN, Bs. As., Campañas del Brasil, vol. II, págs. 157-163.                                    


252. AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 535.


253. AGN, Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires, s. III, t. II, p. 149.


254. El gobernador Cevallos al ministro Wall, San Borja, 12-II-1759 (AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 536).


255. AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 536.


256. San Borja, 8-XI-1759 (AGN, Bs., As., Campañas del Brasil, vol. II, págs. 274-275).


257. TESCHAUER, vol. III, docum. 13, p. 68.


258. El obispo del Paraguay al gobernador Cevallos, Asunción del Paraguay, 12-XI-1759 (AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 536-538).


259. El gobernador Cevallos al marqués de Valdelirios, San Borja, 20-XI-1759 (AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 304).


260. Véase la carta de Valdelirios a Cevallos, San Nicolás, 2-IX-1759 (ABN, Sgo. de Chile, Jesuitas-Argentina, vol. 203, pza. 95). La respuesta de Cevallos, en AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 536; AGN, Bs. As., Documentos de la Biblioteca Nacional, leg. 295, ms. 4633.


261. Paso de San Martín, 15-XI y 6-XII-1766 (AGN, Bs. As., IX-6, 10, 7).


262. ARSI, Paraguaria annuae, 9, f. 212-217V.


263. El gobernador Cevallos al ministro Arriaga, Bs. As., 30-V-1764 (AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 538).


264. Publicado el texto íntegro por P. PASTELLS - F. MATEOS, Historia de la Compañía de Jesús, t. VIII, 2ª parte, Madrid, 1949, págs. 1125-1126.


265. AGN, Bs. As., IX-6, 10, 2.


266. AGN, Bs. As., Ib.


267. El gobernador Cevallos al capitán D. Lucas Infante, San Borja, 21-I-1758 (AGN, Bs. As., IX-6, 10, 3). Llegóse, de esta suerte, al final de aquel año de 1757 con la suma de 96.055 indios reducidos en todas las doctrinas guaraníes, según los catálogos de la Compañía de Jesús (AGN, Bs. As., IX-6, 10, 2). Para las ulteriores traslaciones allegó datos y cifras D. Nicolás de Elorduy, San Nicolás, 6-X-1758 (IGM, Montevideo, docum. 75, págs. 252-253).


268. AGI, Sevilla. Audiencia de Charcas, 535.


269. ABN, Madrid, ms. 4185.


270. El gobernador Cevallos al ministro Wall, San Borla, 20-II-1759 (AGN, Bs. As., Campañas del Brasil, vol. II, p. 260).


271. Madrid, 28-II-1760 (AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 536).


272. AGI, ib; AGN, Bs. As., Campañas del Brasil, vol. II, págs. 298; 359-361.


273. AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 537; AGN, Bs. As., Campañas del Brasil, vol. II, págs. 373-375.


274. San Borja, 26-I-1761 (IGM, Montevideo, docum. 83, págs. 287-288).


275. El gobernador Cevallos a D. Francisco Bruno de Zavala, San Borja, 28-I-1761 (AGN, Bs. As., IX-6, 10, 5). En el mismo legajo están las respuestas de los comandantes a las órdenes del Gobernador.


276. La gracia se atribuyó a San José, conforma anotaba el P. Nusdorffer (AGN, Bs. As., IX-6, 10, 5). Poco sobrevivió a este júbilo el abnegado P. Nusdorffer, pues falleció el 18-III-1762 (AGN, Bs. As., Documentos de la Biblioteca Nacional, leg. 289, ms. 4421).


277. Sgo. de Chile, 7-II-1761 (AGN, Bs. As., IX-6, 10, 5).


278. Yapeyú, 28-III-1762 (AGN, Bs. As., IX-6, 10, 5).


279. Carta a la Real Audiencia de Charcas, Asunción del Paraguay, 28-X-1766. Publicada en REABA, 5 (1905) 816-821. Para la recuperación de los siete pueblos, el P Escanden exigía un plazo que nunca llegó a verificarse, a causa del extrañamiento de la Compañía de Jesús: “Puede ser, no obstante, que al cabo de años después de su vuelta (que no será menester menos do 40 o 50), se restituyan así ellos como los otros pueblos, en que han estado desterrados, a su antiguo estado, así en lo espiritual como en lo temporal, que en uno y en otro han padecido en esta horrible borrasca, y mucho más de lo que dejo Insinuado” (Relación cit.: ABN Madrid, ms. 4185).


280. José Martínez Fuentes a Cevallos, Asunción, 25-VIII-1761, con adjunto diario de la expedición (ABN, Río de Janeiro, I-26, 34, 25).


281. Colonia del Sacramento, 20-XI-1762 (AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 338),


282. Colonia del Sacramento, 20-II-1763 (AGI, Ib.).


283. El gobernador Cevallos al ministro Arriaga, Río Grande de San Pedro, 24-VIII-1763 (AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 538).


284. El texto original de esta real cédula, en AGI, Ib., 538.


285. El ministro Arriaga al gobernador Cevallos, Madrid, 5-VII-1764 (AGI, Ib.).


286. El marqués de Grimaldi al gobernador Cevallos, Aranjuez, 11-VI-1764 (AGI, Ib.).


287. ENRIQUE M. BARBA, Don Pedro de Cevallos, Bs. As., 1978, p. 305.


288. VICENTE RODRÍGUEZ CASADO, La política y los políticos en el reinado de Carlos III, Madrid, 1962, p. 184.


289. ALBERTO DE LA HERA, El regalismo borbónico, Madrid, 1963, págs. 48-57.


290. MOREL-FATIO, Eludes sur l' Espagne, 2- serle, p. 142.


291. Historia de los heterodoxos españoles, t. V, Madrid, 1947, p. 167. No lo juzga más benignamente la crítica moderna. Véase a JUAN SERRAILH, La España ilustrada de la segunda mitad del siglo XVIII, México-Buenos Aires, 1957, págs. 618-619: Aranda “es gran amigo de los placeres —en esto todos están de acuerdo—..., y su existencia secreta en París, revelada por ciertos informes de policía, demuestra Incluso el gusto, en su vejez, por las aventuras un poco crapulosas... Este hombre voluptuoso, este volteriano a quien Voltaire incensará hasta el exceso, da libre curso a la ironía contra la superstición...”. Su muerte parece confirmar una existencia transcurrida lejos de las preocupaciones religiosas. Según MURIEL, Historia de Carlos IV, t. II, p. 239, el Conde “recibió los sacramentos y oyó con atención las amonestaciones del vicario de capuchinos que lo auxiliaba en sus últimos momentos, a; cual él encargó que no le molestase, pues bastaba recordarle de tiempo en tiempo que era cristiano”.


292. Dábase tal apelativo a los colegiales, gente noble, por lo general, formada en los colegios mayores y universidades jesuíticas, contrapuestos a los manteístas, que eran los estudiantes pobres de universidades disminuidas.


293. MANUEL DANVILA Y COLLADO, Reinado de Carlos III. vol. III, Madrid, 1894, págs. 659-660.


294. V. RODRÍGUEZ CASADO, La política y los políticos en el reinad de Carlos III cit., págs. 173-175.


295. Toca este punto GUILLERMO FURLONG, Los Jesuitas y la escisión del reino de Indias, Bs. As., 1960, págs. 40-45.


296. El amor propio herido, que se manifestó con reiteración desde los años del tratado de permuta, hasta negárseles a los jesuitas la debida satisfacción solicitada por Cevallos, puede considerarse el móvil próximo del extrañamiento. Los jerarcas de Madrid, que ocupaban los puestos claves del gobierno, ya no descansaron hasta aplastar la institución que tan resonante derrota les había infligido. Los jesuitas, pues, en el tratado de límites ganaron la batalla, pero firmaron su sentencia de muerte.


297. V. RODRÍGUEZ CASADO, La política y los políticos en el reinado de Carlos III Cit., págs. 184-186.


298. FRANCISCO J. MONTALBÁN, Historia do la Iglesia Católica, t. IV: Edad Moderna (1648-1951), Madrid, B.A.C., 1951, págs. 190-196.


299. PABLO HERNÁNDEZ, El extrañamiento de los jesuitas del Río de la Plata y de las misiones del Paraguay por decreto de Carlos III, Madrid, 1908, p. 109 y sig.


300. P. HERNÁNDEZ, El extrañamiento cit., p. 252 y sig.


301. CARLOS CALVO, Tratados, t. X, p. 66.


302. Memorias de los virreyes del Río de la Plata, Bs. As., 1945, p. 507.


303. Hállase en el AGN, Bs. As., IX-7, 1, 1.


304. F. DE AZARA, Descripción e historia cit., t. I, págs. 286-287.


305. AGI, Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 610.


306. JOSÉ M. MARILUZ URQUIJO, “Los guaraníes después de la expulsión de los jesuitas”, Revista de Estudios Americanos, Sevilla, 25 (1953) 329.


307. ABN, Río de Janeiro, Fondo Vizconde de Río Branco, 1-29, 21, 7.


308. ARAH, Madrid, Colecc. Mata Linares, t. 56, f. 30V-31.


309. AGI. Sevilla, Audiencia de Buenos Aires, 610.


310. AGN, Bs. As., IX-17, 7, 2.


311. AGN, Bs. As., IX-30, 6, 3.


312. Santa Rosa, 22-II-1802 (AGN, Bs. As-, IX-37, 8, 6, exped. 12).


313. AGN, Bs. As., Ib.


314. ASV, Sagrada Congregación de los Negocios Eclesiásticos Extraordinarios, A, II, 2 (C 3). Carta publicada por Pedro de Leturia en la revista Razón y Fe (1933) 317-321; G. FURLONG, “La misión Muzi en Montevideo (1824-1825)”, Revista del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, Montevideo, 11 (1934-1935) 173. José Ma. Mariluz Urquijo, en el antes citado artículo “Los guaraníes después de la expulsión de los Jesuitas”, Revista de Estudios Americanos, Sevilla, 25 (1953) 323-330, demuestra con documentos originales este aspecto positivo de la obra Jesuítica en las reducciones.


315. Buenos Aires. 12-VI-1778 (Memorias de los virreyes del Río de la Plata, Bs. As., 1945, págs. 12 y 20).


316. AGN, Bs. As., IX-18, 3, 5. Lo cual atribuyó después Lasarte a unos pocos “cabilosos bárbaros..., recién entrado yo al Inmediato mando de estos pueblos”, Salvando el honor de todos (Carta a D. Francisco de Paula Sanz, San Miguel, 13-X 1786: AGN, Ib.)


317. Facultad de Filosofía y Letras, Documentos para la Historia Argentina, t. III, Bs. As., 1914,               págs. 195-196.


318. Asunción, 13-X11-1803 (AGN, Bs. As., IX-18, 3, 2, cuad. 5, f. 472v-473


319. José Artigas a Andresito, Purificación, 15-VII-1816 (ARCHIVO DEL MUSEO MITRE, A. 5, C. 17, c.56).


320. ARCHIVO DEL MUSEO MITRE, Ib., 64 y 66. Trae Interesantes pormenores de toda esta campaña y de la vida del caudillo guaraní, JULIO CÉSAR SÁNCHEZ RATTI, Andrés Guacurarí, el indio gobernador. Suplemento N° 22 de Todo es Historia, Bs. As., s/f.


321. MARTÍN MOUSSY, Memoria histórica sobre la decadencia y ruina de las misiones Jesuíticas en el seno del Plata - Su estado en 1856, Paraná, 1857, p. 34.


322. EDUARDO ACEVEDO, José Artigas, jefe de los Orientales y protector de los pueblos libres - Su obra cívica - Alegato histórico, t. III, Montevideo, 1910, págs. 454-455.


323. No Juzga diversamente los hechos Moussy, que anduvo por aquellos sitios algunas décadas después, y conversó con los sobrevivientes da la tragedia: “La expedición de Chagas fue un acto de pura y simple ferocidad, pues no hubo resistencia, y 89 limitó en suma a robar ganado, saquear y quemar templos y casas, sacar por fuerza de sus hogares una población de mujeres, niños y ancianos, pues todos los varones de armas llevar o estaban con Artigas o habían huido” (Memoria histórica cit., p. 35). Estos actos de barbarie le granjearon a Chagas el mote de Atila de América.


324. Véanse los artículos de ANÍBAL CAMBAS, “El fin de Guacurari”, El Territorio, Posadas, 18-21-IV-1972. Periódicos facilitados por el ya fallecido profesor D. Casiano N. Carvallo, de Posadas.