Mayo. Ante la vuelta del monarca
1 Napoleón.
2 Gregorio F. Rodríguez: Historia de Alvear (t. I).
3 Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina.
4 Las Sociedades Secretas Políticas y Masónicas de Buenos Aires (t. I).
5 Historia de la Nación Argentina. "La Asamblea General Constituyente" (t. VI, Primera Sec.).
6 C. K. Webster: Gran Bretaña y la Independencia de la América Latina (t. I).
Resentimiento. Miedo y mala diplomacia
1 Historia de la República Argentina.
2 "La caída de Napoleón tuvo el efecto más feliz sobre la opinión pública en América del Sur, así como en todo el mundo civilizado —escribe el secretario de la primer misión norteamericana que nos visitara en 1817. E. M. Brackenridge (La Independencia Argentina, t. II). Este efecto fue llevar la sólida pirámide del republicanismo a una reputación más alta... Desde entonces es que el republicanismo ha estado inseparablemente relacionado en todas las mentes con el establecimiento de los nuevos gobiernos, aún en países cuyos hábitos eran anteriormente monárquicos".
3 William Manning: Correspondencia Diplomática de los Estados Unidos concerniente a la Independencia de las Naciones Latinoamericanas" (t. I, parte P).
4 En efecto, en ese momento los norteamericanos no tenían sus manos libres: estaban embarcados en una guerra con Gran Bretaña desde el ano 1812; la cual concluiría recién con la paz firmada, entre ambas potencias, el 25 de diciembre de 1814.
5 De Aventurero Yanqui a Cónsul Porteño en los Estados Unidos (1774-1825).
6 La Independencia Argentina (t. I).
7 Historia Argentina.
8 Documento publicado por C. K. Webster: op. cit. (t. I).
9 Con fecha 7 de mayo de 1814, fue designado Alvear en reemplazo de Rondeau, como jefe del ejército sitiador de Montevideo. A este último general se le nombró, en lugar de San Martín, que había pedido licencia por enfermedad (27/4/1814), comandante del ejército patriota del Norte, acampado a la sazón en Tucumán.
10 Documento publicado entero por Carlos Calvo en: Anales Históricos de la Revolución de la América Latina (t. II).
11 Julio B. Lafont: Historia Argentina.
12 Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina.
13 Martín García Merou: Historia de la Diplomacia Americana (t. I).
14 Op. cit.
15 Carta de Rivadavia a Belgrano (París, diciembre 5 de 1815).
16 Publicado por Carlos Calvo en: Anales Históricos de la Revolución de América Latina (t. II). También puede consultarse el libro de Adolfo Saldías: La Evolución Republicana durante la Revolución Argentina
17 Un historiador contemporáneo ha estudiado documentadamente, no hace mucho tiempo, estas gestiones del "futuro primer Presidente de la Rep. Argentina" —a la sazón en Madrid— y sus rivalidades con Sarratea, por hallar a toda costa un rey constitucional para el Río de la Plata en aquellos años (Mario Belgrano: Rivadavia y sus gestiones diplomática con España 1815-1820).
18 Op. cit.
El “veneno” artiguista
1 "La Formación de la Liga Federal", en Artigas. (Estudios publicados en el diario "El País" de Montevideo, como homenaje al jefe de los Orientales en el Centenario de su muerte).
2 Daniel Hammebly Dupuy: San Martín y Artigas.
3 Al respecto, nos aclara Mitre en su Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina: "El sentimiento democrático era general; pero más bien un instinto que una convicción razonada; él fluía naturalmente del organismo social, y se había robustecido en la lucha; además la revolución había borrado todos los antecedentes monárquicos de las colonias españolas, dejando tan solo en pie los elementos constitutivos de una democracia elemental, cuya energía se revelaba hasta en sus mismos excesos. El pueblo y la juventud eran Republicana, aún cuando no se diese cuenta de sus creencias, ni remontara su inteligencia hasta la idea abstracta de un definido sistema de gobierno; así es que, lo que verdaderamente era popular, era la independencia, como hecho material más fácil de comprenderse por las multitudes. La parte ilustrada, que podrá formar juicios más correctos, carecía de experiencia, y tenía ideas muy incompletas sobre derecho público, no habiéndose popularizado aún las instituciones de la república norteamericana. Educados bajo el régimen monárquico, sin más lecciones que las que les suministraba la historia de la Europa, y viendo triunfante por todas partes la causa de los reyes, la mayoría de los hombres ilustrados de aquel tiempo era monarquista, algunos por elección, otros porque la creían la única organización posible, y los más, porque la consideraban indispensable para asegurar la independencia y dar estabilidad al Gobierno. Pero éste era un movimiento de ideas puramente artificial; los principios opuestos estaban escritos en la conciencia pública, bien que de una manera confusa; solo comprendían el complicado sistema de la monarquía constitucional, los que lo habían estudiado en los libros, y éstos no iban más allá de Montesquieu, cuando no se extraviaban con Rousseau; la universalidad de los ciudadanos no podía comprender sino lo que veía, es decir, el hecho palpable que había constituido la revolución, que era un sistema Representativo Popular, sin rey, sin jerarquías, y esencialmente democrático en su fondo y en su forma, y hasta por sus orígenes históricos".
4 La Epopeya de Artigas.
5 Zorrilla de San Martín: op. cit.
6 Facundo A. Arce y Manuel Damonte Vitau: Artigas — Heraldo del federalismo Rioplatense.
7 Setembrino E. Pereda: Artigas (1784-1850), t. II
8 El Libertador José de San Martín.
Tradición. Crisis financiera y amotinamientos
1 Historia de las Ideas Políticas en Argentina.
2 Libertad y Despotismo en la América Española.
3 E. M. Brackenridges La Independencia Argentina (t. II). 58
4 Once Años en Buenos Aires (1820-1831).
5 El Americano, Nº 41, viernes 7 de enero de 1820.
6 La Revolución de Mayo y la Iglesia.
7 Temas de Historia Económica Argentina.
8 Alexander Caldcleugh: Viaje por América del Sur, Río de la Plata, 1821.
9 op. cit.
10 A la desconfianza que inspiraba Alvear entre el elenco de sus colegas de armas, sumábase ahora el resentimiento de los mismos, producido a raíz de dos imprudentes resoluciones, relativas al Ejército, tomadas por la Asamblea General en la sesión del 27 de agosto de 1814. La primera de ellas referíase a la "facultad —en cabeza del Director del Estado— de conceder escudos y distinciones de honor por servicios singulares contraídos en la Milicia"; la segunda, en cambio, reveló claramente el sentido tendencioso con que iba a aplicarse esta prerrogativa: "La Asamblea General declara al Exército vencedor de Montevideo y Pacificador (sic.) de la Banda Oriental, y a su General en Xefe el Brigadier D. Carlos María de Alvear, Benemérito de la patria en grado heroico", reza el decreto de marras. Como se ve, el cuerpo de oficiales del Alto Perú quedaba, por contraste, injustamente postergado y públicamente "en la picota" una vez más.
Meditación final complementaria
1 Influencias Filosóficas en la Evolución Nacional.
2 En una ocasión, dijo Napoleón en Santa Elena: "Yo quería preparar la fusión de los grandes intereses europeos, de la misma manera que había operado la de los partidos entre nosotros. Ambicionaba arbitrar la gran causa de los pueblos y de los reyes. La causa del siglo —dijo otra vez— estaba ganada, la revolución realizada: no se trataba más que de acomodarla con lo que no había destruido. Esta obra me pertenecía, yo la había preparado hacía mucho...". Sin embargo: "...el Emperador no llega a percibir la realidad europea sobre la que actúa —escribe el ensayista español Jesús Pabón (Las Ideas y el Sistema Napoleónicos, Madrid, 1944) —. Él quiere reducir a la unidad del Imperio la división y la variedad de Europa. Pero la hondura y el sentido de tal variedad quedarán para él ocultos porque no conoce la raíz Religiosa de ella".
3 La Iniciación Sociológica de Alberdi.
4 En el poema épico de un contemporáneo, Pantaleón Rivarola, intitulado: Suscinta memoria sobre la segunda invasión de Buenos Aires el mes de Julio de 1807, en la cual... etc., se leen estas significativas estrofas sobre aquella epopeya de la lealtad popular rioplatense, que fue prólogo de la revolución por la Independencia argentina:
"...No es posible el omitir
Para honor de nuestro suelo
Y de nuestro soberano
Las maravillas que hicieron
De religión y valor
Los indios, pardos y negros...
Los esclavos de las casas
Desamparan a sus dueños
Y a la palestra de Marte
Van a porfía corriendo...
Ellos al inglés persiguen
Con el más noble ardimiento
Avanzan por todas calles
Y menosprecian los riesgos
Siendo lo más admirable
Lo más dulce y lo más tierno
Oírles decir que pelean
Por Jesucristo y su Reino..."
5 El Nacionalismo de Rosas.
6 El Gaucho.
Documentos
1 El Gran Capitán de los Andes, como se sabe, desobedecería la orden. - (N. del A.).