retorno del fraude
revoluci贸n de 1943

Hacia 1943 el proceso democr谩tico argentino hab铆a llegado a la total descomposici贸n durante el gobierno de la Concordancia, el panorama estaba signado por la pr谩ctica del fraude en los actos eleccionarios, que desde 1932 hab铆a retornado a la vida argentina. Si bien es cierto que el presidente Roberto Ortiz (1938-1942) hab铆a anunciado su decisi贸n de acabar con tan antidemocr谩tica pr谩ctica, su enfermedad y posterior muerte echaron por tierra el proyecto; y la asunci贸n a la primera magistratura del vicepresidente, Ram贸n Castillo, opuesto a esa idea, significar铆a la continuidad de los mecanismos fraudulentos en las elecciones que le toc贸 presidir, quedando en evidencia con la proclamaci贸n de la candidatura de Robustiano Patr贸n Costas, amigo personal del vicepresidente, que obten铆a el respaldo del gobierno.


Los sectores castrenses al igual que el sector del radicalismo llamado Intransigente mostraron su disconformidad, pues sospechaban de la honradez del candidato y tem铆an por la limpieza de los futuros comicios, presagiando la continuidad del r茅gimen fraudulento con el triunfo del oficialismo.


As铆 fue que dentro del Ej茅rcito, un grupo de oficiales nucleados en una logia secreta cuyas siglas era G.O.U (Grupo de Oficiales Unidos) comenzaba a preparar un golpe militar contra el gobierno. Entre los participantes se contaba el entonces coronel Juan Domingo Per贸n, quien terminar铆a posteriormente siendo el m谩s trascendente pol铆tico de la d茅cada.


El 4 de junio de 1943, el pa铆s despert贸 sacudido por las noticias acerca de un golpe armado. Las fuerzas del ej茅rcito, al mando del general Arturo Rawson, marcharon sobre la Casa Rosada y depusieron al presidente Ram贸n Castillo. En la proclama revolucionaria se expresaba 鈥渓os militares, fieles guardianes del honor de la patria, deseaban poner fin a la venalidad, al fraude, al peculado y a la corrupci贸n que el Gobierno hab铆a adoptado como medida鈥.


Producido el conato revolucionario, el general Rawson a quien se designa en la Presidencia de la Naci贸n en reemplazo de Castillo en menos veinticuatro horas perd铆a el apoyo del ej茅rcito y agotaba su gesti贸n siendo reemplazado por el general Pedro Pablo Ram铆rez.



Presidencia de Pedro Pablo Ram铆rez (1943-1944)


Durante su breve gobierno, nombr贸 al coronel Per贸n al frente del Departamento de Trabajo y Previsi贸n Social, quien inmediatamente adopt贸 medidas de car谩cter social y laboral en apoyo a los sectores m谩s despose铆dos, especialmente de las masas obreras. Este grupo social hab铆a crecido considerablemente en los 煤ltimos a帽os como consecuencia del proceso de industrializaci贸n que se venia desarrollando en el pa铆s debido a la imposibilidad de importar productos de primera necesidad desde los pa铆ses industrializados de Europa, que se encontraban envueltos en la Segunda Guerra Mundial.


La guerra hab铆a dividido los sentimientos de la sociedad argentina, inclin谩ndose un sector a favor de los aliados y el otro que apoyaba a los germ谩nicos. Los hombres de las Fuerzas Armadas no quedaban fuera de esta rivalidad, y si bien en el Ej茅rcito la adhesi贸n a los objetivos buscados por la reciente asonada hab铆a sido un谩nime, no tardaron en aparecer las divergencias en torno a esta otra cuesti贸n.


La Argentina, al igual que en la Primera Guerra, hab铆a mantenido la neutralidad ante el nuevo conflicto b茅lico; sin embargo, hacia comienzos de 1944 se insinu贸 una reorientaci贸n general de la pol铆tica exterior. El curso general de la guerra, la presi贸n de los Estados Unidos, la situaci贸n de aislamiento de la Argentina respecto del continente americano, sumada a la supuesta participaci贸n argentina en la revoluci贸n nacionalista en Bolivia y sobretodo el caso Helmuth 鈥晅r谩fico de armas con el Eje鈥 sirvieron de justificativo al gobierno para romper relaciones con Alemania y Jap贸n.


Esta medida caus贸 un profundo malestar en la Fuerzas Armadas y especialmente en las filas nacionalistas del G.O.U y h谩bilmente Per贸n y el Gral. Edelmiro Farell se pusieron al frente de los descontentos, y Ram铆rez no tuvo m谩s remedio que presentar su renuncia.



Presidencia del General Edelmiro Farrel (1944-1946)


El General Farell asumi贸 la Presidencia de la Naci贸n que abandonaba Ram铆rez y el coronel Per贸n aseguraba para s铆 la vicepresidencia, que sumaba a los cargos de Ministro de Guerra y Secretario de Trabajo y Previsi贸n. Virtualmente concentraba en sus manos todo el poder del gobierno revolucionario.


Un mes antes de terminar la conflagraci贸n mundial, el gobierno argentino declar贸 la guerra al Eje (Alemania-Jap贸n), y firm贸 el Acta de Chapultepec (1945), que consist铆a en un pacto de solidaridad rec铆proca entre los pa铆ses americanos contra agresiones extracontinentales, a fin de aliviar la tensi贸n internacional entre la Argentina y el resto del continente.


En el 谩mbito interno, la oposici贸n contra el gobierno de Farrell comenzaba a manifestarse m谩s abiertamente.



El 17 de octubre


El 12 de octubre estalla un mot铆n militar en Campo de mayo que impon铆a el alejamiento de Per贸n de los cargos que ocupaba en el gobierno, disponi茅ndose su arresto en la isla Mart铆n Garc铆a. Al conocerse la noticia, los sectores populares de Buenos Aires se movilizaron sobre la ciudad y el d铆a 17 de octubre exigieron su libertad. A partir de entonces Per贸n, contando con tan importante triunfo, se dedic贸 de lleno a la organizaci贸n de sus fuerzas pol铆ticas con vistas a las elecciones que se har铆an en 1946.



Hacia las elecciones


Para aliviar la tensi贸n pol铆tica, el presidente Farrell decidi贸 convocar a elecciones nacionales para el d铆a 24 de febrero de 1946. Los partidos pol铆ticos, que dos a帽os atr谩s hab铆an sido suprimidos, comenzaron de inmediato a reorganizarse y realizaron una importante marcha en las calles exigiendo la entrega del gobierno a la Corte Suprema de Justicia para garantizar la limpieza en los comicios pr贸ximos, contando con el apoyo del embajador de los Estados Unidos Spruille Braden quien adem谩s, se manifest贸 en contra de Per贸n.


Toda la actividad propagand铆stica se polariz贸 en dos tendencias: por un lado, los partidarios que se opon铆an al coronel Per贸n se agruparon en una alianza denominada Uni贸n Democr谩tica, conformada por los radicales, los dem贸cratas progresistas, los socialistas y los comunistas; por el otro, los que apoyaban la candidatura de Per贸n, nucleados en el Partido Laborista.


Finalmente en los comicios se impuso la f贸rmula Per贸n-Quijano, por m谩s del 50% de los votos sobre la de Tamborini-Mosca de la Uni贸n Democr谩tica. Per贸n hab铆a logrado el decisivo apoyo electoral de las masas obreras y de grandes sectores de la clase media.