Antecedentes hispánicos de los regímenes electorales argentinos
10. Decadencia de los Cabildos a consecuencia del régimen borbónico.
 
 
El advenimiento borbón, en el año 1700, significó la decadencia de los Cabildos, cerrados y abiertos, aunque es justo consignar que desde la última parte del siglo anterior (1650-1700), ya se venía gestando tal proceso. La dinastía francesa importó desde su sitio de procedencia el despotismo ilustrado y lo injertó en España. Esto se fue haciendo palpable en las distintas instituciones sociales y políticas. Las provincias americanas dejaron de ser tales, para trocarse en colonias. Y como tal fueron tratadas. Con la excusa de que era necesaria una reorganización de la administración en Indias, se impuso la creación de las intendencias con lo que vieron notablemente disminuidas, sus autonomías los Cabildos. Se pasó así de un federalismo comunal a un unitarismo intendencial. 67 Se comenzó también a adjudicar los cargos de cabildantes al mejor postor, para nutrir las arcas de la casa reinante, lo que significó una verdadera corrupción de la función concejil, salvo casos como los de Chile, país en el que, según refiere Domingo Amunátegui Solar, el sistema favoreció la absorción de los Cabildos por el elemento criollo, que compró sus puestos ya que disfrutaba de desahogada posición. 68

Pero los que más sufrieron con la entronización del despotismo borbón, fueron los Cabildos Abiertos, ya que fueron perdiendo su sesgo popular. “Los concejos abiertos no congregan ya a las masas de pobladores y soldados, sino a unos cuantos vecinos de peso”. 69 “Los Cabildos abiertos se fueron aristocratizando. Ese proceso, que desconectó a los Cabildos abiertos de la masa del vecindario, se puede seguir muy bien en las Actas; y para verificar su resultado, bastaría con hacer una comparación entre los Cabildos abiertos de 1541, en que se eligió a Valdivia como gobernador, y el del 18 de diciembre de 1810, que dio igual cargo al conde la Conquista. Los primeros fueron convocados por el procedimiento general para que se juntase todo el pueblo y común; para el segundo, en cambio, fue el presidente quien, mandó esquelas de invitación a los vecinos más calificados”. 70

Garretón refiere que este proceso de aristocratización de los Cabildos Abiertos, comenzó en Buenos Aires a mediados del siglo XVII. 71 El propio Cabildo se despojó de la facultad de convocar a Cabildo Abierto cuando le parecía oportuno, y se sujetó en esto a la decisión del gobernador. Los vecinos ya no concurrían en calidad de tales a los Cabildos Abiertos, sino que los escogidos lo hacían como asesores del gobernador. 72 Con el Cabildo Abierto del año 1671 se hicieron presentes “las personas de toda calidad que an ocupado oficios y puestos de justicia y guerra, como an sido de corregidores, justizias mayores, Capitanes de milizias y de la infantería española de la guarnición de este presidio”; 73 y al Cabildo Abierto del 27 de noviembre de 1740, asistieron las autoridades y vecinos “condecorados”, a quienes se habilitó por especial invitación. 74 Pero esta calificación de la asistencia fue hecha, por lo menos, apelando a la razón y a la justicia. Asiste lo más granado de la población: autoridades civiles, altos militares, clero, ex-funcionarios que se han destacado. Si se implanta una discriminación de tendencia aristocrática, ella se hace en base no a cuanto tienes sino a cuanto vales. Lo que quiere decir que no es mercantil esa aristocracia, sino culta y eminentemente jerárquica. Pero, evidentemente, esto significó un retroceso frente a la admirable democracia comunal instaurada en las playas hispanoamericanas por los conquistadores, democracia que ya habían practicado en la metrópoli.