La Imagen Olvidada . Rosario Antigua
La familia de Perla Picabea Mori en Rosario
 
 

Perla Picabea Mori, cuyos antecedentes familiares se remontan hasta la época del Virreinato, -los consignaremos en su momento- nació en Rosario el primero de enero de 1929 siendo bautizada como Rosa Antonia Judith por sus padres Rosa Mori Giménez y Manuel Picabea. Rosa, por su mamá, Antonia, por una de sus abuelas y Judith por petición de sus tías. Amigos, allegados y por supuesto familiares al observarla en la cuna manifestaban “es tan bonita como una perla “o también “tenemos una perlita “y otras expresiones similares. Tanto insistir con “perlita “que desde entonces se la identifica como Perla.


Sus antepasados en la región vivieron en Coronda, Diamante (Entre Ríos) y Santa Fe. Su bisabuelo Luis Giménez se casó con Petrona Leiva y una de sus hijas, Baldomera, abuela de Perla, contrae matrimonio con el viudo Antonio Mori. La unión de Antonio Mori con Baldomera Leiva Giménez fue bendecida con catorce hijos de los cuales doce llegaron a mayores. En 1892 fallece Antonio Mori y una de sus hijas Severa Luisa, tía de Perla, se hace responsable de la familia.


Severa Luisa Mori Giménez fue la primera maestra diplomada por el Consejo de Educación. Directora de la escuela de Niñas a la que supo elevar a la categoría e importancia de una verdadera escuela Superior, que luego sería base del departamento de aplicación al crearse la Escuela Normal José Elías Galisteo. Dedicada a la enseñanza, al arte, al canto lírico, recibió premios en pintura y bordados. Trasladada a Rosario en 1902 es acompañada por toda la familia trayendo consigo la imagen de la Virgen del Rosario que, en ese momento tenía más de un siglo de posesión familiar. Se ubican transitoriamente en calle España para ocupar posteriormente un inmueble propio en la calle Presidente Roca 1639 donde nace Perla.


En el mencionado domicilio vivían, la abuela de Perla, Baldomera, sus tías solteras Beatriz, Severa y Manuela, su mamá Rosa y su papá Manuel Picabea. Perla con sus padres se mudan a Villa Constitución a la casa que la madre tenía por ser directora en la escuela Manuel Belgrano. Su padre, nacido en esa ciudad era receptor de rentas y dedicado a la venta de cereales. Al cumplir cinco años Perla es enviada a Rosario con sus tías para asistir al Jardín de Infantes en la escuela Normal Nº 1 Nicolás Avellaneda y cuando cursaba primer grado sus padres con su hermano menor Juan Carlos se instalan nuevamente en la casa de la familia en nuestra ciudad. Concluyó Perla sus estudios como maestra normal nacional y comenzó el profesorado en la universidad que debió abandonar al contraer matrimonio.


En el año 1951 se vende la casa de calle Presidente Roca que había quedado muy grande al reducirse la familia y doña Rosa Mori Giménez, madre de Perla se traslada a Fisherton. Allí es visitada asiduamente por el entonces Obispo y luego Cardenal Antonio Caggiano quien oraba siempre frente a la imagen de la Virgen del Rosario que seguía unida a los Mori Giménez. Posteriormente doña Rosa se traslada a un departamento céntrico llevando siempre consigo la sagrada imagen.


Perla se había unido en matrimonio con el oficial de Gendarmería Mauricio Andrés Vitri quien se retiraría de la actividad con el grado de Comandante General. De acuerdo a las reglamentaciones castrenses vivieron en San Carlos de Bariloche -primer destino- para continuar en Gualeguaychú, Orán, Tartagal, Aluminé, Punta de Vacas, Las Cuevas, Buenos Aires, Rosario, Neuquén, Jesús María, Buenos Aires, Rosario y finalmente Buenos Aires. Recuerda Perla: “nos adaptamos e integramos en cada zona en la cual vivíamos, disfrutando amigos de esos lugares y también experiencias y recuerdos”.


El matrimonio de Mauricio y Perla, responsables del destino de la imagen sagrada, se radica definitivamente en Buenos Aires en 1982. Tienen tres hijos, Sergio, Hernán y Claudia María y quince nietos.


En el año 1983 la familia en pleno con la aprobación de doña Rosa, decide entregar al Instituto Cristo Rey la imagen de la Santísima Virgen del Rosario que de generación en generación fue poseída, conservada y venerada por su núcleo familiar durante más de dos siglos. Perla Picabea Mori de Vitri con la imagen de Nuestra Señora del Rosario en Roldán.



Instituto Cristo Rey


El Instituto Cristo Rey se autodefine como una comunidad religiosa, compuesta por sacerdotes y hermanos coadjuntores que mediante la profesión de los consejos evangélicos (de castidad, pobreza y obediencia), de una vida fraterna y estable en común, se consagran totalmente a Dios, no buscando sino su mayor gloria, en la extensión del Reino de Jesucristo al servicio de la Santa Madre Iglesia Católica.


El Reverendo Padre José Luis Torres Pardo es su fundador y su Casa Madre se encuentra en la ciudad de Roldán, dentro de la circunscripción eclesiástica de la Arquidiócesis de Rosario. Desde el aspecto canónigo, este Instituto es una “Asociación Pública Eclesiástica”.


Al Instituto Cristo Rey, compenetrados con su carisma y en su alta misión apostólica, la familia de Perla Picabea le entrega, en irreprochable decisión la Imagen de la Virgen que consideran ellos como la primera que se veneró en estas tierras: la Imagen de Nuestra Señora del Rosario, la Virgen Fundadora, la Virgen del Pago de los Arroyos.



Perla entrega la imagen de La Virgen


Perla, con el consentimiento de sus familiares más directos, entrega en el año 1983 al Instituto Cristo Rey la imagen de la Virgen del Rosario que ella y su familia consideró siempre la primera que fuera venerada en estas tierras. Sin lugar a dudas, la emoción y un noble dolor la embargaron al desprenderse de una imagen custodiada durante tantos años por su familia, hecho que se refleja nítidamente en las misivas dirigidas al Instituto.


Alguien muy querido cercano a Perla, deseaba conservarla en el seno de la familia, pero ese deseo tan puro cedió ante perspectivas posiblemente mejores para el futuro de la imagen. Una comunidad religiosa en conocimiento de su existencia solicitó también su custodia y el Museo Histórico Provincial Dr. Julio Marc, ubicado en el Parque de la Independencia de Rosario, quiso tenerla en su sede como uno de los patrimonios más importantes del origen de la ciudad. Sin embargo, en una decisión consensuada, libremente adoptada y galardonada por las mejores virtudes cristianas, los tradicionales poseedores de la imagen, resuelven entregarla al Instituto Cristo Rey.



Cartas de la Sra Perla Picabea



Capital Federal, 15/5/83


Rdo. Padre José Luis Torres Pardo


Residencia Cristo Rey


Roldán


Rdo. Padre José Luis Torres Pardo:


Con todo respeto me dirijo a Ud., Director de la Legión de Cristo Rey para decirle que con la gracia del Señor he decidido entregarle la gloriosa, inmaculada, milagrosa, purísima imagen de la histórica Virgen del Rosario. Ud. le dió el valor tan profundo que Ella Virgen Venerada tiene. Le pido con toda humildad perdone la demora en contestar su honroso pedido, pero le aseguro que la Santísima Virgen estaba unida y seguirá estando como la riqueza más grande de mis sentimientos. Creo que en esa hermosa Capilla, en el lugar tan maravilloso y digno que Ud. le destinó, como se lo merece, derramará bendiciones para todos, en su Legión de Cristo Rey y hará multiplicar las vocaciones sacerdotales como Ella, Madre de Cristo sabe hacerlo.


Para concretar, viajaré a Rosario, Dios mediante en los primeros días del mes de junio, le avisaré la fecha exacta telefónicamente.


Saludos de mi esposo y míos para Ud. y su apreciada Comunidad de Cristo Rey. Con Cristo Jesús pido su bendición


Rosa A.J.Picabea de Vitri



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Capital Federal, 13/3/84


Rdo. Padre José Luis Torres Pardo


Roldán


Rdo. Padre José Luis Torres Pardo:


Con todo respeto me dirijo a Ud. pidiéndole disculpas por la demora en enviarle los datos que sobre la Virgen tenía en mi memoria y los que conseguí y también por hacerle un relato personificado Ud. me comprenderá, lo hago con humildad, para que con su sabiduría extracte aquello de acuerdo a la grandeza inalcanzable para mí de la Virgen del Rosario.


Le recalco que aquello que se transmitió entre mis antepasados, la familia, la fe que era la primer Virgen del Rosario creo que no se puede dimensionar humanamente y nunca alcanzaremos a agradecerle a Dios Nuestro Señor y a la Virgen la gracia de tenerla, que nos ha brindado a los míos, a mi y necesito mucho su amparo, su gracia, su bendición. Se lo pido para no derrumbarnos, desmayar y ser cada día más creyentes, mi esposo, mis hijos, nietos, madre y seres queridos.


Mi querida Virgen del Rosario les dará todo en esa Comunidad de Cristo Rey y muchas vocaciones.


No se imagina Padre José Luis Torres Pardo cuánta fuerza y gracia me dio su retiro de 1983, cuanto bien me hizo pero necesito mucho.


Saludos de mi esposo, de mi hija Claudia María a Ud. y a su apreciada Comunidad de Cristo Rey.


Con Jesús y la adorada Virgen del Rosario que está en tan bello lugar y rodeada de oración le pido su bendición.


Salúdole en Cristo Jesús


Rosa Picabea de Vitri



Respuesta del Padre Torres Pardo



Sra. Rosa Picabea de Vittri


Buenos Aires 19/III/84


Respetable Señora:


¡Qué alegría nos dio su carta y todo el historial de nuestra Venerada Virgen! ¡Lo guardamos como oro en paño! El sábado (s.o.q.) trasladaremos la Virgen a la nueva Capilla, y para el 7 de octubre (si nos es posible) quisiéramos colocarle definitivamente en su nuevo altar, con todo el esplendor que Ella merece.


¡Mil gracias! de nuevo, en nombre mío y de la comunidad Virgen.


Esperamos a Ud. y a su esposo el día 24, festividad de la Anunciación de la Santísima Virgen.


En Cristo Rey


Pbro. José Luis Torres Pardo