La Presidencia de Carlos Pellegrini
Terminaron los grandes conflictos internacionales
Las relaciones exteriores Los grandes conflictos internacionales de Argentina terminaron cuando se restablecieron las relaciones diplomáticas con Francia y Gran Bretaña después de su intervención armada durante la tiranía de Rozas. La sorpresiva guerra con el Paraguay, el tratado de paz y la laboriosa liquidación de Cuando Pellegrini se hizo cargo de la presidencia, no existían perspectivas de conflictos armados, ni disputas por intereses sustanciales. El tratado que surgió del Congreso Sud Americano de Montevideo facilitó las relaciones de derecho privado entre los países vecinos y sancionó el derecho de asilo como doctrina americana. El Congreso Panamericano de Washington definió la posición de Argentina en el conjunto internacional de naciones al oponer a Estados Unidos, que sostenía la “América para los norteamericanos”, la fórmula argentina “América para la humanidad”. Con excepción de la disputa por la demarcación de la línea de fronteras con Chile, que pudo ocasionar un conflicto armado, durante un largo período, ni el canciller, ni los ministros plenipotenciarios argentinos estuvieron atareados por arduas negociaciones, ni tampoco se preocuparon de fortificar los vínculos de amistad con los países de América. ésta aparecía como la consecuencia natural de la convivencia y de un melancólico intercambio comercial. La nación estaba demasiado absorbida por sus conflictos internos y sus problemas de crecimiento para echar la mirada al exterior. Ni el presidente, ni los partidos políticos daban a los asuntos internacionales la importancia que adquirieron posteriormente, cuando el comercio de exportación adquirió mayores proporciones y fue necesario disputar con la competencia los mercados internacionales. Limitóse entonces a expresar principios de derecho, que defendían su débil estructura con relación a Estados Unidos y las grandes potencias de Europa. La personalidad internacional del país no estaba aún definida, ni el presidente Pellegrini se preocupó de acentuarla, ni nadie le exigía que lo hiciera. Su acción se limitó a resolver asuntos de rutina y evitar conflictos. El ministerio de Relaciones Exteriores es el único ministerio que no debe adoptar posturas agresivas, ni posiciones absolutas. Su misión es de paz. No debe abandonar jamás su disposición para negociar y su espíritu comprensivo, convivir y colaborar con las demás naciones, haciéndolo con firmeza pero sin violencia, con dignidad pero sin soberbia, con persistencia pero sin debilidad, sosteniendo siempre la norma legal, el respeto a los tratados, la igualdad y cooperación entre las naciones, la única forma de mantener incólume la soberanía nacional. Durante la presidencia de Pellegrini no se alteró esta línea de conducta internacional que había seguido el país en los mejores períodos de su historia. Negociaciones con Brasil Durante la presidencia de Pellegrini las Relaciones Exteriores fueron conducidas por los ministros Eduardo Costa y su sucesor Estanislao Zeballos sin que se alterara la política tradicional argentina por las dificultades financieras y los conflictos de política interna. Las economías introducidas en el presupuesto no afectaron las representaciones diplomáticas, ni las gestiones necesarias para mantener el prestigio y la defensa de nuestros derechos. Las fronteras con los países vecinos, nunca se habían precisado en el terreno como consecuencia de la política intermitente, a veces contradictoria, seguida por la corona española con Portugal. Los límites con el Brasil eran materia de controversia desde la época colonial; habían dado lugar a numerosas guerras, tratados, convenciones, peritajes y negociaciones que jamás llegaron a fijarse con precisión. Las divergencias suscitadas en 1872-1879 y 1880, ocasionaron nuevas gestiones diplomáticas que terminaron con el tratado de 7-IX-1889 en el cual se recurría al arbitraje de una tercera potencia. Pocos días después en el Brasil es derrocada la monarquía y proclamada El voto adverso del Congreso, en donde los monárquicos opositores tenían mayoría, determinó la caída del gobierno del mariscal Deodoro da Fonseca, cuyo gabinete había aprobado por unanimidad el tratado. Su sucesor el vicepresidente general Floriano Peixoto, al abrir las sesiones del Congreso Nacional, expresó que la controversia de límites con Argentina sería sometida al arbitraje de acuerdo con lo estipulado por el tratado de 1889. Durante el ruidoso y apasionado debate en el Brasil nunca se pronunciaron conceptos ofensivos para Argentina a la cual se recordó con especial consideración. Poco tiempo después, por iniciativa del gobierno argentino, se iniciaron negociaciones con el Brasil y se convino someter la cuestión de límites al arbitraje del presidente de los Estados Unidos de América (15-IV-1892). 4 Durante la presidencia de Pellegrini se suprimió en esta forma las protestas de divergencia entre las dos repúblicas. Durante la primera Conferencia Interamericana de Washington, donde tuvieron tan destacada actuación los delegados argentinos Roque Sáenz Peña y Manuel Quintana, presentaron juntamente con los delegados brasileños un proyecto de arbitraje, que demostraba la cordialidad que existía entre los dos países. Con motivo de la revolución en Río Grande, contra el mariscal Deodoro da Fonseca (l-XI-1891) el presidente Pellegrini envió un barco de la armada nacional para proteger a los ciudadanos e intereses argentinos sin que se produjera el menor incidente. 5 Diversas negociaciones Las aspiraciones de Chile por el dominio de Restablecida la paz los peritos designados por ambos gobiernos, Octavio Pico (argentino) y Diego Barros Arana (chileno), se dispusieron a trabajar sobre el terreno (enero de 1892). Sostenía Barros Arana que previamente había que proceder a un “examen teórico” del tratado. Pico estimaba que la función de los peritos consistía en el trabajo técnico de operar in situ ajustándose a la letra del tratado (20-VIII-1891). 6 El deber del perito era operar, sin discutir, evitando toda discrepancia con un espíritu conciliador y amigable. Barros Arana consideraba que había que aplicar el criterio del divortiun aquarum para fijar el límite, aun cuando para seguirlo fuera necesario abandonar la línea de las altas cumbres andinas. Pico se negó a discutir por anticipado las dificultades no conocidas antes de realizar las operaciones geodésicas previas e insistió en aplicar literalmente el art. 1º del tratado de 1881. 7 La desinteligencia entre los peritos alarmó a la opinión pública en ambos países. El presidente Pellegrini, en acuerdo de gabinete, (30-I-1893) envió nuevas instrucciones al perito Octavio Pico abundando en razones para evitar las discusiones teóricas o diplomáticas y realizar inmediatamente las operaciones sobre el terreno para trazar el límite donde no existieran dificultades, especialmente en Fuerzas chilenas armadas penetraron en territorio argentino en el norte del país. La división del comandante Stephens fue internada y puestos en libertad los presos políticos que traía. Los reclamos argentinos fueron deferentemente atendidos por Chile. 11 Venezuela solicitó los buenos oficios de Argentina ante el gobierno del Reino Unido para que las controversias suscitadas en el límite con El Poder Ejecutivo no aceptó la proposición de Estados Unidos para celebrar un tratado de reciprocidad comercial manifestándole su deseo de mantener el statu quo aduanero. Sus vinculaciones comerciales con los países europeos y el reducido comercio con Estados Unidos no le permitían conceder preferencias en perjuicio de sus clientes tradicionales. 13 |
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