Los caudillos y el federalismo argentino
La relación, el afecto y la admiración hacia San Martín
En este relevamiento de diversas facetas nacionales y americanas de Don Estanislao, citaremos, la relación y admiración que tuvo con José de San Martín. Relación ésta poco conocida dentro de lo divulgado de la historia nacional. Corría el año 1822 y el Libertador José de San Martín se encontraba ya en Perú con su ejército libertador en una situación delicada, se hallaba encerrado por poderosos contingentes de tropas españolas pertrechados fuertemente en las sierras peruanas. Para proseguir su campaña necesitaba realizar una operación de copamiento sorpresivo que cayera sobre la retaguardia de los peninsulares. Para que lo planeado tuviera éxito era necesario la ayuda en conjunto de las provincias argentinas cuyas tropas debían caer por la vieja ruta del Alto Pero, por la ruta del Desaguadero, por donde ya había intentado Belgrano con el Ejército del Norte caer sobre las espaldas del enemigo. En función de ese objetivo, que San Martín consideraba clave para que su campaña tuviera éxito, envió a un comisionado especial, el comandante de escuadrón peruano Antonio Gutiérrez de Bustos iba a ser el Jefe de la división auxiliar. él y Gutiérrez de La misión, el pedido de San Martín, fracasó porque Buenos Aires que detentaba la aduana y el metálico le negó el apoyo. Su gran munícipe, don Bernardino, le dijo a Gutiérrez de San Martín que se había retirado después de Guayaquil, dejando en manos de Bolívar la conducción final del proceso libertador, estando en su chacra Los Barriales de Mendoza, en 1823, va a vivir el episodio que seguidamente relataremos. Estanislao López se entera que la intriga porteña preparaba un juicio militar al Libertador, por aquella actitud que había tomado en 1819 de no venir por orden del Director a someter a los federales del Litoral. Con conocimiento de esto le envía al Gral. San Martín la siguiente carta que perfila al caudillo santafesino en toda su esencia varonil, patricia y de sincera autenticidad, demostrando allí el afecto y reconocimiento que sentía hacia el Libertador. La carta decía: Sé de una manera positiva por los agentes que tengo en Buenos Aires que a la llegada de V.E. a aquella capital, será mandado a juzgar por el Gobierno en un Consejo de Guerra de Oficiales Generales por haber desobedecido sus órdenes en 1819 haciendo la gloriosa campaña de Chile y Perú y no invadir a Santa Fe. Para evitar este escándalo inaudito y en manifestación de mi gratitud y del pueblo que presido, por haberse negado V.E. tan patrióticamente en ¡Qué valiente y hermoso documento! ¡Qué autenticidad digna de ser puesta de relieve en forma periódica para engrandecimiento del espíritu solidario de los hombres de la patria! San Martín agradeció el ofrecimiento de López enviándole un correo especial sin aceptar el ofrecimiento. El Libertador, conforme a su hombría de bien, decidió enfrentar el problema que se planteaba; pero queda el documento como un testimonio imborrable de una acción decidida que habla muy alto de los valores morales y de justicia del caudillo santafesino. A fines de noviembre de 1823 llegaría San Martín a Rosario proveniente de Mendoza hacia Buenos Aires. El historiador José Carmelo Busaniche en virtud de una carta del Gral. San Martín a su colega y amigo el Gral. Tomás Guido, testimonia su presencia en Rosario y su encuentro con López y la reiteración del ofrecimiento de éste de protegerlo hasta Buenos Aires. Hasta ese momento ambos hombres se habían conocido sólo epistolarmente, Rosario tuvo la fortuna de ser el lugar del encuentro y conocimiento personal de ambos patriotas. Otro historiador, rosarino, D. Félix Chaparro, nos dice que López y su escolta de Dragones había ido a esperarlo al Libertador a En Buenos Aires —escribe José Carmelo Busaniche— recibió la adhesión fervorosa de su pueblo, pero la indiferencia y la fría ingratitud de los hombres del gobierno del Puerto y partió a Europa, entristecido. 28 |
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