Los caudillos y el federalismo argentino
Sus principios de moral republicana como forja de la patria grande
En un párrafo de una carta que Estanislao López remitiera al Gdor. de Entre Ríos, Gral. Lucio Mansilla, en fecha 5 de setiembre de 1823 se lee claramente lo que constituye un pensamiento y mandamiento a la vez, destinado a las futuras generaciones para que logren la grandeza de esta tierra que tanto amó; en dicho párrafo se lee:
"... mejor es buen nombre que muchas riquezas. Abrazamos los dignos sentimientos de la Patria desde su regeneración política; ella reclama permanencia y energía hasta elevarla al respetable rango de una nación temible y poderosa. No son los caminos de la intriga y la degradación los que debemos trillar para labrar su engrandecimiento, sino los de la dignidad, honor y buena fe. No hay que contrariar principios por intereses privados..." y ese mandato moral se repite y completa en este oficio del 14 de setiembre de 1820, donde revive los principios imprescindibles de su moral republicana sin los cuales no es posible esperar grandeza alguna: "... depóngase toda pretensión injusta, acábese la intriga, respétese a los verdaderos patriotas sin negar ni disfrazar su mérito, desaparezca la vil impostura, no se sacrifiquen más vidas al capricho de los intrusos, no se dejen familias inocentes en la mendicidad para satisfacer la codicia de los aventureros y concluiremos una paz propia de hermanos, que prometa un porvenir lisonjero a todos los pueblos comprometidos por nuestras disensiones". 34
Como dijera a Artigas en 1818, "la salud del pueblo es la ley primera".