Tomas Falkner en el Pago de los Arroyos
Conclusiones
 
 

1a — El poblamiento urbano del Pago de los Arroyos tiene un jalón inicial en 1719 con la fundación de la estancia jesuítica San Miguel del Carcarañá. El casco de la estancia estaba destinado a convertirse en núcleo urbano. Esto habría ocurrido en 1745, en San Lorenzo, cuando el P. Nusdorffer autorizó el traslado del casco. O en 1748, en San Miguel, cuando el P. Querini ordenó consolidar la primitiva ubicación. Todo esto se frustró con la expulsión de los jesuítas en 1767. Trece años después los franciscanos se hacían cargo de la estancia abandonada y la trasladaban al sitio del nuevo Convento de San Carlos, es decir a San Lorenzo. Este fue el núcleo que, andando el tiempo, crecería hasta ser la floreciente ciudad que es hoy.


2a. — En esos años centrales del siglo XVIII, cuando el P. Querini ordena consolidar la estancia, cobra forma urbana el poblamiento de Rosario, por obra de las construcciones, donaciones, dotes, transferencias, y ventas de terrenos, y apertura de calles, efectuadas por Santiago Montenegro, entre ellas fundamentalmente la construcción de la capilla (1757) y su donación, y la distribución de los solares que constituyen la estructura básica de la primitiva planta urbana.


3a. — Simultáneamente realiza análoga labor en la región del Arroyo del Medio don Rafael de Aguiar, dando así lugar al nacimiento de San Nicolás de los Arroyos.


4a. — Al mismo tiempo comienzan a avecindarse pobladores en torno al Fuerte de Pergamino, primitivamente posada en la que pernoctaban quienes viajaban entre Buenos Aires y Córdoba ("la dormida de Pergamino"). El Fuerte, del que dejara testimonio gráfico el P. Florián Paucke, y la Posta, fueron el núcleo de la hoy ciudad de Pergamino.


5a. — La historiografía comienza en el Pago de los Arroyos con la presencia, en 1752-1756, del P. Tomás Falkner, administrador de la estancia San Miguel. El P. Falkner tenía ya "in mente" su obra, publicada posteriormente en Inglaterra (1774): "Descripción de la Patagonia y de las partes contiguas de la América del Sur", puesto que venía de misionar en el sur bonaerense, de explorar las regiones pampeanas, y de tener conocimiento directo de los pueblos nativos del norte patagónico y del idioma araucano, que cobraba gran difusión en esos tiempos.


6a. — La paleontología argentina tiene su inicio en las observaciones y descubrimientos de fósiles en el Carcarañá, efectuados primero por el P. Guevara y luego por el P. Falkner, y continuados por los descubrimientos del capitán Alvarez del Fierro en el Arrecifes y por Fray Manuel de Torres en el Lujan.