Historia Constitucional Argentina
Héctor B. Petrocelli
Prólogo El presente trabajo ha sido escrito con el propósito de facilitar a nuestros alumnos y conciudadanos en general, el conocimiento del desarrollo de nuestro proceso institucional desde sus orígenes hasta el presente. En cuanto a los alumnos nuestro objetivo ha sido, más que allanarles el camino hacia la aprobación de la asignatura, el despertar en ellos inquietudes enderezadas a comprender esa evolución, a fin de hacer más inteligible la actualidad argentina en lo que hace a la letra y al espíritu de nuestra organización de derecho público. Hilaire Belloc decía: “La historia de lo que fuimos explica lo que somos”. Es que “la función de la historia es iluminar los caminos”, según Ernesto Palacio, quien agrega: “¿Para que, sino, serviría la historia? Cuando no se busca en ella los signos de una vocación queda reducida a simple pasatiempo erudito, o a pretexto de canonjía burocrática”. Hemos agregado a la estricta historia constitucional argentina, algunas consideraciones respecto del marco político, interno e internacional, cultural y socioeconómico de cada etapa, con el objeto de enmarcar el acontecer institucional. De otra manera, captar el sentido de esa sucesión de normas ordenadoras del hecho político, se hace imposible. También queremos decir algo del espíritu con que hemos abordado este modesto esfuerzo, y es que ha sido impulsado por el pensamiento de Tácito: exponer “sin odio y con imparcial fundamento”. Emitimos juicios de valor a lo largo de estas páginas, pero sin ánimo partidista o clasista, sino solamente buscando detectar todo aquello que fue positivo para la Nación, condenando los factores frustrantes del destino que ella debe alcanzar. Es que si la historia, experiencia de los pueblos, no sirve para rectificar errares y confirmar aciertos, es ciencia estéril. Y con ello que no se nos tilde de parcialidad, pues dice Paul Bourget: "Ser independiente no consiste en no tornar partido, sino en no tener partido tomado". Créanos el lector: este trabajo es no sólo el producto de convicciones historiográficas, sino también de rectificaciones de ese carácter nacidas de nuevas investigaciones, documentos e interpretaciones que nos van convenciendo de nuestros equívocos. Que a todos nos estimule la máxima de Leopoldo Lugones: "Ojos mejores para ver la Patria". Rosario, junio de 1988. "Si los que se llaman legisladores en América hubieran tenido presente que a los pueblos no se les deben dar las mejores leyes, pero sí las mejores que sean apropiadas a su carácter, la situación de nuestro país sería diferente". José de San Martín "¿Cómo hemos de tener espíritu nacional si en lo que menos pensamos es en ser lo que somos?". Francisco de Paula Castañeda UNR Editora Universidad Nacional de Rosario 2009 |
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