necesidad de nuevas rutas
Asia tenÃa mucho que ofrecer y Europa disfrutaba de todo aquello. De allá provenÃan productos altamente valiosos para la vida de los europeos: sedas, alfombras, papel, perlas y las codiciadas especias, tan necesarias a la hora de condimentar y sobre todo mejorar el mal gusto de la carne, pues se carecÃa de un eficiente medio de conservación. La toma de la ciudad de Constantinopla por los turcos en 1453 significó el bloqueo de las rutas conocidas, terrestres y navales, y con ello la pérdida de todo contacto con Asia y sus valiosas mercancÃas. SurgÃa entonces la necesidad de sustituir aquellas rutas hacia oriente. Los adelantos en la construcción marÃtima, y los progresos en las técnicas de navegación, una audaz concepción geográfica que se vislumbraba, unidos a la necesidad de conseguir aquellas codiciadas mercancÃas, y el ansia de aventuras despertado por relatos de viajes inverosÃmiles que circulaban por entonces, agitaron el deseo de explorar las nuevas ideas aplicando los conocimientos de la época, y movieron a emprender la aventura del descubrimiento. Finalmente, el hallazgo de tierras hasta entonces desconocidas, desató el afán de su conquista. El resultado de aquel primer viaje exploratorio organizado por Cristóbal Colón, con el patrocinio de los reyes de España, fue la formidable ampliación del mundo conocido que se pondrÃa al alcance de los europeos durante las últimas décadas del siglo XV y las primeras del siglo XVI. |
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