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Rosario del Tala
 
 

Rosario del Tala, turismo y cultura



Una localidadRosario del Tala ofrece un clima de tranquilidad y es la meta de numerosos turistas que llegan para solazarse con las bellezas naturales de las playas del río Gualeguay y conocer antiguas usanzas.


cordial que crece


desde la habilitación


del complejo vial


Rosario-Victoria



Rosario del Tala. — Esta apacible y próspera localidad de unos 14 mil habitantes ubicada a 111 kilómetros al suroeste de Victoria y a 160 de Rosario ofrece un abanico de oportunidades para quienes deseen disfrutar de unos días —o de una vida— tranquila, de la cordialidad de su gente y de la belleza de sus paisajes. Ubicada junto al río Gualeguay, Rosario del Tala goza de la típica belleza paisajística que se despliega alrededor de las aguas. Conforman este marco sus arenales blancuzcos que penetran la vegetación de montecillos y la fauna silvestre que deambula por parajes casi vírgenes. Rosario del Tala se creó por decreto de Justo José de Urquiza el 7 de julio de 1863, pero sus orígenes se remontan a 1750, con la instalación de los primeros caseríos alrededor de una capilla levantada por antiguos pobladores de Paso del Tala, sobre el río Gualeguay. Desde 1799, la localidad se constituyó en sede eclesial y su patrona es Nuestra Señora del Rosario. Un hito que marcó los destinos de esta ciudad fue la habilitación, en mayo de 2003, del enlace vial entre Victoria y Rosario, que impulsó el desarrollo en varios ámbitos. Rosario del Tala, que hoy se ve más bella, limpia y prolija, experimentó un crecimiento demográfico y de la construcción que se evidencia en nuevos barrios surgidos hacia el este, el oeste y, sobre la ruta 39, hacia el suroeste de la ciudad, y donde poco a poco se va conformando una zona residencial.



Personajes y memorias de una ciudad


El museo del Rosario del Tala ofrece una historia de los objetos de la vida cortidiana y preserva la cultura charrúa y gaucha. El museo municipal de Rosario del Tala, ubicado frente a la plaza Libertad, entre el edificio comunal y la iglesia Nuestra Señora del Rosario, posee una importante colección de piezas arqueológicas que dan testimonio de la vida de los aborígenes charrúas que habitaron la zona y del pasado talense.


Hasta los escalones de ingreso al museo integran el patrimonio histórico que allí se atesora, dado que fueron construidos con los mármoles que servían de mostradores en los puestos de carnicerías del antiguo mercado municipal. Viejas cámaras fotográficas en perfecto estado, rebenques, espuelas y partes de recados como aperos, estribos y monturas, antiguos enseres domésticos y una gran hemeroteca son parte del histórico muestrario.


El amor a un trabajo. Pero, sin duda, lo más encantador del lugar es su director, Luis Arellano, quien se desempeña en este puesto desde hace 25 años. Con visible amor por su trabajo, este “hombre orquestaâ€, como se autodefine, no vacila en contar al visitante los pormenores y anécdotas en torno a las piezas que allí custodia y a la historia del lugar.


Uno de sus relatos favoritos es la fugaz estadía en la ciudad de Atahualpa Yupanqui en los años 30. “Héctor Roberto Chavero —su verdadero nombre— era un comunista perseguido. Durante uno o dos años se refugió en Tala y solía cantar pero no por gusto de hacerlo sino por la comidaâ€, recordó Luis.


Martiniano Leguizamón. Los talenses tienen el orgullo de haber contado entre sus personajes ilustres al escritor periodista e historiador Martiniano Leguizamón, nacido en esta ciudad el 28 de abril de 1858. Su casa, ubicada en calle Onésimo Leguizamón (llamada así en honor a su hermano) funciona como museo y depende del área de Cultura de la Municipalidad.


El subsecretario de Cultura de Entre Ríos, Roberto Romani, recordó: “Yo venía a visitar este lugar con mi padre. Don Atahualpa se sacaba el sombrero cada vez que pasaba frente a ellaâ€.


El funcionario instó a “mantener viva†la morada que actualmente muestra un avanzado deterioro. “Mantener sólo las paredes no alcanza. Hay que mantener el espíritu de la casa, dotándola de actividades culturales, muestras, recitales. Si bien es chica, en verano se pueden hacer muchas cosas porque posee un patio enormeâ€, sugirió Romani.



Lizi Dominguez l l Miércoles 28 de mayo de 2008La Capital






Rosario del Tala en la provincia de Entre Ríos


Industria sin chimeneas. También se dinamizaron y generaron nuevas alternativas en rubros como el turismo, una actividad impensada años atrás por los talenses. Los empresarios del sector se interesaron en mejorar la calidad de sus servicios. Algunos hoteleros ampliaron sus instalaciones y muchos se capacitaron en diversas actividades afines. Con visión integradora, a poco de habilitado el viaducto, Rosario del Tala y otros pueblos conformaron el circuito denominado Caminos del Palacio, que incluye también a Basavilbaso, Villa Mantero, Herrera, Caseros, Santa Anita y Concepción del Uruguay. En un recorrido, de no más de 70 kilómetros, se pueden aprovechar playas, turismo rural, carnavales, fiestas tradicionales y el histórico palacio San José.


Verano a pleno. La “vidriera” turística de Tala —como suele abreviarse— es el balneario Delio Panizza, cuyas vistas, arenas blancas y barrancas lo ubican como uno de los más bellos de Entre Ríos. El predio, de 20 hectáreas y ubicado sobre la ruta 39, a cinco kilómetros de la ciudad, recibe a miles de turistas durante el verano y puede albergar unas 100 carpas. Allí los acampantes cuentan con servicios, un parador y paseos en sulky y en canoa. El grueso de los turistas llega de Rosario y, en menor medida, de Buenos Aires y del resto de Entre Ríos. La pesca de sábalos, tarariras, patíes, moncholos y surubíes es otro atractivo convocante para foráneos y locales que aprovechan las bondades del río Gualeguay. En la zona de montes se pueden avistar especies autóctonas como carpinchos, guasunchos, ciervos, zorros, zorzales y cardenales.


Actividades culturales. Las ofertas propias del verano se complementa con actividades como la Expo Pymes Tala, que en diciembre muestra todo el potencial artesanal, industrial y educativo de la zona. En este marco y ante gran cantidad de público, actúan artistas de primer nivel. Igualmente, en enero y para los jóvenes, se realiza la Fiesta de la Playa con bandas en vivo. Otras festividades de la localidad son el motoencuentro que se celebra en octubre, mes en el que además se celebra la fiesta patronal de Nuestra Señora del Rosario, la cual convoca a miles de fieles nativos y de los alrededores. También se efectúan competencias de enduro y encuentros de teatro a cargo de un grupo de actores locales e invitados de la zona. Fin de semana por medio en la plaza principal funciona una feria de artesanos que ofrecen una gran variedad de productos regionales.