Carlos Pellegrini crece de la mano del agro
El pueblo además
es considerado capital de la
belleza femenina
por su Fiesta de las
Reinas Nacionales
Carlos Pellegrini.— Es la capital nacional de la belleza y aunque ése no es el título oficial, bien merecido lo tiene. Esta localidad del centro-oeste santafesino trasciende a nivel nacional en enero de cada año para convocar a las exponentes de belleza femenina más destacadas de las provincias argentinas.
En esta localidad de poco más de 5.600 habitantes, ubicada al sudeste del cruce de las rutas 13 y 66, se realiza la Fiesta Nacional de Reinas Nacionales, celebración que, además del concurso de belleza, ofrece durante una semana espectáculos artísticos regionales y nacionales. Para esta fiesta la localidad entera se prepara para recibir a miles de visitantes de todo el país. Todos colaboran con la entidad organizadora, el Club Americano, Mutual y Social, incluso los apasionados rivales en lo deportivo, la parcialidad de San Martín, Mutual, Social y Biblioteca.
Esta última institución también organiza un encuentro de trascendencia: la Fiesta Nacional de las Culturas, que en 2007 convocó a representantes culturales de seis sedes distribuidas en la geografía nacional, exponentes de diversas expresiones artísticas.
También, desde hace más de 60 años, toda la zona se da cita aquí cada septiembre para participar de la exposición agropecuaria, comercial e industrial organizada por la Sociedad Rural del Centro Oeste Santafesino.
El pueblo. La economía local se sustenta en actividades agropecuarias, comercio y servicios. Su ubicación en una zona de campos de gran calidad convirtió a sus propietarios en productores de notable solidez económica, característica que se expresa en una arquitectura urbana en la que sobresalen modernas y elegantes viviendas y otro signo elocuente de la bonanza se aprecia en un parque automotor actualizado con gran cantidad de camionetas último modelo circulando por sus calles. Es habitual ver pasear por la localidad a un productor conduciendo una ostentosa cupé Ferrari y frente a la plaza, un edificio de varios pisos que construye un emprendedor privado.
La historia. Originariamente el pueblo se llamó Colonia Los Algarrobos. Según la tradición oral, tomó el nombre de una estancia que, a su vez, se denominó así por un monte de algarrobos cercano. Fue fundada por Agustín Hamilton Johnston, un inglés de Newcastle, y su traza se aprobó el 24 de enero de 1888, fecha considerada fundacional al no existir datos de un acto oficial.
En 1889 Johnston donó tierras a la Compañía Ferrocarril Central Argentino, hecho que cambió la fisonomía zonal valorizando tierras y atrayendo a la inmigración europea, al posibilitar el traslado de las personas y de la producción regional. Fue años después cuando se cambió el nombre de la población en honor al ex presidente argentino.
En el plano educativo, la localidad posee dos jardines de infantes, seis escuelas primarias, una secundaria y un campus virtual para carreras a distancia. Funcionan además dos bibliotecas populares y la vida institucional se desarrolla de la mano de organizaciones de bien público, gremiales, culturales y tradicionalistas.
La tierra natal de un personaje de leyenda
Juan Bautista Vairoleto nació en la zona rural de Carlos Pellegrini en 1894. Hijo de inmigrantes italianos que luego se mudaron a Eduardo Castex, en La Pampa. Fue allí donde Vairoleto inició sus correrías tras matar a un policía que pretendía a la misma mujer que él. Se cuenta que el reloj del boliche donde ocurrió el hecho fue alcanzado por la bala y se detuvo a las 13.30 el 4 de noviembre de 1919.
Así empezó su vida de fugitivo y de máximo objetivo de la policía de varias provincias. Como en otras historias similares, aseguran que robaba a los ricos para repartir el botín entre los pobres. Fue asaltante, fugitivo, agricultor, padre de familia y buen vecino.
En 1935 se retiró y se dedicó a una vida tranquila junto a Telma Ceballos. En San Pedro de Atuel pasó sus últimos años bajo el nombre de Francisco Bravo y allí nacieron sus dos hijas.
El 14 de septiembre de 1941 la policía rodeó su casa y mantuvo un intenso tiroteo. Temiendo por su familia decidió, como otras veces, eludir a sus perseguidores. “Dio vuelta la pistola y se disparó en la cabeza”, contó su viuda.
“Después de pegarse el tiro cayó lentamente hacia atrás y allí entró la policía y le tiraron, pero ya estaba muerto”, relató Telma a este diario en 2004, cuando visitó Carlos Pellegrini para conocer el lugar donde había nacido su esposo.
Luis Emilio Blanco l La Capital l Miércoles 30 de abril de 2008