El monarca acordaba por escrito las obligaciones del Adelantado y las concesiones y mercedes a que este se harÃa acreedor en caso del fiel cumplimiento de su cometido, en un documento que se llamaba Capitulación. En el mismo se establecÃan detalladamente los objetivos de la expedición, las ventajas económicas que reportarÃan tanto para el adelantado como para la corona, conteniendo también las condiciones exigidas por el monarca para autorizar dicha empresa. Dejaban, en cambio, amplia libertad al titular de la capitulación para organizar la empresa, para entenderse con sus oficiales y soldados o para asociarse con otras personas mediante contrato.
Las condiciones impuestas al adelantado para el efectivo ejercicio las ventajas pactadas permitÃa a
Solamente el rey otorgaba Capitulaciones, ya sea por sà mismo o mediante personas que designaba expresamente. El contrato se hacÃa frente a escribano público y solÃa estar avalado por la firma de testigos garantes de la buena fe de ambas partes.
Este sistema no perduró por mucho tiempo, fue el rey Felipe II quien resuelve terminar con el adelantazgo sustituyéndolo por la institución de los gobernadores, que eran funcionarios rentados, nombrados directamente por el rey, con menores facultades, y obligación de rendir de cuentas al final de sus mandatos.
Este sistema no perduró por mucho tiempo, fue el rey Felipe II quien resuelve terminar con el adelantazgo sustituyéndolo por la institución de los gobernadores, que eran funcionarios rentados, nombrados directamente por el rey, con menores facultades, y obligación de rendir de cuentas al final de sus mandatos.
En el año 1493 el Papa Alejandro VI, autoridad espiritual de |
Aunque pudieran asemejarse, las capitulaciones no tenÃan iguales contenidos, ya que cada una era pactaba especialmente, para el caso que se trataba. En general, constaban de cuatro partes: • En primer lugar, el rey exhibÃa sus tÃtulos y derechos como soberano y otorgaba licencia para descubrir, conquistar, poblar, etc. • En segundo término, se estipulaban las obligaciones que asumÃa el capitán de la expedición y de las cuales se hacÃa una detallada enumeración. • Luego se fijaban las mercedes reales que se concedÃan al capitulante, las cuales consistÃan habitualmente en el goce de una parte de los bienes materiales que reportara la empresa. • En cuarto lugar se ajustaban las condiciones que imponÃa la corona para garantizar el cumplimiento de las mercedes concedidas. El derecho a las mercedes dependÃa del éxito de la expedición y del acatamiento de las obligaciones contractuales contenidas en |