Al iniciarse la conquista y el poblamiento, las tierras americanas fueron incorporadas a la corona de Castilla, con el mismo tratamiento que a los otros reinos de España.
Organizada bajo el sistema monárquico, España, como todas las monarquÃas de la época, hace girar toda su organización polÃtica en torno a la figura de un rey.
El rey es quien administraba el gobierno, elegÃa los funcionarios y quien, solo por su voluntad, delegaba algunas de sus atribuciones en determinadas personas o instituciones, era como una especie de división del trabajo, pero no de poderes.
Tres dinastÃas son las que se sucedieron en el trono español ejerciendo el gobierno del Nuevo Mundo en América: las de los Reyes Católicos, la de los Austrias y la de los Borbones.
El reinado más breve será el de los primeros, pero no el menos importante. Durante el reinado de Isabel y Fernando se trazarán los objetivos esenciales de la conquista española, se harán los primeros intentos organizativos trasladando a América instituciones españolas como la del adelantado.
A las muerte de los reyes Católicos, un nieto inicia la dinastÃa de los Austrias: Carlos I de España, que era a la vez Carlos V de Alemania. Carlos V, creó el Consejo de Indias e instituyó el Cabildo para el gobierno de las ciudades de América. Su reinado, junto al de su hijo Felipe II, consagró el poder español en el mundo entero. Gobernaron sabia y prudentemente, tanto España como América. Sus sucesores al trono español, los reyes Felipe III, Felipe IV y Carlos II, no contarán con los mismos talentos polÃticos y morales, y la declinación de España fue casi inevitable frente al surgimiento de otras potencias.
Estas primeras dinastÃas a pesar del enorme poder que detentaron, nunca se desempeñaron como monarcas absolutos, los principios del bien común y el buen gobierno, fueron el fundamento, el lÃmite y brújula de todo su gobierno.
Al morir Carlos II sin descendencia, y tras la guerra de Sucesión los Borbones -que gobernaban la vecina Francia- se quedarán con el trono español , iniciando un nuevo perÃodo de la monarquÃa ibérica, las que con algunas interrupciones ha gobernado España hasta el dÃa de hoy.
Esta etapa, que se inició hacia el año 1700, será profundamente distinta a las anteriores. España abre sus fronteras y se verá influencia por las instituciones francesas, las nuevas ideas polÃticas de la ilustración y de la economÃa que derivarán en el absolutismo ilustrado de moda en toda Europa. Pero estos cambios en su estructura polÃtica y social, con la desaparición en la penÃnsula de las instituciones propiamente españolas, iniciarán el camino de su derrumbe y desprestigio.
En América también penetra el pensamiento de la Ilustración, y se concretan las viejas polÃticas centralistas y absolutistas de Luis XIV, despareciendo asà la relativa autonomÃa con que se contaba para el gobierno en las Indias.
La instauración del nuevo régimen borbón, indudablemente más absolutista que el de los Austrias -cuyo régimen habÃa llevado a la grandeza de España-, apresuró los movimientos independentistas y el derrumbe definitivo del gran imperio español.