San Marcos, industrialy
emprendedor
El crecimiento
poblacional en los
últimos 10 años
fue explosivo por la
migración interna
San Marcos Sud.— Con un crecimiento poblacional explosivo en los últimos diez años a raÃz de procesos de migración interna que intentaron cubrir la demanda sostenida de sus fuentes laborales, esta localidad de tres mil habitantes convive con las costumbres propias de los pueblos del interior y una intensa vida industrial.
El historiador Mario Penna lo define con una sÃntesis que sorprende. “Este es un pueblo heroico porque ha soportado todas las crisis económicasâ€, relata mientras repasa con precisión los principales emprendimientos que dieron base a una variada gama de productos.
Aumento poblacional. Fundada en 1888 como casi todos los pueblos a la vera de la ruta 9, la localidad tuvo su origen en el tendido ferroviario. Un año después se habilitó la estación de trenes.
A partir de ese acontecimiento la compañÃa de tierras comenzó a vender los terrenos para la construcción de las primeras viviendas. Hoy posee alrededor de 3.000 habitantes.
“La gente es buena, propia de un pueblo tranquilo donde casi no hay sobresaltos. Lo puedo decir sin inconvenientes porque hace 37 años que estoy al frente de un almacénâ€, contó Gladis Monetto, más conocida como Negrita. A los habitantes tradicionales se suman otros habitantes que eligen este pueblo para vivir.
Uno de esos inmigrantes es Carlos Castro, un albañil que llegó desde Tulumba, provincia de Córdoba, con la idea de trabajar y afincarse definitivamente en este poblado. “Al principio no fue sencillo, pero una vez que lo conocen es fácil hacerse quererâ€, relató el vecino.
En los últimos diez años se registró un alto crecimiento poblacional “En ese lapso hemos crecido en unos 800 habitantes y los nuevos inmigrantes provienen de las provincias de Chaco, Santiago del Estero, Corrientes y norte de Córdoba. Todos motivados por la demanda en las fuentes de trabajoâ€, comentaron en el pueblo.
Exportación. En el pasado figura una fábrica de velas, de alambre, de mosaicos y metalúrgicas. Pero hoy no sólo continuaron funcionando algunos rubros, como el metalúrgico, sino que han aparecido otros establecimientos que exportan su producción a por lo menos tres continentes... En los últimos años compañÃas como Sobrero y Cagnolo, San Marcos Sport (ver aparte) y LMS con su producto flexpack, han enviado su producción a otros paÃses. El año pasado se hizo una importante muestra de comercio exterior.
La firma Sobrero Cagnolo, por ejemplo, procesa más de 80 millones de litros anuales de leche. Posee más de 40 años de experiencia en el rubro y da trabajo a más de un centenar de empleados.
La localidad de San Marcos Sud está ubicada a unos
La pujante empresa de la marroquinerÃa
Una de las empresas más pujantes de San Marcos Sud y que es referente de la sangre emprendedora es San Marcos Sport, una marroquinerÃa con cerca de 20 empleados que logró conquistar los mercados externos de
Entre sus clientes está la reconocida marca Oscar de
“Nos contactó un amigo que trabaja en una cafeterÃa en Nueva York. Me presentó a un vidrierista que quedó encantado con nuestra producción y la presentó en varias empresas estadounidenses. Asà vendimos en firmas reconocidasâ€, relató Sergio Fissore, hijo del fundador.
La firma comenzó con la confección de pelotas de fútbol. Asà fue creciendo hasta que en la década del 90 el negocio se vio afectado por la importación. Los Fissore se tuvieron que reconvertir y asà se iniciaron en la marroquinerÃa. “Comenzamos con cinturones de cuero que se expusieron en el exterior. El producto gustó y asà emprendimos un camino de conquistar otros mercadosâ€, añadió Fissore, mientras su padre Atilio atendÃa en otra oficina a un comprador recién llegado de Alemania.
Atilio entiende que los mercados se abrieron gracias a una combinación de precio y calidad. Las primeras ventas se realizaron en 1994 cuando regÃa en el paÃs el sistema de convertibilidad, curiosamente época en que el resto de las industrias se fundÃan.
Walter Gasparetti l
Penna, el historiador de los pueblos. El historiador Mario Penna logró lo que muy pocos intelectuales pudieron conseguir: quedarse en su propio pueblo y vivir de lo que hace. Y el secreto está en haber expandido su tarea de historiar en otros pueblos de la provincia de Córdoba.
Pero además de la historia, Penna ha dedicado varios años de su vida a hacer cine. ¿En un pueblo de tres mil habitantes? La respuesta es afirmativa. Incluso participó de festivales como el de Cuba, para citar sólo uno de los más resonantes.
Filmó “Sociedad en guerra†(1994), “Los carros rebeldes†(1998), “Una rosa en el macadam†(2003), y los “Relojes de trigo†(2005). “Hace tres años que no filmo y ya me está picando el bichito. Extrañoâ€, se sinceró Penna con
“Una rosa en el macadam†demandó el trabajo de 30 actores de Villa MarÃa y Villa Nueva. Está ambientada en la década infame del gobierno de Justo.
“El era ingeniero y se le ocurre hacer la actual ruta 9 (el Macadam). Varios pueblos de las provincias de Córdoba y Santa Fe quedarÃan de espaldas al progreso. Un joven abogado lucha para cambiar esta historia. En disputa no sólo estarÃa el camino sino también una bella historia de amorâ€, cuenta a modo de sinopsis.