Cerrito, impecable y progresista
Un pueblo
entrerriano en el
que se protege a los
jóvenes y al medio
ambiente
Cerrito.— Si alguien se propusiera encontrar defectos estéticos o falencias en el aspecto de esta pequeña localidad entrerriana, la tarea le resultarÃa más que difÃcil, porque cada calle, paseo público o frente de los domicilios revela una estricta prolijidad y limpieza, y, por cierto, una particular belleza.
“Esta ciudad es realmente fotogénica, tiene vistas muy buenas desde cualquier puntoâ€, comentó un fotógrafo de La Capital, tras una recorrida por el lugar. Es que ningún espacio verde tiene pasto crecido o malezas y es casi imposible hallar una vivienda en mal estado. Por el contrario, todos los edificios parecen recién pintados, abundan las fachadas con macetones y canteros colmados de flores y prácticamente no hay calles de tierra.
Para entender la trama urbana de este pueblo, ubicado a 253 kilómetros de Rosario y a 52 al noreste de Paraná, se debe partir de la gran plaza principal conformada por cuatro manzanas, de donde salen cuatro diagonales hacia cada extremo del ejido.
En un sector de este singular paseo público en cuyo derredor se concentra el centro cÃvico, se encuentra un complejo municipal que comprende un salón de usos múltiples, una nutrida biblioteca pública y un anfiteatro, donde se realiza todo tipo de eventos gratuitos.
Por sus dimensiones, la gran plaza llamada Las Colonias incluye además un monumento en homenaje al indio charrúa, otro en recordación a los colonizadores, una fuente y un romántico paseo con glorietas y palmeras denominado “Canto a la vidaâ€.
En frente, entre otros edificios, se halla la centenaria iglesia en honor a Nuestra Señora de la Merced, patrona espiritual de Cerrito, cuya población celebra su dÃa cada 24 de septiembre.
Muestra del crecimiento y el progreso de esta localidad de cinco mil habitantes es la moderna arquitectura del palacio comunal, de dos plantas y totalmente vidriado. Sus funcionarios, a excepción del titular del Ejecutivo, trabaja ad honórem al igual que el Concejo.
Techo para todos. No hay ranchos o viviendas precarias, ni siquiera en la periferia de la localidad. La comuna facilitó todos los medios para que las familias de escasos recursos tuvieran techo digno a través de la cesión de terrenos, mano de obra y facilidades de pago.
En este sentido, los lugareños destacan el crecimiento de la construcción, que no se condice con los grandes costos que maneja el mercado inmobiliario local. “Una casa modesta con dos habitaciones cuesta más de 300 mil pesos y por un terreno céntrico de 400 metros cuadrados piden 175 mil dólaresâ€, comentó un vecino.
Divino tesoro. Llama la atención la veneración de los pobladores por sus mayores y en particular la imagen de la mujer, aquella que, décadas atrás, trabajó codo a codo con su compañero en las tareas rurales para forjar esas tierras. Ello se refleja en diversos homenajes y reconocimientos “en vida†a personajes locales que a menudo se realizan en actos públicos de la ciudad.
Pero lo que más sorprende es la valoración de la juventud y el compromiso activo que adoptan los padres y docentes para proteger y encauzar a sus chicos. Un ejemplo de ello son las numerosas capacitaciones reconocidas por el Consejo General de Educación que desde 2005 se realizan para mejorar la comunicación con los jóvenes, prevenir conductas de riesgo como las adicciones y mejorar los vÃnculos familiares.
Desde el municipio también se contribuye a este fenómeno positivo a través de la organización de actividades para las vacaciones de invierno, destinadas a niños de la EGB 1 y 2, de manera que durante ese perÃodo disfruten de un ocio productivo.
Reserva ecológica. Otro ejemplo de la conciencia de esta población sobre el futuro de los más pequeños es la conversión, en 2001, de un bosque virgen en reserva natural educativa. El “Montecito de Lovera†—llamado asà en honor a la familia local que donó los terrenos—, está ubicado en las afueras de la ciudad, sobre la ruta 12.
En el área protegida predominan especies arbóreas como algarrobo, ñandubay, espinillo, chañar, talita, palmera caranday y distintos ambientes como el bosque maduro cerrado y el bajo abierto, pastizales, zonas bajas anegadas y una laguna. Los docentes de Cerrito se capacitaron en educación ambiental y diseñaron tanto los senderos temáticos trazados allà como los contenidos que se enseñan en los recorridos que realizan los alumnos de las escuelas que visitan el lugar. Uno de los caminos evoca acontecimientos como el paso por allà de Manuel Belgrano rumbo al Paraguay y los bailes tradicionales de los primeros pobladores de la zona.
Lizi DomÃnguez l La Capital l Miércoles 19 de marzo de 2008 (fragmentos principales)