En Buenos Aires, la pasión política se mantiene efervescente, dividiéndose la opinión entre “conservadores� y “progresistas�. Gente pragmática, mucha de la cual ha colaborado con Rosas, se cuenta entre los primeros; intelectuales de raíz unitaria, entre los segundos. La población modesta y, sobre todo, el paisanaje de la campaña, se mantiene inalterablemente rosista.

Mientras tanto, descuidadas las fronteras, los indios depredan la provincia, reunidos bajo la jefatura indiscutida de Calfucurá. Mitre se dirige contra él, produciéndose el choque en Sierra Chica, cerca de Olavarría, donde el cacique araucano se impone ampliamente.

El general Gerónimo Costa organiza una incursión federal, desde Montevideo. Desembarca en Zárate, con pocos hombres, mientras Mitre regresa de batir a Venancio Flores que, habiéndose adelantado en una maniobra distractiva, hiciera pie en Santa Fe. Entre Mitre y el coronel Conesa aplastan a Costa en Villamayor, el 31 de enero de 1856, practicando una matanza tremenda entre los dispersos.

Se acentúa el encrespamiento político en Buenos Aires. Los “conservadores� son conocidos ahora como “chupandinos� y a los “progresistas� se los llama “pandilleros�. Los dos bandos intercambian agravios a través de la prensa. El 29 de marzo se realizan elecciones para renovar la Legislatura, en medio de un ambiente recalentado, controlados por gente armada los atrios donde se votaba, prestos cuchillos y trabucos para entrar en acción. Los “chupandinos� ganan por 4.046 votos contra 1.401 de los “pandilleros�. Integrada la nueva Legislatura, elige gobernador a Valentín Alsina.

El 23 de octubre de 1858, asesinan en San Juan al caudillo federal Nazario Benavídez.

En enero del 59, resulta electo presidente de la Confederación Santiago Derqui –ministro del Interior de Urquiza– y vicepresidente el general Juan Esteban Pedernera, quienes asumirán sus cargos al año siguiente.