revolución de 1880
El desenlace de la llamada “cuestión capital” llegó a la rastra de los dramáticos sucesos acecidos en Buenos Aires a mediados de 1880, de los que fue un coletazo postrero. Ocurrió que, al regresar Roca de Puede llamar la atención esa agria hostilidad, cuando Buenos Aires ya había consentido las sucesivas gestiones de Sarmiento y de Avellaneda, sanjuanino el primero y tucumano el segundo, como Roca. Y hay que tener en cuenta varios factores para explicarla: que Sarmiento llegó a la primera magistratura de la mano de Alsina, caudillo porteño; que la asunción de Avellaneda sobrevino después de vencida la revolución encabezada por Mitre, en 1874; que Sarmiento y Avellaneda estaban radicados en Buenos Aires y no “ejercían” su condición de provincianos, de la cual se preciaba Roca; y, finalmente, que existía cierto cansancio respecto a la influencia política de los regimientos de línea, que daba lugar a lo que Mitre llamó “el voto armado”. La figura que nuclea el localismo bonaerense es la de Carlos Tejedor, un jurista severo y taciturno, a quien los acontecimientos habrían de transformar en líder con arraigo popular, seguramente a pesar suyo. Sarmiento ha sido nombrado ministro del Interior y se baraja también su nombre como candidato de transacción, destinado a bloquear el ascenso de Roca. Pero las desmesuras que le son propias hacen naufragar su gestión ministerial y su candidatura a presidente. Carlos Pellegrini ocupa la cartera de Guerra, para reemplazar a Roca. En oposición a las fuerzas regulares del gobierno, Buenos Aires arma milicias que, mal disimuladas a veces como clubs de tiro, maniobran en la ciudad con gran despliegue de fusiles Remington y Schneider; cuentan incluso con varios cañones Krupp. La intercepción por las autoridades nacionales de una partida de armas destinada al gobierno provincial, constituye la chispa que encenderá una inmensa hoguera, en un medio extremadamente combustible. El 13 de junio de 1880, los Colegios Electorales consagran la fórmula que integran Roca y Francisco B. Madero para presidente y vice de Avellaneda, acosado en la ciudad, se ha trasladado a Belgrano, apacible pueblo suburbano por entonces. Lo acompaña un gabinete reducido y cierto número de legisladores nacionales, insuficiente para sesionar válidamente. El 21 de junio, se combate por fin. Y se combate encarnizadamente. Las tropas del gobierno y las de Buenos Aires chocan en Puente Alsina, los Corrales Viejos (Parque Patricios), Constitución. Hay más de 3.000 muertos y, a despecho del rudo ataque de aquéllas, la resistencia porteña no cede. Mientras que por Apenas acallado el tronar de las armas, se organiza en la ciudad un “Baile de |
|