desde 1800 hasta 1851
batalla de Salta
 
 








El triunfo de Tucumán fue obtenido en la festividad de la Virgen de la Merced. Agradecido, Belgrano nombró a Nuestra Señora (bajo esa advocación) “Generala de los Ejércitos Argentinosâ€.


El 19 de febrero de 1813, Tristán está atrincherado en la entrada de la ciudad de Salta. Belgrano coloca la vanguardia de sus tropas frente a él y, en medio de la noche, desplaza el resto hasta situarlas a su flanco.



El combate se inicia con las primeras luces del día 20.

Las acciones son vigorosas. Pero el movimiento nocturno ejecutado por Belgrano le otorga ventajas, dejando a su oponente entre dos fuegos. Aunque no es el fuego el que decidirá la lucha.




Como llueve torrencialmente desde la víspera, está mojada la pólvora. De modo que cobran especial importancia los sables y las lanzas de la caballería criolla.

Luego de tres horas de lucha, Tristán debe refugiarse en la ciudad. Belgrano se abstiene de aniquilarlo y le ofrece una capitulación honrosa, que aquél acepta, dejando numerosos pertrechos en poder de los patriotas.

Entre las condiciones impuestas figura la siguiente: que los derrotados, bajo palabra de honor, se comprometan a no seguir combatiendo contra la causa americana. Con el paso del tiempo, algunos cumplirán su promesa y otros no. Tristán será fiel a ella, no volviendo a participar en la guerra.































































Escudo honorífico otorgado a las tropas del General Belgrano victoriosas en la batalla de Salta


Belgrano hizo enterrar a todos los caídos en la batalla (480 realistas y 103 independentistas) en una fosa común, donde ubicó una cruz de madera con la leyenda: "Vencedores y vencidos en Salta, 20 de Febrero de 1813"