La coalición internacional que derrocó a Rosas
Los tratados con Brasil y su repercusión en el área
 
 
La alianza del 29 de mayo de 1851 firmada por Entre Ríos, Corrientes y Uruguay con el Imperio, era el fruto de una secular labor desarrollada tesonera y sigilosamente, que significó el comienzo del dominio brasileño en el sector rioplatense. El Brasil logró sus beneficios políticos, económicos y geográficos por los que había luchado, primero contra España y después contra la Argentina. Aquella alianza era sui generis, como lo reconoce Vicente Quesada, quien afirma: “El imperio del Brasil pactaba, pues, con dos fracciones argentina y oriental e intervenía así, de facto, en los negocios interiores de dos repúblicas limítrofes” 96. Pero debemos señalar que más bien, iniciaba la conducción de la política interna de la Argentina y del Uruguay.

Este convenio “derogó radicalmente —dice Alberdi— el sentido de la convención de 1828, y cambió del todo la política argentina en sus relaciones con Brasil”. Nuestro pensador opina que esos pactos pueden juzgarse como “el punto de partida de la política actual y venidera del Brasil en el Río de la Plata (...). Por ese tratado y otros de su género, ha erigido el Brasil en sistema su participación y complicidad permanente en las guerras civiles de los países vecinos, que quiere aniquilar para sucederles en la posesión de sus bellos territorios”97. El comentario que nos proporciona Alberdi está fortalecido, además, por la reticencia paraguaya para incorporarse a esa alianza, quizás, porque vislumbraba los objetivos brasileños.

Los juicios de Alberdi son tan certeros y agudos que vale la pena recordarlos. Aunque ellos se refieren al sentido de la guerra de la Triple Alianza (1865-1870), son válidos para comprender a Caseros porque en éste se encuentra el germen de aquella contienda: “Todo el mundo comprende —sostiene Alberdi— que la Banda Oriental es el camino, y que las provincias [argentinas] y el Paraguay son el fin''98 Porque “tan sujetos están los destinos del Paraguay a los de la Banda Oriental, que el día que Brasil llegare a hacerse dueño de este país, el Paraguay se ha visto y debido verse amenazado en su propia independencia nacional”. Agrega que una vez ocupado Montevideo por el Brasil “la república del Paraguay vendría a encontrarse de hecho en medio de los dominios del Imperio. He aquí por qué el Paraguay se ha visto y debido verse amenazado en su propia independencia, cuando ha visto amenazada la independencia de la Banda Oriental por la invasión del Brasil”99. Debido a estas motivaciones geopolíticas, el presidente López impuso dos condiciones para adherirse a aquella alianza del 29 de mayo de 1851: 1°) El reconocimiento de la independencia del Paraguay y 2°) la del Uruguay. Brasil realizó todas las diligencias posibles para que el presidente paraguayo abandonara esas reservas. Así pasó el tiempo sin que el Paraguay actuase y aunque no participó en Caseros, tampoco secundó a Rosas. Este alejamiento paraguayo ya era, de por sí, una victoria brasileña. Aquel tratado del 29 de mayo de 1851 significaba la ruptura y el disgregamiento de la Confederación Argentina, en donde estaban integradas las dos provincias que suscribieron aquel pacto, y asimismo, era el preludio de la guerra contra nuestro país. En efecto, por el art. 15º se convenía que si “por causa de esta misma alianza el gobierno de Buenos Aires declarase la guerra a los aliados, individual o colectivamente, la alianza actual se tornará en alianza común contra el dicho gobierno”. Por esta razón, Soares de Souza, el canciller brasileño había dicho que con ese pacto “sin declarar la guerra a Rosas (...) le damos un golpe mortal...”100.

El juicio de Alberdi sobre la situación rioplatense, consignado anteriormente, queda confirmado porque al ser vencido Oribe, el Uruguay quedó sujeto al Imperio. Decía Devoize a su jefe de la cancillería francesa, que la nueva situación “ha revelado a los orientales el yugo extranjero bajo el cual Montevideo los había colocado” 101. El enviado paraguayo Berges escribe en su Diario que los orientales tenían prevención contra los brasileños “no hay uno —dice— que no se exprese, pero de un modo juicioso contra los tratados y según ellos, a más de quitarles cerca de una mitad del territorio y la navegación de sus ríos interiores, les deja con su industria muerta y bajo la tutela del Imperio”102. Una vez que el ejército brasileño se introdujo en la Banda Oriental, el comandante francés Le Predour dijo a París: “Nunca la independencia de la Banda Oriental había estado tan amenazada como lo está en este momento a causa de la invasión de las tropas brasileñas” 103.