Estanislao López y el federalismo del litoral
Los caudillos
Esos caudillos primitivos, infundieron en el pueblo inculto, abandonado por los gobiernos coloniales, los principios de libertad escritos por los autores de la revolución en el silencio de los gabinetes. Ellos dieron al pueblo “el sentimiento y la conciencia” de la libertad. Por esos caudillos, víctimas de la pedantería farisaica, supieron los pueblos que la revolución se hacía para ellos y no para el círculo estrecho de los togados y de los aristócratas. Hoy eso de vilipendiar sistemáticamente a los caudillos de las primeras horas de la nacionalidad, en nombre del patriotismo, o para echarlas de hombre superior, es una puerilidad, solo disculpable a un mal estudiante de historia. Tampoco hemos de oponer como fenómenos diversos y contrapuestos de la revolución, la guerra de independencia y las guerras civiles, dando a las primeras un carácter sagrado y a las guerras civiles un carácter funesto. Ricardo Rojas, escritor representativo y nacionalista por excelencia, explica con lógica perfecta el carácter integral de ambos fenómenos en su libro “ Decir que Artigas fue el “genio maléfico de la revolución”, es hacer una frase vacua que no tiene siquiera el mérito de la originalidad. Es un eco perdido de las diatribas de don Vicente Fidel López contra el caudillo federal. Afirmar que Estanislao López sólo fue un soldado de suerte, importa desconocer todo el proceso de su acción política, de una perfecta unidad de aspiración y de un desarrollo lógico y continuado en la historia. Es como la gastada, expresión de: “Las turbas del año |
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