desde 1852 hasta 1899
avance imperial
 
 

La primera víctima del choque entre Paraguay y Brasil será el Uruguay, que fuera su causa. En efecto, la escuadra imperial comienza por atacar Paysandú, que resiste denodadamente pese a que las fuerzas que la guarnecen son mínimas, en relación con el poderío de sus atacantes. La ciudad arde y, a los 3 días, los brasileros han agotado la munición de sus cañones.


Buenos Aires suministra bombas y metralla a los barcos del emperador. En Montevideo se queman públicamente los acuerdos que ligan a la Banda Oriental con el Brasil. Los gobiernos de Paraguay y Uruguay confían en ganar a Urquiza para su bando. éste, sin embargo, prefiere realizar un negocio ventajoso con los brasileros y les vende a buen precio un gran lote de caballos, marginándose del asunto.


Con tropas abrumadoramente superiores (20.000 soldados contra 600), los imperiales –aliados con Venancio Flores– reinician el ataque a Paysandú, defendida por el esforzado Leandro Gómez. 56 horas se prolonga la resistencia, hasta que no queda piedra sobre piedra. Gómez no tiene balas y reemplaza los fulminantes de sus tercerolas con cabezas de fósforos. Más de 4.000 bombas han caído en la pequeña población. El 2 de enero de 1865 entran a ella los atacantes. Fusilan a Gómez y llevan a cabo una espantosa matanza entre los sobrevivientes. El recuerdo de aquella defensa sería adornado con acentos épicos y el célebre payador moreno Gabino Ezeiza le dedicaría un poema, que alcanzó enorme difusión en ambas orillas del Plata y que comienza diciendo: “Heroica Paysandú yo te saludoâ€... Entre otros federales combatió allí José Hernández, autor del Martín Fierro, nuestro máximo canto nacional, que escribiría en 1872.


Libre el paso, las fuerzas imperiales se dirigen a Montevideo. Apoyado en ellas, Flores entra a la plaza el 20 de febrero de 1865.


En diciembre de 1864, López ha atacado el Matto Grosso brasileño, ocupando la ciudad de Corumbá, capital de esa provincia. Solicita al gobierno argentino permiso para que sus tropas transiten por Misiones, permiso que le es denegado. El 19 de marzo del 65, López promulga una ley donde declara la guerra “al actual gobierno†argentino.


En nuestro país las opiniones están divididas. El “actual gobierno†tiene posición tomada a favor del Brasil, contra López. Los sentimientos populares, en cambio, se inclinan por éste, conmovidos por la tenaz defensa de Paysandú y heridos por la carnicería consumada luego de su ocupación.


Antes de difundirse en Buenos Aires la declaración de guerra paraguaya –que era conocida por el gobierno–, López se apodera de la ciudad de Corrientes, el 13 de abril de 1865. El ataque, ya intolerable de por sí, aparece además como traicionero y la opinión pública argentina se vuelca contra el agresor.