desde 1492 hasta 1800
el sueño de los césares
 
 

Pero ya es hora de ocuparse del otro extremo de la “pinza colonizadora”, mencionada al comenzar este capítulo.

 

Y es la fascinante “Ciudad de los Césares” el aliciente poderoso que, alimentando la audaz fantasía de los conquistadores, moviliza aquella expedición inicial que se mete en tierras argentinas, por la parte superior del mapa. Ya que en busca de ella parte del Cuzco una columna de 200 hombres, mandada por Diego de Rojas, en 1543. El licenciado Vaca de Castro, gobernador del Perú, dispuso enviarla para corroborar los relatos del capitán Francisco César, que también han llegado a sus oídos, probablemente aun más exagerados y embellecidos, si cabe.

 

Rojas atraviesa la que hoy es Bolivia y penetra en nuestro suelo por la Quebrada de Humahuaca o la Puna de Atacama. Sigue al parecer los Valles Calchaquíes, cruza el Aconquija y llega finalmente hasta lo que será Santiago del Estero. En un combate con los matacos, recibe una flecha envenenada y muere a resultas del flechazo. Toma el mando Francisco de Mendoza –un tocayo del que actuara en el Paraguay–, que recorre las sierras de Córdoba y, siguiendo adelante, da con las ruinas de Sancti Spiritus. Las dificultades de la marcha lo hacen desistir de alcanzar Asunción. También morirá ese Mendoza, en una trifulca suscitada entre los expedicionarios que, finalmente, podrán regresar al Perú, completando un dilatado periplo que no les develará, sin embargo, el enigma de la “Ciudad de los Césares”.

 

En 1550, se organiza otra empresa en procura de la quimérica urbe y con el propósito de realizar una fundación en el Tucumán. La envía el presidente de la Audiencia de Lima, presbítero y licenciado La Gasca, estando a las órdenes de Juan Núñez de Prado. Aunque la de los Césares no es hallada, Núñez de Prado funda la ciudad del Barco –en homenaje a la villa Barco de ávila, cuna de La Gasca–, aproximadamente donde hoy se encuentra la de Tucumán. Tal población mudaría dos veces de emplazamiento, asentándose primero en el Valle Calchaquí y después en las proximidades de la futura Santiago del Estero.