las Malvinas
En algún momento de esta narración, mencionamos que el holandés Sebaldo de Weert dio su nombre a unas islas que llamó Sebaldinas, limitándose a avistarlas sin desembarcar en ellas. Fue el 31 de enero de 1764 cuando el francés Antonio de Bougainville tomó posesión de tales islas a nombre de Luis XV y, siendo natural del Puerto de Saint Malo, las bautizó “Malouines”. Fundó allí, asimismo, la ciudad de Port Louis. Enterada España del asunto, elevó una formal protesta que Francia admitió, procediendo a restituir el archipiélago. En 1767, viajó hasta él una flota en que viajaban Bougainville y Felipe Ruiz Puente, nombrado gobernador de las islas por Bucarelli. El 1º de abril, se arrió la bandera francesa y se izó la española en Port Louis, que pasó a llamarse Puerto Soledad. A todo esto, entre la toma de posesión realizada por Bougainville en 1764 y la devolución concretada en 1767, ocurrió un hecho inesperado. El inglés John Byron llegó al lugar y, suponiéndolo abandonado, fundó Port Egmont. Tal fundación fue realizada en el islote de la Trinidad (Sauders para los británicos), al norte de la Gran Malvina, sin tener conocimiento de la existencia de Port Louis, con el que los ingleses toparon más tarde. Al saber de la presencia inglesa, España vuelve a protestar, pero Gran Bretaña pone condiciones para concluir con la usurpación. De modo que se imparten órdenes a Bucarelli y éste envía al sur una escuadrilla, al mando del capitán Juan Ignacio de Madariaga, que expulsa a los intrusos luego de un breve enfrentamiento. La expedición hiere el honor inglés, exigiendo el rey Jorge III una reparación a Carlos III. Y se arriba a una solución típicamente diplomática: que España devuelva simbólicamente Port Egmont a Inglaterra, con la condición de que ésta se retire luego de allí, por su propia voluntad. Así se hace y, aunque a regañadientes, los súbditos británicos cumplen su parte y abandonan las Malvinas, el 20 de mayo de 1774. A partir de ese momento, España señorea sin discusión sobre el archipiélago, sucediéndose 11 gobernadores insulares hasta la formación de nuestra Primera Junta, en mayo de 1810. Administrativamente, las Malvinas dependían de Buenos Aires.
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