orillando la guerra
Durante 1902, las relaciones argentino-chilenas se volvieron a deteriorar, hasta el punto de orillarse la guerra. Se supo que efectivos militares chilenos abrÃan caminos en la zona que habÃa sido sometida al arbitraje británico, violando el acuerdo de no innovar allÃ. Protestó Cuando la escalada alcanzaba su punto máximo, es firmado en Santiago de Chile un acuerdo, mediante el cual las partes se comprometen a someter en el futuro sus divergencias a la decisión de árbitros y a concluir la carrera armamentista. Tal acuerdo fue muy resistido en Buenos Aires. Pero el Congreso lo aprobó, a mediados de año. El 20 de noviembre de 1902, la corona británica se expidió sobre la controversia limÃtrofe sometida a su decisión. Sin pronunciarse respecto al principio aplicado –â€altas cumbres†o “divorcio de aguasâ€â€“ partió más o menos por mitades los Por iniciativa de la señora Angela Oliveira César de Costa y del obispo de Cuyo, monseñor Marceliano Benavente, se pone en marcha el proyecto de erigir una gran estatua de Cristo Redentor en los Andes, sobre la frontera entre los dos paÃses, como expresión de gratitud y prenda de paz duradera. Se encomienda la obra al escultor Mateo Alonso y es inaugurada el 13 de marzo de 1904, ante tropas argentinas y chilenas que rinden honores. Mientras el paÃs dirimÃa su entredicho fronterizo, buques de guerra despachados por Inglaterra, Alemania e Italia atacaron Venezuela, con el propósito de obtener por la fuerza que ésta pagara las deudas que mantenÃa con ellas. A raÃz del incidente, el canciller argentino, Luis MarÃa Drago, envió una nota al gobierno de los Estados Unidos, solicitando que adhiriera al principio que en ella sostenÃa, opuesto al cobro compulsivo de las deudas. Este principio es conocido como “Doctrina Dragoâ€. Los Estados Unidos no se pronunciaron al respecto aunque, años antes, enunciaran la llamada “Doctrina Monroe†que, desde otro ángulo, también podÃa invocarse en el caso a favor de Venezuela. Dicha doctrina expresaba: “América para los americanosâ€. No faltando quien observara que, en realidad, debió redactarse de otro modo: “América para los norteamericanosâ€. Sospecha que resultarÃa confirmada cuando, en 1982, Inglaterra atacó las Islas Malvinas, recuperadas por los argentinos, y los EE.UU. se aliaron con Gran Bretaña contra |
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