Justo
éste fue el gabinete del general AgustÃn P. Justo: Leopoldo Melo (Interior), Carlos Saavedra Lamas (Relaciones Exteriores), Alberto Hueyo (Hacienda), Manuel de Iriondo (Justicia e Instrucción Pública), Antonio De Tomaso (Agricultura), Manuel Alvarado (Obras Públicas), coronel Manuel RodrÃguez (Guerra) y capitán de navÃo Pedro S. Casal (Marina). El gobierno de Justo resultó un buen administrador y durante el mismo se llevarán a cabo importantes obras públicas, tal como ha sucedido frecuentemente en Trataré de explicar desapasionadamente el por qué de esa definición, sin duda extremada. Ocurrió que, a partir de la prédica iniciada por los jóvenes nacionalistas, en las postrimerÃas del segundo gobierno de Yrigoyen, coincidente con las “nuevas ideas†que alentaba el general Uriburu –desarrolladas por Carlos Ibarguren en la conferencia del teatro Rivera Indarte, Córdoba–, dos convicciones habÃan echado a andar: por un lado, que el funcionamiento institucional, derivado del individualismo consagrado por La difusión de estas ideas determinó que, por reacción, aquéllos que se les oponÃan acentuaran su disidencia, abroquelándose en una tenaz defensa del sistema institucional vigente y de un orden económico que habÃa reportado prosperidad al paÃs, creando asimismo una fuerte vinculación entre su clase dirigente y los centros financieros que sustentaban dicho orden. Tal oposición, por otra parte, resultaba exacerbada por los acontecimientos que conmovÃan el mundo, desde mediados de la década del 20, y a los que es preciso referirse para comprender los sucesos que aquà tenÃan lugar y los que sobrevendrÃan en adelante. Paraguay y Bolivia sostienen una contienda sangrienta desde junio de 1932, conocida como “Guerra del Chaco Boreal” o, más escuetamente, como “Guerra del Chaco”, donde disputan la posesión de esa zona limítrofe. |
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