Castillo presidente
Ramón S. Castillo, nacido en Catamarca el 20 de noviembre de 1873, era un criollo viejo, con larga actuación docente y tribunalicia, especializado en Derecho Comercial. Afiliado al partido conservador, habÃa sido ministro, interventor en Tucumán y senador nacional. Tiene maneras suaves y habla sin levantar el tono pero, a la vez, posee un carácter férreo, que ha puesto al servicio de su patriotismo tradicional y práctico. Ocupa el sillón presidencial mientras Los argentinos, en efecto, están divididos en bandos inconciliables: “nazis†y “cipayosâ€. Ambos apelativos, de uso extendido y casi inexcusable en la época, definÃan a germanófilos y aliadófilos por entonces. Resultando elocuentes, a la vez que desmesurados. Pues ocurre que los partidarios del Eje (Roma-BerlÃn) no son nazis en su mayorÃa, ni quienes adhieren a los aliados pueden ser tildados indiscriminadamente como cipayos. A aquéllos les resultan en todo caso indiferentes los postulados de la doctrina nacional-socialista, tendientes a exaltar la raza y las tradiciones germánicas; y éstos, por su parte, no es de suponer que hubieran combatido en las filas del ejército británico contra su paÃs, como los soldados hindúes aludidos en el mote que se les endilga. Pero, tal como suele ocurrir frecuentemente, las simplificaciones hacen camino, por reducir los problemas a términos elementales, mientras operan para tornar irreductibles las dicotomÃas que con frecuencia establecen. Los grandes diarios se inclinan fervorosamente por los aliados; el Ejército, admirador de la escuela militar prusiana, por los alemanes. En los partidos polÃticos predominan los aliadófilos de manera abrumadora, con alguna excepción entre los radicales ajenos a la “concordancia†y en el caso del gobernador conservador de Buenos Aires, Manuel Fresco. También con excepciones aisladas, los nacionalistas son mayoritariamente germanófilos. La situación de los comunistas resulta curiosa: absolutamente opuestos, por razones ideológicas, a los que genéricamente llama “fascistasâ€, cambiaron de actitud en redondo al firmarse el tratado Molotov-Von Ribbentrop; para retomarla luego, exacerbada, cuando ese pacto fue roto por la ofensiva alemana en Rusia, que llevarÃa las tropas de Hitler hasta Moscú. Inglaterra, con su pragmatismo proverbial, no se opone a la neutralidad argentina, que le facilita el abastecimiento de alimentos para sus soldados. Los Estados Unidos, por el contrario, bregarán para que nuestro paÃs la abandone, consecuentes con su polÃtica del “buen vecinoâ€. Y acontece que Inglaterra está muy lejos y, además, aislada por el bloqueo germano. Washington, en cambio, se encuentra en condiciones de hacer sentir su influencia vigorosamente. Aunque Justo –que es aliadófilo y aspira a una segunda presidencia– mantiene predicamento entre sus camaradas, éste merma rápidamente en beneficio de la corriente nacionalista del Ejército. Que se aglutina en un nucleamiento llamado G.O.U. Tales siglas tendrán sucesivamente significados diferentes: Grupo de Oficiales Unidos, Grupo de Organización y Unificación, Grupo Obra de Unificación. El GOU actúa en secreto, a la manera de una logia polÃtica, formando parte de ella inicialmente oficiales de graduación intermedia, en especial tenientes coroneles. Con los ascensos de sus integrantes y el ingreso de nuevos adherentes, su espectro cubrirá una gama mucho más amplia. Entre los primeros miembros del grupo, cuyos nombres alcanzarán resonancia, se cuentan: los coroneles Juan Domingo Perón y Emilio RamÃrez; los tenientes coroneles Domingo A. Mercante, Julio Lagos, AgustÃn de El GOU es partidario de sostener la neutralidad, defendiendo celosamente la soberanÃa nacional. Se opone por ende al alineamiento con los Estados Unidos. Sus asociados son mayoritariamente germanófilos y has estudiado las ideas polÃticas propuestas por los movimientos nacionalistas, triunfantes en Europa. Perón, concretamente, siguió desde una posición privilegiada la acción de esos movimientos, ya que ha sido becario y observador en Italia, Alemania, Francia ocupada y España. Y, si bien creen en la necesidad de cambiar los procedimientos polÃticos aquà vigentes, heredando en ese sentido la actitud opositora del radicalismo respecto al “Régimenâ€, procuran en primer lugar otorgar cohesión al Ejército y acentuar entre sus camaradas una vocación protagónica en la vida nacional. El general Tonazzi ha reemplazado a Márquez en el ministerio de Guerra, por sugestión de Justo. Y el doctor Enrique Ruiz Guiñazú –diplomático de carrera– ocupa el lugar de Roca, en Relaciones Exteriores. Dos revoluciones nacionalistas se urden durante el gobierno de Castillo: aquella que prosigue organizando el general Molina y otra que prepara el general BenjamÃn Menéndez. Ninguna de ellas llegará a producirse. Desde junio de 1941 funciona una “Comisión de Actividades Antiargentinasâ€, creada en el Congreso por iniciativa del diputado radical Raúl Damonte Taborda, yerno de Natalio Botana, que es dueño del vespertino CrÃtica, un diario sensacionalista sospechado de valerse del chantage. La figura destacada de esta Comisión es el también diputado radical Silvano Santander, que ha tenido militancia comunista, consistiendo el cometido del organismo en descubrir los manejos nazis aquÃ. El 7 de diciembre de 1941, los japoneses atacan sin aviso previo la base norteamericana de Pearl Harbor, en Hawai, hundiendo sus aviones numerosos buques de guerra surtos allÃ. Estados Unidos entra en guerra con Japón y, el 12 del mismo mes, la declara a Alemania e Italia. Poco después (15 de enero de 1942), convoca a una Conferencia de Cancilleres en RÃo de Janeiro. Acude a ella Cordell Hull y, por A raÃz de la beligerancia asumida por los Estados Unidos, es mucho más fuerte la presión que ejercen para obtener que los gobiernos americanos cooperen con ellos, solidariamente y sin excepciones. Ruiz Guiñazú está instruido para que mantenga la capacidad de decisión autónoma de su paÃs, entablando con Cordell Hull una puja que involucra a las demás delegaciones. Y logra, finalmente, que el compromiso que éste deseaba lograr, respecto a una ruptura general de relaciones con el Eje, no pase de ser una “recomendación†El embajador de A principios de 1943, se aproximaban las elecciones presidenciales, de las que surgirÃa el sucesor de Castillo. Justo era el candidato indudable para triunfar en ellas, sustentado por una coalición de partidos similar a la “concordancia†y bien mirado por los Estados Unidos. Sus posibilidades crecÃan, además, pues el curso de la guerra favorecÃa ya a los aliados, después de intervenir en ella Norteamérica. Pero, el 11 de enero de aquel año, Justo murió repentinamente. Su lugar, como candidato a presidente de La candidatura de Patrón Costas disgustó a los militares. También a los radicales yrigoyenistas (ahora “intransigentesâ€). El comando de la “Alianza Libertadora Nacionalistaâ€, fundada recientemente, convoca a una concentración que bautiza como “Marcha de La novel agrupación habÃa nacido con el nombre de “Alianza de El 4 de junio de 1943 detona una revolución, que cancelará el calendario electoral y a partir de la cual se producirán grandes cambios en A partir de enero de 1941, los Estados Unidos facilitan armamento a los países americanos que hayan dado muestras de conducirse como “buenos vecinos”. Entre ellos no se cuenta Armour, embajador de los Estados Unidos en Buenos Aires, ejerce presiones sobre Castillo para lograr que éste deje de lado su política neutralista y rompa relaciones con el Eje. Pero Castillo no cede. En pos de una respuesta afirmativa, Armour acude una vez más a |
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