Perón contra la guerrilla
El 1º de mayo de 1974 es una fecha de significación relevante en nuestra historia reciente. Se realizó ese dÃa una concentración multitudinaria, en Plaza de Mayo, a la cual se suma “Montoneros†con banderas y pancartas, férreamente encuadrados sus militantes –algunos de ellos enmascarados–, que ocupan un lugar próximo al Banco Nación. Repiten estribillos adversos al gobierno. Y uno que dice: “Rucci traidor / saludos a Vandorâ€. A media tarde, Perón se dirige al gentÃo desde Los aludidos, que no esperaban esa descalificación violenta y explÃcita, se desconciertan. Y terminan por enrollar sus enseñas caracterÃsticas, abatir sus pancartas y retirarse de la plaza, abucheados por el resto de la concurrencia, entre la que priman los sindicatos y las banderas argentinas, agitadas como sÃmbolo opuesto a las negras de la subversión. Diez dÃas después, el 10 de mayo, José López Rega es ascendido de cabo 1º retirado a comisario general de la policÃa. Meteórico ascenso que refleja otro de los tantos aspectos del peronismo que, pronto, serÃan denominados eufemÃsticamente como “desprolijidades de los muchachosâ€. El beneficiario de aquella fulminante promoción, en virtud de la cual saltó del penúltimo escalón de la suboficialidad policial al más elevado del cuadro de oficiales, fue un personaje que merece algunas lÃneas. Ejerció un inmenso poder desde el cÃrculo Ãntimo que rodeó a Perón y su mujer. Anticomunista declarado y fundador de la “Triple Aâ€, adherÃa, como ya se dijo, a los cultos esotéricos, militando en una secta hermética llamada “Anaelâ€. Tuvo ésta estrechos contactos con otra, conocida como “Los Caballeros del Fuegoâ€. Transcurrido algún tiempo, López Rega impulsó una iglesia cismática, cuyo nombre llegó a inscribirse en el Registro de Cultos: la “Iglesia Apostólica Católica Ortodoxa Americanaâ€. Incluso, cuando se iniciaron las obras del “Altar de A todo esto, las “AAA†habÃan entablado una lucha sorda y feroz contra la guerrilla, que alcanzarÃa su momento culminante durante el gobierno de MarÃa Estela MartÃnez, teniendo por consecuencia que empezaran a aparecer –acribillados a balazos– cadáveres de personas vinculadas de un modo u otro con la subversión. Las dependencias del ministerio de Bienestar Social se transformaron en un arsenal de armamento sofisticado. López Rega, por otra parte, habÃa anudado relaciones con el coronel Kadhafi, montando una operación de suministro de trigo, que le dio ocasión para viajar a Libia, acompañado por una delegación numerosa. La operación fracasarÃa finalmente, pues los granos enviados estaban llenos de gorgojos. |
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