la batalla del Atlántico Sur
La respuesta al hundimiento del crucero “General Belgrano no se hizo esperar. No habÃan transcurrido 24 horas desde el hundimento del “Belgranoâ€, cuando aviones navales “Super Etendardâ€, provistos de misiles Exocet, enviaron al fondo del mar la fragata inglesa “Sheffieldâ€, una de las naves más modernas con que contaba la “Task Forceâ€. Este éxito, logrado mediante el empleo de un sistema de armas jamás utilizado en acciones bélicas, tuvo gran repercusión mundial. Y preocupó seriamente a los británicos, informados desde Francia respecto a que los Exocet provistos a Por otra parte, los ingleses ya conocÃan la eficacia de las defensas antiaéreas emplazadas en torno a Puerto Argentino, pues perdieron varios “Harrier†despachados desde sus portaaviones para bombardear el aeropuerto, fracasando en sus misiones. Más efectivo resultó, en cambio, el ataque que esos aparatos dirigieron contra la precaria pista existente en Darwin, donde destruyeron numerosos “Pucará†argentinos, posados en tierra. Sorprendió a los expertos la modalidad utilizada por nuestros pilotos, pues las escuadrillas llegaban rozando la cresta de las olas para elevarse entre los mástiles y las antenas de los barcos, sobre los que descargaban bombas, cohetes y metralla. Tan escasa era la altura de los vuelos que evitaba su detección oportuna pero, a la vez, determinó que los mecanismos de las bombas frecuentemente no llegaran a armarse durante su caÃda, impidiendo asà que estallaran y ahorrando mayores daños a las naves atacadas con tanto empeño. Idéntico procedimiento –vuelo a ras del agua– fue el adoptado para permitir a los pesados “Hércules†burlar el bloqueo y llegar a las islas, cosa que hicieron hasta el final de la guerra. En cuanto a las fuerzas del Ejército, defendÃan el aeródromo de Puerto Argentino (donde se encontraba el teniente coronel SeineldÃn, con el regimiento de InfanterÃa 25), habÃan tomado posiciones en los montes próximos a la capital y en Darwin, destacando efectivos que vigilaban aquellos puntos de la costa favorables para algún desembarco británico. Es preciso explicar la actuación de las unidades de superficie de La presencia de submarinos nucleares de la “Task Force†(entre 4 y 8 de ellos se hallarÃan en el teatro de la lucha), guiados por información satelitar estadounidense, tornaba imposible la victoria en una confrontación naval, ya que nuestras naves podÃan ser hundidas antes de conocer la proximidad de aquéllos, habilitados para disparar sus torpedos desde más allá del área barrida por los sistemas de detección con que contaban éstas. A esa situación se unió otra: los organismos de inteligencia hicieron saber que Chile concentraba fuerzas en el sur, con intención aparente de invadir Entretanto, un comando formado por buzos tácticos argentinos se encontraba en Algeciras, España, con orden de echar a pique barcos ingleses dentro de la base del Peñón de Gibraltar. Entre dichos buzos se contaba uno de los guerrilleros “montoneros†que, años antes, penetrara en RÃo Santiago, abriendo con explosivos una gran brecha en el casco de la fragata “SantÃsima Trinidadâ€, que allà se estaba construyendo: capturado durante la represión, ahora colaboraba con Por su parte, comandos británicos destruyeron en tierra varios aviones “Pucaráâ€, asentados en la pista precaria de Borbón. ● Ver la novela del autor titulada Operación Algeciras, 1989. El ex guerrillero de que se trata cobró notoriedad muchos años después, con motivo de un hecho policial que también lo tuvo como protagonista. Se llama Máximo Nicoletti (a) “El gordo Alfredo”. |
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